Las víctimas de la ‘Secta Moon’ aplauden el veto de la justicia nipona
Tokio, 28 mar (EFE).- Un grupo de abogados de las víctimas de la rama japonesa de la organización religiosa conocida como la Iglesia de la Unificación o ‘Secta Moon’ considera que la orden de disolución de la organización emitida por la justicia el pasado martes es la decisión «correcta de acuerdo con la ley japonesa».
«No es una decisión injusta, es una decisión natural basada en los hechos», dijo Katsuomi Abe, uno de los abogados, en una rueda de prensa este viernes en el Club de Corresponsales Extranjeros de Tokio, en respuesta a las declaraciones de Tomihiro Tanaka, presidente de la rama japonesa de la Iglesia de la Unificación, que tildó de «abuso» la orden de disolución en la víspera.
Tanaka dijo en la víspera que desde la Federación de Familias por la Paz y la Unificación del Mundo recurrirán «hasta el final» dicha sentencia hacia el culto que se vio salpicado por el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe en 2022.
Según Masaki Kito, otro de los abogados, esta decisión que despoja de su estatus religioso a la organización «tiene poco impacto y efecto» puesto que no prohíbe su actividad.
Aunque Tanaka aseguró en la víspera que «no es realmente el caso» porque el Gobierno confiscará todas sus propiedades.
Por su parte, los abogados dijeron que están considerando qué medidas implementar para evitar que escondan o transfieran sus activos porque es una situación compleja y, a partir de ahora, se dedicarán a «monitorizar» las propiedades para asegurarse de que no las esconden.
Hiroshi Yamaguchi, otro abogado, destacó que la decisión de la disolución ha sido tomada porque es la única opción factible ya que la organización ha violado derechos humanos de las víctimas como la libertad de religión o de matrimonio, que afecta especialmente a hijos de miembros del culto a quienes no les dan opción de qué religión practicar o si pueden casarse con alguien que no pertenece a la organización.
Es por eso que el grupo de abogados planea presentar otra demanda dirigida a «los hijos de los creyentes o miembros de segunda generación» aunque actualmente se desconocen los detalles que están siendo discutidos con el equipo legal.
Fundada en 1954 en Corea del Sur, la Iglesia de la Unificación es conocida por sus bodas masivas y ha generado controversia en Japón durante décadas por sus exigentes donaciones y la práctica de «ventas espirituales», con las que supuestamente coacciona a sus miembros para que compren objetos a precios desorbitados y por las que le han abierto numerosos procesos judiciales en el archipiélago.
El grupo fue objeto de un nuevo escrutinio tras el asesinato de Abe en julio de 2022, que dio lugar a la denuncia pública de numerosas víctimas del culto, especialmente hijos de miembros que aseguran haber sido robados y extorsionados por sus progenitores para hacer donaciones a la organización, como es el caso del autor material del magnicidio, Tetsuya Yamagami.
El entonces primer ministro nipón, Fumio Kishida, vio socavada su popularidad a raíz del caso y se vio obligado a promover una investigación interna sobre los vínculos del Ejecutivo con la Iglesia de la Unificación y a llevar a cabo una criba de ministros y parlamentarios bajo la sospecha de mantener lazos con el grupo. EFE
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