Los padres de Renzi serán juzgados en Italia por fraude

Roma, 10 mar (EFE).- La Justicia italiana procesará el próximo junio a los padres del ex primer ministro italiano Matteo Renzi, Tiziano Renzi y Laura Bovoli, por supuestos delitos de quiebra fraudulenta y emisión de facturas falsas de tres cooperativas.

Así lo ha decidido hoy un Tribunal de Florencia (norte de Italia), que ha fijado la primera audiencia para el próximo 1 de junio, según los medios locales.

Los padres de Renzi ya fueron condenados en octubre de 2019 a un año y nueve meses de cárcel, que no han cumplido por ser inferior a dos años y no tener antecedentes penales, por haber emitido facturas falsas en otro caso que se remontaba a 2015.

Ahora están imputados en el caso que investiga la quiebra de las cooperativas Delivery Service Italia, Europe Service y Marmodiv, en la que hay otra veintena de personas acusadas.

La Fiscalía de Florencia considera que Tiziano Renzi y Laura Bovoli fueron administradores de facto de las cooperativas investigadas, a través de personas de confianza o en todo caso condicionando las decisiones tomadas dentro de las mismas empresas.

Las tres cooperativas se habrían creado, entre otras, para permitir que otra empresa propiedad de la familia de Renzi tuviera empleados disponibles sin tener que asumir los costes de la seguridad social y las cargas fiscales, según los medios locales.

Además, habrían emitido facturas por transacciones inexistentes y alterado sus cuentas de resultados para maquillar sus balances antes de acabar en la quiebra.

Los padres de Renzi fueron puestos en arresto domiciliario en febrero de 2019 por estos delitos, pero poco después otro tribunal levantó la medida.

De forma paralela, en octubre de 2019 fueron considerados culpables por la Justicia italiana de emitir facturas falsas para un servicio de consultoría para el empresario Luigi Dagostino, que sí fue castigado a dos años de prisión.

La Justicia italiana determinó entonces que en 2015 los padres del actual líder y fundador del partido Italia Viva emitieron dos facturas, una de 20.000 y otra de 140.000 euros, por un servicio que nunca prestaron y con el propósito de evadir impuestos. EFE

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