Los expertos avisan de que el Brexit es un proceso cambiante que durará para siempre
Judith Mora
Londres, 28 ene (EFE).- Lejos de estar resuelto, el Brexit o salida británica de la Unión Europea (UE) estará con el Reino Unido «para siempre», dada la continua necesidad de revisar los acuerdos bilaterales y mejorar la colaboración en asuntos como seguridad o cambio climático.
«Es un proceso amplio y complejo», dijo el director del centro de estudios UK in a Changing Europe (UKICE), Anan Menond, al presentar este martes un informe por el quinto aniversario de la ruptura, que se ejecutó el 31 de enero de 2020 tras un referéndum en 2016.
«La relación entre el Reino Unido y la UE seguirá cambiando, independientemente de que se revisen formalmente o no los textos jurídicos que la rigen, el Acuerdo de Retirada y el Acuerdo de Comercio y Cooperación», afirmó.
El estudio, elaborado por múltiples autores, aborda cómo, aunque perjudicial, el impacto económico del Brexit fue en algunos aspectos menor de lo esperado. Advierte también de que el Gobierno laborista será cauto a la hora de renegociar un nuevo acercamiento al bloque comunitario.
La futura relación con la UE
Desde su llegada al poder el pasado 4 de julio el Ejecutivo de Keir Starmer expresó su voluntad de estrechar la relación con los Veintisiete, pero, según los expertos, su planteamiento «es bastante vago».
Esto se debe en parte a que el primer ministro no quiere que el asunto vuelva a ser foco de debate, ya que ello le podría restar votos en favor del Partido Conservador o el populista de derechas Reform UK, opinaron.
La propuesta laborista de acercamiento se basa de momento en llegar a un pacto sanitario y fitosanitario para reducir la fricción comercial; mejorar el acceso de los artistas en gira; equiparar las cualificaciones profesionales y consensuar iniciativas de defensa.
«El regreso al mercado único, la unión aduanera y la libertad de movimiento están descartados», apuntó Simon Usherwood, quien subrayó que esto hará que cualquier nuevo acuerdo sea «pequeño en escala, más bien técnico y de impacto limitado».
Además, a diferencia de cuando se negociaron el acuerdo de retirada y el comercial, ahora no hay presión para avanzar con rapidez, agregó.
Con todo, hay numerosas oportunidades en los próximos meses para que el Reino Unido y la UE busquen puntos de encuentro, como una reunión informal de dirigentes europeos el 3 de febrero y una futura cumbre británico-comunitaria.
Los académicos avisaron de que persisten algunos obstáculos al acercamiento, como varias disputas legales sobre pesca y derechos de los ciudadanos comunitarios así como la ausencia de un acuerdo pos-Brexit sobre Gibraltar.
La posición de Starmer respecto a la UE también podrá verse afectada por los resultados de las elecciones municipales de mayo en el Reino Unido y por la estrategia que adopte el presidente estadounidense, Donald Trump.
Punción lenta de la economía
El efecto del Brexit en la economía británica no fue tanto un choque como una «punción lenta», valoró en la presentación de este martes el economista Jonathan Portas.
Si bien la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (que supervisa las finanzas públicas) aún estima que supondrá una reducción del 4 % de la productividad a largo plazo, hasta ahora la salida impactó menos de lo esperado.
Mientras que la exportación de bienes se redujo, la de servicios aumentó en un 7,5 % anual, convirtiendo al Reino Unido en una potencia solo por detrás de Estados Unidos, según el informe.
La marcha del club europeo sí rebajó notablemente los niveles de inversión en el país, pues el nuevo Fondo Nacional de Riqueza británico no iguala los recursos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Según los académicos, la «gran sorpresa» del Brexit fue que, contra pronóstico, el nuevo sistema migratorio, que dejó de priorizar a los ciudadanos comunitarios, impulsó el empleo y el crecimiento del producto interior bruto (PIB).
En el terreno político el Partido Liberal Demócrata, tercera fuerza parlamentaria, recuperó en los últimos días sus credenciales europeístas, reclamando un retorno a la unión aduanera y hacer un frente común contra Trump.
Según los expertos, esto significa que, en las siguientes citas con las urnas, Starmer se enfrentará no solo a la presión de la derecha eurófoba, sino también a la de los liberales proeuropeos. EFE
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