Los precios desorbitados del alojamiento para la COP30 preocupan a Brasil

São Paulo, 24 ene (EFE).- Los precios del alojamiento en la ciudad amazónica de Belém, en Brasil, están desorbitados a menos de 300 días de acoger la Cumbre del Clima (COP30).

En el Gobierno reconocen que es «un problema», mientras trabajan para aumentar contra reloj la oferta de hospedaje en 26.000 nuevas camas.

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Se esperan 50.000 asistentes en la COP30, que se celebrará entre el 10 y el 21 de noviembre en un paraje urbano singular rodeado de selva amazónica. Pero la actual capacidad hotelera de Belém, capital del estado de Pará, es hoy de unas 20.000 camas.

El Gobierno ha puesto en marcha un plan para resolver ese déficit. Pretende construir nuevos hoteles, reformar otros, adaptar escuelas, cerrar acuerdos con plataformas como Airbnb y hasta atracar dos grandes cruceros en un puerto cercano a la ciudad.

Sin embargo, reservar alojamiento ahora para esas fechas es prohibitivo.

Según datos enviados por una agencia de viajes a EFE, el precio de un cuarto para las dos semanas de la COP30 en tres hoteles de la ciudad (Rede Andrade Docas, Hotel Riviera D’Amazonia Belém y Belém Soft Hotel) oscilaba entre los 70.000 y los 98.000 reales (12.000 y 16.500 dólares).

En el portal ‘Booking’ había una ‘oferta’ para alquilar un apartamento «de lujo» durante esos días por 2,7 millones de reales (450.000 dólares), según constató EFE, que intentó sin éxito ponerse en contacto con el propietario del inmueble.

El Gobierno ve «especulación»

El Gobierno brasileño reconoce que ha visto «un aumento desproporcionado de los valores de alquiler», que achaca a «un movimiento especulativo».

«Esto debe estabilizarse con el aumento de la oferta de camas en el que trabaja el Gobierno», señaló el secretario extraordinario para la COP30, Valter Correia, encargado de la logística de la cumbre y quien esta semana acompañó a una misión de la ONU por Belém para conocer los preparativos.

Fuentes oficiales brasileñas admitieron a EFE que los precios del alojamiento son hoy una «locura» y «un problema’ que el Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva va a tener que abordar.

El presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera en Pará, Antônio Santiago, también atribuye a la «especulación» la escalada de precios.

«Hay mucha gente queriendo cambiar de vida de la noche a la mañana», lamenta a EFE. Asegura que, «tras pasar esta fase inicial de euforia», los precios en la red hotelera terminarán a un nivel semejante a los vistos en la COP29 de Bakú.

«Caos inmobiliario», denuncian las ONG

Los problemas para encontrar hospedaje también son un quebradero de cabeza para la sociedad civil. Claudio Angelo, coordinador de Política Internacional del Observatorio do Clima, dijo que ellos han alquilado una casa de los parientes de unos amigos.

«Va a ser una fortuna, pero vamos a dividir el costo entre un equipo de 13 personas», señaló.

Angelo define la situación inmobiliaria de Belém, donde la mitad de la población vive en favelas, según la oficina de estadísticas del Gobierno, de «caos completo».

«Todo el mundo cree que la COP es una oportunidad para hacerse rico alquilando la casa por valores por los que podrías comprarla», opina Angelo, quien considera que el Gobierno regional de Pará «está siendo absolutamente negligente».

«Hay que intervenir pronto en los precios. En Egipto y Azerbaiyán, por ejemplo, se bloquearon todos los hoteles y el Gobierno empezó a regular la distribución de habitaciones a través de una plataforma», propuso.

La subdirectora de medioambiente de Human Rights Watch (HRW), Maria Laura Canineu, teme que los precios supongan «un gran obstáculo» de cara a una participación amplia y activa de los pueblos tradicionales y de la sociedad civil como un todo.

Pese a todo, Caetano Scannavino, coordinador de la ONG Projeto Saúde e Alegria, cree que la COP30 será «simbólica» al celebrarse en la Amazonía, una región que alberga buena parte de los pueblos indígenas, lo que «podría ser un factor más para ayudarnos a salir de la inacción». EFE

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