La universidad china Fudan construirá su primer campus europeo en Hungría
Marcelo Nagy
Budapest, 24 abr (EFE).- Hungría, gobernada por el ultranacionalista Viktor Orbán, planea acoger en los próximos años la primera sede europea de la Fudan University, una prestigiosa institución académica bajo fuerte influencia del gobernante Partido Comunista chino.
El proyecto, que costará unos estimados 1.490 millones de euros, cuenta con fuerte resistencia de la oposición, sobre todo de las administraciones locales en la capital.
Allí temen que el enorme campus de la Fudan haga imposible la construcción de la «ciudad de estudiantes» con albergues y espacios sociales para alumnos de las universidades locales.
El controvertido proyecto académico chino se produce, según los analistas, en el marco de la estrategia de Orbán de abrirse hacia Oriente, o sea, hacia Rusia y China, dos grandes potencias no democráticas.
UN POLÉMICO PROYECTO
La instalación de la universidad en Hungría fue planteada primero hace una década, pero la opinión pública solo se enteró de los primeros detalles tras una investigación del portal independiente Direkt36, que reveló documentos oficiales acerca del mismo.
El proyecto se financiará con un préstamo chino sobre los 1.490 millones de euros y las obras serán realizadas por constructoras chinas, mientras que el Estado húngaro aportará otros 276 millones de euros.
«Construimos una universidad a China, usando un préstamo chino y con inversores chinos», resume Direkt36 la situación.
BAJO INFLUENCIA COMUNISTA
La Fudan University se encuentra en el ránking QS World University en el puesto 34, o sea que está entre las mejores valoradas del mundo.
Según la prensa local, a partir de 2024 podrían estudiar en la sede húngara unos 5.000 estudiantes de posgrado en cuatro o cinco cátedras no especificadas aún.
El portal económico Mfor asegura que esas podrían ser de Economía, Medicina, Relaciones Internacionales e Ingeniería.
La carta fundacional de la institución asegura que la universidad es «leal al Partido Comunista de China», implementa las políticas educacionales del partido y sigue «el liderazgo del marxismo», algo que tanto los profesores como los estudiantes deben aceptar, señala el portal 444.hu.
«China podría aparecer en la UE con una universidad de élite, y podría incluso tener acceso a fondos europeos de investigación», advierte en declaraciones a Efe un experto del Instituto Political Capital, Patrik Szicherle.
El analista destaca la posible influencia que China podría tener en el futuro, por ejemplo en la diplomacia internacional si forma a cientos de futuros diplomáticos europeos en la Fudan de Budapest.
Así, Pekín tendría importantes contactos en ministerios de Exteriores o servicios de seguridad, de los que podría aprovecharse más tarde. «Esto podría ser problemático», enfatiza el analista.
El gobierno, por su parte, no duda de las ventajas de este proyecto académico.
«Nadie puede cuestionar que los avances técnicos y tecnológicos en China y el nivel de su enseñanza superior sean de un nivel muy serio», señaló hace unos días el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó.
«Sería una tontería desaprovechar esta posibilidad», subrayó el ministro, un estrecho colaborador de Orbán.
FUDAN SÍ CEU NO
El interés por la Fudan University contrasta con el desprecio que la administración Orban tiene por la prestigiosa Universidad Centroeuropea (CEU), fundada en 1991 en Budapest por el magnate liberal estadounidense de origen húngaro George Soros.
Tras años de conflicto abierto con el Gobierno húngaro, la CEU decidió en 2018 trasladar la mayor de sus actividades académicas a Viena, donde fue recibida por los brazos abiertos.
Una legislación de 2017, formulada a medida por el gobierno de Orbán, exigía a la CEU, tras más de 25 años en Budapest, demostrar que tenía una sede propia en su país de origen, es decir, en Estados Unidos.
Cuando la CEU normalizó su situación para satisfacer las exigencias, el Gobierno de Orbán rechazó firmar el acuerdo, por lo que la entidad decidió abandonar Budapest.
Lo que en el caso de la CEU era para el Gobierno una gran desventaja -los diplomas internacionales- en el caso de Fudan es ahora una gran posibilidad, ironiza Szicherle.
CONFLICTOS CON LA OPOSICIÓN
Pese al optimismo del ejecutivo ultranacionalista, el ayuntamiento de Budapest, controlado por la oposición izquierdista, anuncia su resistencia al proyecto chino, incluyendo un posible referéndum a nivel local
El alcalde capitalino, Gergely Karácsony, amenazó incluso con devolver la organización del Mundial de Atletismo 2023 en Budapest si Orbán insiste en usar la zona prevista para la «ciudad de estudiantes» para el campus de la Fudan.
El gobierno asegura que puede realizar los proyectos académicos, tanto la Fudan University y la ciudad de los estudiantes. EFE
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