Más de 200 mercenarios europeos llegan a Ruanda desde la RDC tras rendirse ante el M23
Kigali, 29 ene (EFE).- Más de 200 mercenarios europeos que apoyaban al Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) cruzaron este miércoles de la ciudad congoleña de Goma (noreste) a territorio ruandés tras rendirse ante el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que tomó la urbe este lunes.
El ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe, confirmó la llegada de esos mercenarios al punto fronterizo de la ciudad de Gisenyi, en el oeste del país.
«Tras su derrota y la caída de Goma, los mercenarios huyeron a un recinto de la Monusco (misión de paz de la ONU en la RDC), donde los cascos azules de la ONU los protegieron», explicó Nduhungirehe en su cuenta de la red social X.
«Sus gobiernos pidieron a Ruanda que facilitara su evacuación, a través de Kigali, lo que aceptamos», señaló el jefe de la diplomacia ruandesa, sin dar cifras, aunque el conglomerado de medios públicos Rwanda Broadcasting Agency (RBA) cifró en hasta 288 el número de mercenarios, muchos de ellos de nacionalidad rumana.
«Ruanda fue el único país del mundo que alertó sobre el reclutamiento y la utilización de mercenarios europeos por parte del presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, en total violación de una Convención de la OUA (Organización para la Unidad Africana, antecedente de la Unión Africana actual) de 1977 y una Convención de las Naciones Unidas de 1989», dijo el ministro.
Según Nduhungirehe, «ni el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni la Unión Europea, y mucho menos los países de origen de estos mercenarios, han condenado nunca la externalización de esta guerra por parte del Gobierno de Kinsasa».
En imágenes emitidas por RBA, se ve a los mercenarios formados en filas, con pertenencias a sus pies, antes de ser cacheados por policías ruandeses.
Tras ser registrados, subieron a varios autobuses para ser trasladados al Aeropuerto Internacional de Kigali con el fin de ser devueltos a su países.
Este lunes, el M23 -un grupo armado formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- tomó la estratégica ciudad de Goma, capital de la provincia congoleña de Kivu del Norte, después de varios días de intensos enfrentamientos con el Ejército congolés y sus milicias aliadas.
Esta escalada del conflicto ha generado un aumento de la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno de la RDC acusa al ruandés de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco). EFE
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