Las claves de la reelección de Noboa en Ecuador
Quito, 16 abr (EFE).- El contundente triunfo electoral del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reelegido para el periodo 2025-2029 tras imponerse por casi 12 puntos de diferencia a la candidata correísta Luisa González, todavía resuena en el país andino después de que nadie anticipara un triunfo tan amplio y sí se esperara una definición extremandamente ajustada.
Con el 99,49 % de las actas escrutadas, el candidato y líder de Acción Democrática Nacional (ADN) obtiene el 55,6 % de los votos válidos frente al 44,4 % de la candidata de la Revolución Ciudadana (RC), el partido que tiene como líder al expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Esto significa que Noboa logró captar aparentemente todos los votos que quedaron en juego tras la primera vuelta electoral, donde ambos candidatos habían acaparado el 88,17 % de los votos válidos prácticamente a partes iguales, con un 44,17 % para Noboa y un 44 % para González.
Entonces, la diferencia entre ambos candidatos fue de apenas 16.000 votos, y ahora ha sido de más de un millón a favor del mandatario, que no solo captó votos de indecisos, sino que hasta pudo haber atraído a algunos votantes que en la primera vuelta votaron por González.
Así lo sostiene la encuestadora Comunicaliza, en cuyo análisis sobre los resultados electorales «se puede concluir que, en los días finales de campaña, ciertos hechos de alto impacto simbólico activaron mecanismos de disonancia cognitiva y sesgo retrospectivo en parte del electorado».
González lidió con múltiples ataques y un pacto inefectivo
Entre ellos menciona una serie de declaraciones y propuestas de González que el oficialismo utilizó en contra de ella, como el anuncio realizado por la candidata de que reconocería a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela o la propuesta de conformar un grupo de «gestores de paz» en los barrios, lo que desde el Gobierno fue comparado con los colectivos chavistas de Venezuela.
También pudieron haber incidido en contra de González las declaraciones de otros miembros de Revolución Ciudadana que hablaron de una «dolarización a la ecuatoriana» y de la posibilidad de emitir «ecuadólares», así como un proyecto de ley presentado en plena campaña electoral que prohibía a las iglesias emitir manifestaciones políticas bajo pena de disolución.
A la vez, el correísmo tuvo que lidiar en plena campaña electoral con la filtración desde la Fiscalía de un presunto chat de la cúpula de Revolución Ciudadana en el que supuestamente se realizaban coordinaciones para controlar instituciones estatales, y donde sus participantes, entre los que aparentemente estarían Correa y González, hablaban bajo pseudónimos.
Para el politólogo Santiago Basabe, investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la victoria de Noboa refleja más los temores a González que una aprobación del Gobierno del actual presidente, y es que a González tampoco le funcionó su pacto con el movimiento indígena.
La correísta obtuvo el endose para la segunda vuelta de Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, cuyo candidato, Leonidas Iza, había obtenido más de medio millón de votos, pero finalmente la población de las zonas indígenas votó mayoritariamente por Noboa.
Noboa repartió dinero y apeló a la tercera edad
Mientras, Noboa se enfocó en entregar numerosos bonos, ayudas económicas y subvenciones a sectores y grupos cuyos votos podían ser clave. Dio una paga extra de 470 dólares, equivalente al salario mínimo, a todos los policías y militares, puso en marcha un bono de 1.000 dólares a emprendedores, y un programa de trabajo para jóvenes de 470 dólares por tres meses.
En los días previos a la elección también se hizo insistentes llamamientos desde el oficialismo para que jóvenes y personas de la tercera edad fuesen a votar.
«Noboa logra movilizar sobre todo el voto facultativo (menores de 18 años, adultos mayores y policías y militares que no están obligados a votar) y a la gente que no asistió a votar en la primera vuelta», explicó a EFE el sociólogo político Fernando Muñoz-Miño.
En la esfera internacional, también jugó sus cartas al buscar en plena campaña electoral hacerse una foto con su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante una reunión privada en Mar-a-Lago (Florida).
A ello se sumó la comunicación digital a través de redes sociales con gran alcance en la población joven como Tik Tok, algo que ya fue clave para su triunfo en las elecciones extraordinarias de 2023 y que aparentemente volvió a ser crucial, sin desdeñar el papel de su esposa, la ‘influencer’ Lavinia Valbonesi, con un millón de seguidores en Instagram y una cantidad similar en Tik Tok. EFE
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