Los talibanes condenan la masacre contra turistas en la Cachemira india

Kabul, 23 abr (EFE).- El Gobierno de facto talibán de Afganistán emitió este miércoles una condena formal al ataque contra un grupo de turistas en el valle de Pahalgam, en la disputada región de Cachemira, al norte de la India, donde 28 personas perdieron la vida y al menos una decena resultaron heridas.

«El Ministerio de Asuntos Exteriores del Emirato Islámico de Afganistán (como se denominan los talibanes) condena enérgicamente el reciente ataque contra turistas en la región de Pahalgam, en Jammu y Cachemira, y expresa su pésame a las familias afectadas», declaró Abdul Qahar Balkhi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores talibán, en un comunicado oficial.

«Este tipo de incidentes menoscaban los esfuerzos destinados a garantizar la seguridad y la estabilidad regionales», añadió Balkhi, subrayando la preocupación del gobierno talibán por la paz en la zona.

La declaración del gobierno talibán llega en un momento en el que régimen busca reconocimiento y legitimidad internacional tras su retorno al poder en Afganistán en 2021. La condena de un ataque en una región con conexiones históricas con grupos militantes es un paso significativo en este sentido.

La región de Cachemira ha sido escenario de una insurgencia armada contra el gobierno de Nueva Delhi desde 1989, un conflicto que ha causado decenas de miles de muertes. La India acusa a Pakistán de apoyar a los grupos insurgentes, que Islamabad niega consistentemente.

Aunque Afganistán no es un actor directo en el conflicto de Cachemira, su compleja relación histórica con Pakistán ha influido indirectamente en la dinámica regional. Durante décadas, Pakistán ejerció una notable influencia en Afganistán, especialmente a través de vínculos con movimientos islamistas, incluyendo a los propios talibanes.

Esto generó históricamente suspicacias en Nueva Delhi y entre otros actores regionales.

Sin embargo, en los últimos años, los talibanes han mostrado una intención de distanciarse de este entramado histórico y proyectar una imagen más acorde con las normas diplomáticas internacionales.

La condena del ataque en Cachemira por parte del gobierno talibán no solo busca transmitir una imagen de responsabilidad internacional, sino también marcar distancia de viejas alianzas y narrativas que los vinculan con la inestabilidad regional. EFE

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