Los abusos de la trata de migrantes en Libia: maltrato, secuestro, extorsión y “reventa”
Imane Rachidi
La Haya, 23 ene (EFE).- Muchos migrantes que buscan protección en la Unión Europea (UE) suelen depender de traficantes de personas para su viaje, como les ocurre a los eritreos: durante el trayecto son retenidos en Libia bajo condiciones inhumanas, esclavizados, extorsionados a cambio de un rescate, o revendidos a otros grupos mafiosos, lo que les deja secuelas profundas.
Una investigación publicada este jueves por la Relatora Nacional sobre Trata de Seres Humanos de Países Bajos, Conny Rijken, denuncia la “vulnerabilidad” de los migrantes en tránsito hacia la UE y advierte sobre el “trato cruel y la trata” a la que muchos de ellos son sometidos en el camino.
Ha hablado con 124 testigos que fueron retenidos en Libia por traficantes de personas bajo “condiciones inhumanas” y liberados “solo después de pagar” un rescate. La investigación ha desmantelado en Países Bajos parte de una red de tráfico de personas eritreas.
“La trata de personas pueden manifestarse de diferentes maneras y va más allá de las formas conocidas como la explotación sexual o laboral. Formas relativamente desconocidas o nuevas, como la trata con fines de extorsión, a menudo no se reconocen como tales. Es importante que los responsables de las políticas y los actores en la cadena de migración y persecución sean conscientes de los riesgos que enfrentan los migrantes durante su viaje”, advirtió Rijken.
Extorsión a la familia
Los testigos entrevistados revelaron los “horrores” a los que sobrevivieron en Libia: violencia severa, abuso y coerción en almacenes donde las mafias los retenían en condiciones deplorables; estaban secuestrados en espacios superpoblados, con falta de comida y servicios sanitarios, así como ausencia de atención médica y la constante amenaza de violencia.
“Muchos testigos fueron obligados, bajo violencia, a llamar repetidamente a sus familias para suplicar el pago del rescate. Algunos testigos fueron secuestrados o revendidos para exigir aún más dinero. Estas prácticas evidencian la trata de personas con fines de extorsión y la esclavitud”, señaló la Relatora.
Su ‘modus operandi’ se basa en la violencia, la coerción y el abuso de la posición vulnerable de las víctimas. Además de la extorsión, hay indicios de mendicidad forzada, explotación laboral, esclavitud y explotación criminal. “La trata de personas tiene un gran impacto en las víctimas y puede dejar profundas cicatrices”, alerta el informe de la relatora.
La investigación penal internacional de la que provienen las declaraciones de los testigos la está llevando a cabo la Fiscalía neerlandesa y se centra en una organización criminal dedicada al tráfico de migrantes desde África hacia Europa.
Los presuntos traficantes son siete hombres, cinco son acusados de organizar las extorsiones y los flujos de dinero desde Países Bajos, y los otros dos administraban campamentos en Libia. Uno está ya siendo juzgado en Países Bajos, y el otro está a la espera de ser extraditado desde Emiratos.
Secuestrados y revendidos
Los testigos fueron interrogados entre 2018 y 2021 sobre su viaje desde su país de origen hasta Países Bajos, y en su mayoría son eritreos: una cuarta parte son mujeres y en torno a una quinta eran menores de edad durante su proceso migratorio.
Algunos fueron obligados a realizar trabajos en los almacenes para los traficantes, desde preparar comida hasta maltratar a otros migrantes, mientras que varias personas fueron secuestradas y vendidas en Libia (algunas en múltiples ocasiones), y tuvieron que pagar reiteradas veces para su liberación.
Los que sufrieron o vieron violencia, hablan de golpes con mangueras de jardín mojadas, o de víctimas que resultaron heridas y fueron abandonadas en el desierto.
Una pequeña parte de los testigos fue entrevistada como familiar de migrantes que estuvieron en Libia en ese período, con el objetivo de obtener más información sobre los pagos realizados en Países Bajos a un grupo de traficantes de personas eritreas.
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) denunció la semana pasada las nuevas asociaciones de la UE con países de origen y tránsito, llevadas a cabo pese a “las atrocidades generalizadas contra los migrantes y refugiados en Libia”.
En particular, señaló a Italia y Malta por seguir “facilitando las interceptaciones de barcos que transportaban migrantes y refugiados por parte de las fuerzas libias y su devolución con riesgo de sufrir graves abusos”.
Rijken considera “importante” esta investigación porque arroja luz sobre lo que sufren los migrantes durante su viaje y en el sistema de asilo, y cree que se deberían “tener en cuenta sus experiencias en el proceso de acogida” en los países de la UE. EFE
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