Los chimpancés huérfanos salvajes se reponen del estrés de perder a su madre
Redacción Ciencia, 17 jun (EFE).- La muerte de la madre es un acontecimiento traumático para las crías en especies en las que estas proporcionan cuidados prolongados, como en mamíferos longevos, incluidos los humanos. Ahora, científicos han constatado que los chimpancés huérfanos salvajes pueden recuperarse de este estrés.
El estudio a largo plazo, publicado en la revista eLife, demuestra que la pérdida de la madre es estresante para los chimpancés inmaduros salvajes que son huérfanos, pero solo durante los dos primeros años.
La investigación está liderada por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig y el Instituto de Ciencias Cognitivas del Centro Nacional de Investigación Científica de Lyon; los científicos investigaron durante 19 años los efectos a corto y largo plazo de la pérdida de la madre en el estrés de los chimpancés salvajes huérfanos.
La muerte de la madre es un acontecimiento traumático. Se sabe que los mamíferos huérfanos mueren antes y tienen menos descendencia en comparación con los no huérfanos, pero aún se debate cómo se producen estas pérdidas.
Estudios clínicos en humanos y en animales en cautividad muestran que los individuos cuyas madres mueren cuando son jóvenes están expuestos a un estrés crónico durante toda su vida.
Sin embargo, ese estrés crónico, que tiene consecuencias nocivas para la salud, puede reducirse o incluso anularse si los huérfanos -en el caso de los humanos- se colocan en familias de acogida lo suficientemente jóvenes.
Ahora, este trabajo muestra que los chimpancés huérfanos inmaduros salvajes están muy estresados, especialmente cuando quedaron huérfanos a una edad temprana.
Sin embargo, los huérfanos que perdieron a su madre más tarde o cuando ya eran adultos, no estaban más estresados que otros individuos cuya madre seguía viva.
«Nuestros hallazgos contrastan con los estudios en humanos y muestran que los chimpancés huérfanos jóvenes se recuperan con el tiempo de la pérdida inicial de su madre, que es muy estresante», argumenta Roman Wittig, director del Proyecto Chimpancé Taï.
Estos chimpancés suelen cuidar o adoptar a los huérfanos, pueden cargar con ellos, compartir su comida y su nido por la noche o protegerlos de agresiones, según Witting, que no obstante señala que queda por comprobar si los chimpancés huérfanos se recuperan del estrés gracias al apoyo que les ofrecen otros chimpancés.
«El estrés que experimentan los chimpancés huérfanos en comparación con los no huérfanos no explica directamente su vida más corta y su menor número de crías, pero puede tener un efecto sobre otros factores importantes como el crecimiento durante los períodos críticos del desarrollo», explica por su parte Catherine Crockford.
El siguiente paso es descifrar qué es lo que las madres proporcionan a las crías que les ayuda a adelantarse a los chimpancés huérfanos. Puede ser que la presencia de la madre suponga una ganancia nutricional o una ventaja social, como la de amortiguar las agresiones de otros, o una mezcla de ambas, según Crockford. EFE
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