Los países de la UE retomaron la discusión sobre préstamos conjuntos para reforzar su defensa

Los dirigentes de la UE celebraron este jueves una cumbre para debatir la defensa y seguridad del bloque tras el giro geopolítico de Donald Trump, en medio de una creciente discusión sobre una deuda común para financiar esta iniciativa.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, lanzó el miércoles un enorme plan para el rearme del bloque con el que pretende movilizar hasta unos 800.000 millones de euros (unos 868.000 millones de dólares).
Ese paquete incluye una iniciativa sobre líneas de crédito por unos 150.000 millones, pero no llega al punto de defender la creación de una deuda común, idea que genera vivas discusiones.
Al fin de la cumbre en Bruselas, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, explicitó la postura de su gobierno aunque admitió que la cuestión aún no alcanza unanimidad.
«Estoy convencido de que tendremos que hacer un préstamo común», expresó el mandatario, añadiendo que, «por el momento, el tema no es de consenso».
Por su parte, el jefe del gobierno de Alemania, Olaf Scholz, mantuvo esa puerta cerrada y recordó la postura tradicional de su país, contraria a la deuda común.
La posición de Alemania «es bien conocida», se limitó a comentar.
– «Una primera etapa» –
Al llegar a la cumbre, la primera ministra de Letonia, Evika Silina, había afirmado que la ambiciosa propuesta lanzada la víspera es apenas «una primera etapa».
«Estamos abiertos a otras discusiones sobre la forma en que podemos hallar aún más fondos», agregó.
Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro de Grecia, apuntó que «debemos ser más ambiciosos».
«Pienso que debemos discutir seriamente la posibilidad de una facilidad común de préstamos que ofrezca subvenciones a los países del bloque», indicó.
En tanto, el primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, dejó en claro la oposición de su país a una deuda común.
«Nuestra posición es contraria a los eurobonos», dijo, en referencia a títulos que podrían respaldar la obtención de recursos.
El documento con las Conclusiones de la cumbre de este jueves menciona que los dirigentes piden «una aceleración del trabajo (…) para reforzar de forma decisiva las capacidades de defensa de Europa».
El documento señala que «una UE más fuerte y más capaz en el campo de la seguridad y la defensa contribuirá positivamente a la seguridad global y transatlántica y es complementaria a la OTAN».
El plan incluye la posibilidad de flexibilizar durante cuatro años las normas de la UE para que los países puedan gastar por encima de lo permitido. La Comisión estimó que con ese mecanismo podría lograr unos 650.000 millones de euros.
Como parte de ese programa, la UE instó a los países del bloque a comenzar el proceso ya en el mes de abril.
– ¿Idea descartada? –
No obstante, la Comisión no recomendó un programa más amplio de préstamos conjuntos.
«Por el momento» la idea no está en la propuesta, dijo el miércoles la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas. «Sin embargo, ¿es una idea completamente descartada? No lo creo», agregó.
Esta discusión sobre la urgencia de reforzar la capacidad de defensa de Europa es el claro reflejo de una nueva realidad geopolítica y las dudas sobre la continuidad de la protección de Estados Unidos en caso de conflicto.
Hace apenas un mes, una llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sugirió que Europa no podía seguir contando indefinidamente con la protección de Washington.
Trump y Putin volvieron a hablar esta semana para discutir un eventual fin de la guerra entre Rusia y Ucrania, un diálogo en que por ahora están excluidos los europeos.
La gravedad y urgencia de la situación es de tal magnitud que la cumbre de este jueves para hablar del tema fue la tercera en apenas seis semanas.
La decisión de la UE de aportar a Ucrania armas para defenderse ante Rusia rápidamente dejó al descubierto los límites de la industria europea de defensa, y el bloque inició el debate sobre la urgencia de más inversiones.
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