Las ONG denuncian que sin la UNRWA no pueden hacer su trabajo humanitario en Palestina

Madrid, 11 mar (EFE).- Las 80 ONG que trabajan en Palestina agrupadas en la Asociación de Agencias de Desarrollo Internacional (AIDA) «no pueden trabajar bien sin el apoyo de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA)», afirmó este martes el secretario general de Caritas Jerusalén y miembro de AIDA, Anton Asfar.

Durante una visita a Madrid, Asfar aseguró que la ayuda humanitaria a la que ha tenido acceso Gaza desde el alto el fuego del pasado 19 de enero «es absolutamente esencial para la supervivencia de los civiles» y las trabas que está poniendo Israel para su entrada «está matando inocentes».

Para el reparto de esta ayuda, tanto en Gaza como en Cisjordania, «es esencial la presencia de la agencia de la UNRWA», a la que Israel ha prohibido actuar en su territorio.

«Cuando se entra en cualquier campo de refugiados de Palestina se ve claramente el importante papel de Naciones Unidas -insiste- Abastecen de comida y medicinas, tienen centros médicos y educativos, y hasta los camiones de basura son de la UNRWA».

El parlamento israelí aprobó el pasado mes de noviembre una ley que prohíbe las actividades de la UNRWA dentro del país, una decisión que afecta a la actividad que desarrolla en los territorios palestinos ocupados y que detuvo la operación de la agencia formalmente el 30 de enero en Jerusalén Este.

Israel bloqueó la semana pasada la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, incluidos alimentos y combustible, y cortó el fin de semana el limitado suministro eléctrico que daba al enclave -que solo abastecía una planta desalinizadora de agua- para presionar al grupo palestino islamista Hamás en las negociaciones de la segunda fase del alto fuego.

Comida para una semana y medicinas para un mes

El bloqueo de la ayuda humanitaria y los cortes de luz impuestos por Israel en Gaza están provocando «hambruna, desnutrición, problemas de higiene, enfermedades y muerte entre la población civil», denunció Asfar.

El representante de Caritas Jerusalén aclaró que las organizaciones humanitarias presentes en Gaza «no tienen almacenados víveres y material sanitario para soportar el bloqueo que ha declarado Israel» porque ha pasado menos de un mes desde que se decretó el alto el fuego y la ayuda humanitaria que ha entrado en este tiempo es «como una gota en el océano».

«Hay comida para una semana y medicinas para un mes, pero es comida en latas que no cubre todas las necesidades y las enfermedades están aumentando y se están extendiendo porque hay serias carencias en agua potable y tratamiento de las aguas residuales», añadió.

«Sin electricidad no hay agua limpia porque proviene de las desalinizadoras -apuntó-. La gente se va a bañar al mar, pero aún así hay problemas de higiene y se están propagando enfermedades a las que el precario sistema sanitario no puede hacer frente».

Después de dieciséis meses de ataques armados que han provocado más de 48.500 muertos, «los gazatíes han despertado de una pesadilla para entrar en otra, porque cuando han vuelto a sus casas han encontrado las viviendas y los medios de subsistencia destruidos».

La necesidad de que la comunidad internacional presione

Israel «debe cumplir el derecho internacional humanitario regulado por las Convenciones de Ginebra y permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza», sentenció Anton Asfar, que hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que «presionen a Israel».

Unas presiones que también debe pedir «el fin de las operaciones militares en Cisjordania y de los desplazamientos forzados de población».

La UNRWA denunció ayer que en el territorio palestino ocupado de Cisjordania está teniendo lugar el mayor desplazamiento de población desde 1967 a raíz de la operación militar lanzada por Israel hace seis semanas, que ha implicado la demolición de edificios a gran escala.

«Las familias son avisadas con tres horas de margen que deben abandonar sus casa, y acto seguido destruyen las viviendas», relató.EFE

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