Los títulos imprescindibles de Paul Newman
Alicia García de Francisco
Madrid, 25 ene (EFE).- Cuando se cumplen cien años del nacimiento de una de las grandes estrellas de Hollywood, Paul Newman, es un buen momento para recordar algunos de los títulos más destacados de su larga filmografía.
‘Marcado por el odio’, 1956
Tras debutar en la perfectamente olvidable ‘El cáliz de plata’, a Paul Newman le llegó el papel del boxeador Rocky Graziano tras el fallecimiento de James Dean, que era el primer elegido para el trabajo. Su interpretación fue muy bien recibida e incluso empezaron a compararle con Marlon Brando.
‘La gata sobre el tejado de zinc’, 1958
Cuando se habla de belleza en el cine pocas parejas se pueden comparar a la que formaron Newman y Elizabeth Taylor en esta película que adaptó, tímidamente, una novela mucho más explícita de Tennessee Williams. Los dos hicieron unas soberbias interpretaciones que les valieron sendas nominaciones a los Óscar -primera para él, segunda para ella- pero ninguno se llevó la estatuilla.
‘El buscavidas’, 1961
Segunda nominación al Óscar para Newman por su papel de jugador de billar profesional, Eddie Felson, un personaje que repetiría 25 años después en ‘El color del dinero’, por la que ganaría su único premio de la Academia -además de uno honorario-. La película es un precioso espectáculo en blanco y negro que fue un gran éxito de crítica y pública cuando se estrenó.
‘Hud, el más salvaje entre mil’, 1963
Un personaje duro, borracho y violento que muestra una cara diferente de Newman en una película por la que su director, Martin Ritt, tuvo que luchar contra los productores de Paramount, que querían un ‘happy end’, para imponer su criterio y mantener el final, amargo y desesperanzado.
‘Harper, investigador privado’, 1966
Una película de los sesenta que se adelantó al estilo del cine de detectives de los setenta y que se inscribía en la tradición de cine negro de Hollywood, al estilo de las historias de Philip Marlowe (al que interpretó, entre otros, Humphrey Bogart). Y aunque se esperaba hacer toda una serie de Harper, solo se realizó una secuela, diez años después. Con el tiempo se ha convertido en un título mucho más valorado.
‘La leyenda del indomable’, 1967
Una de las películas más populares de Newman aunque solo sea por la cantidad de veces que todos hemos visto la escena en la que su personaje apuesta que puede comer 50 huevos cocidos. En realidad, el actor se comió 8 durante el rodaje, pero su imagen a punto de reventar por tamaña gesta se convirtió en mítica.
‘Dos hombre y un destino’, 1969
Primera colaboración de dos mitos del cine: Newman y Robert Redford, los dos rubios que más suspiros despertaban en el cine hasta la llegada de Brad Pitt. Una canción inolvidable -‘Raindrops keep falling on my head’, de Burt Bacharach, que se llevó el Óscar- y dos actores con una gran química convirtieron esta cinta en un título esencial de la historia del cine.
‘El golpe’, 1973
Segunda película de Newman y Redford, y de nuevo un título redondo. En este caso una historia llena de giros sobre dos encantadores timadores, que se llevó siete Óscar, aunque ninguno para sus protagonistas -solo Redford fue nominado- Y de nuevo una banda sonora maravillosa, a cargo de Marvin Hamlisch, que ganó la estatuilla.
‘El coloso en llamas’, 1974
No es seguramente una de las mejores películas de Newman, pero es un título emblemático del subgénero de cine de catástrofes y lleno de estrellas, como se estilaba en estas historias en aquella época, lo que dio un reparto espectacular -Steve McQueen, William Holden, Faye Dunaway, Fred Astaire y hasta O.J. Simpson-, tanto como las escenas del incendio.
‘Veredicto final’, 1982
Una película de abogados dirigida por el siempre eficaz Sidney Lumet y con guion de David Mamet que adaptaba una popular novela. Newman borda su papel de abogado alcohólico que encuentra en un caso aparentemente perdido su camino de redención.
‘El color del dinero’, 1986
Tras una carrera llena de grandes títulos, Newman recibió un Óscar de honor en 1986, con el que la Academia de Hollywood saldaba una deuda histórica. Pero al año siguiente Martin Scorsese recuperó el personaje de Eddie Felson en una continuación de ‘El buscavidas’ que le supuso su primera estatuilla en su séptima nominación. No fue su mejor interpretación pero era de justicia que se le premiara con algo más que un reconocimiento honorífico.
‘Camino a la perdición’, 2002
Aunque tras ‘El color del dinero’, todos daban por acabada su carrera, aún participó en varias películas destacables, especialmente ésta a las órdenes de Sam Mendes, en la que interpretó a un capo de la mafia irlandesa en el Chicago de los años 30, que se debate entre la defensa de su hijo biológico y el amor por Michael Sullivan (Tom Hanks), huérfano al que crió y trató como propio.
Una película que fue el cierre de una brillante trayectoria que le convirtió en uno de los actores más amados de la historia del cine. Y sí, fue nominado al Óscar otra vez, de nuevo sin suerte. EFE
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