Mañana se dicta sentencia en el juicio del ruandés Paul Rusesabagina

Kigali, 19 sep (EFE).- Un tribunal de Ruanda dictará mañana, lunes, sentencia en el juicio de Paul Rusesabagina, el exgerente que inspiró la película «Hotel Ruanda» sobre el genocidio de 1994 y sobre el que pesan cargos de terrorismo, por los que la fiscalía del país africano pide para él cadena perpetua.

Culminará así, de momento, el largo periplo iniciado el 31 agosto de 2020, cuando la justicia ruandesa arrestó a Rusesabagina en el aeropuerto internacional de Kigali, si bien la familia y sus abogados han denunciado que fue «secuestrado, desaparecido y entregado irregularmente de Dubái a Ruanda».

Sobre Rusesabagina, de 66 años, pesan nueve cargos relacionados con terrorismo por liderar el Frente de Liberación Nacional (FLN), brazo armado de su partido, el Movimiento de Ruanda por el Cambio Democrático (MRCD).

Esos cargos incluyen formación de un grupo armado irregular, pertenencia a un grupo terrorista y financiación del terrorismo, así como asesinato, secuestro y robo a mano armada como acto de terrorismo.

En septiembre de 2020, el exgerente reconoció ante la justicia ser el fundador del FLN pero negó estar involucrado en sus crímenes.

Rusesabagina, procesado junto a otros veinte sospechosos, no se ha declarado culpable de los cargos y sostiene que su caso tiene motivaciones políticas por sus críticas al presidente ruandés, Paul Kagame.

Entre los acusados figuran dos exportavoces del FLN, Callixte Nsabimana y Herman Nsengimana, bajo custodia policial por ataques cometidos en 2018.

El exgerente está siendo juzgado «in absentia» desde marzo tras negarse a comparecer ante la corte ruandesa porque, según declaró en su última comparecencia ante el tribunal el día 12 de ese mes, sus derechos no estaban «siendo respetados» y no tendría un juicio justo.

Su familia y abogados aseguran que su salud se ha deteriorado desde su arresto el año pasado y que ha expresado su temor de morir de un derrame cerebral.

Recientemente, el Gobierno de Ruanda declaró inmigrante irregular y deportó al abogado belga Vincent Lurquin, representante de Rusesabagina por incumplir las las condiciones de su visado.

Según Lurquin, las autoridades ruandesas le habían impedido el acceso a su cliente hasta que Bélgica abandonara las investigaciones que mantiene sobre Rusesabagina (quien tiene nacionalidad belga) desde 2018, cuando Ruanda le pidió al país europeo que investigara presuntos crímenes del acusado.

UN HÉROE CUESTIONADO

El que fuera gerente del hotel más famoso de Ruanda, que albergó a más de 1.000 tutsis y hutus durante el genocidio para salvarlos de los hutus extremistas, contaba con una orden de arresto internacional acusado de crímenes como asesinatos y secuestros de civiles ruandeses.

Tras permanecer en prisión preventiva y ver denegada en varias ocasiones su petición de libertad condicional, el juicio por terrorismo de Rusesabagina comenzó el pasado 17 de febrero en la Sala del Tribunal Superior de Delitos Internacionales y Transfronterizos de Kigali.

Rusesabagina se había convertido en un opositor muy crítico con el presidente del Ruanda, Paul Kagame, por lo que vivía en el exilio entre Bélgica y Estados Unidos, donde creó una fundación que promueve la reconciliación para evitar nuevos genocidios.

La labor del exgerente inspiró la célebre película «Hotel Ruanda» (2004), basada en la historia de este influyente hombre de negocios hutu, casado con una mujer tutsi.

En 2005, el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, le otorgó la Medalla Presidencial a la Libertad por su heroísmo.

Sin embargo, la asociación de víctimas del genocidio Ibuka asegura que su rol de salvador en la matanza se ha exagerado y sus críticos señalan que salvó a tutsis en el hotel a cambio de dinero.

El genocidio empezó el 7 de abril de 1994 tras el asesinato el día anterior de los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y Burundi, Cyprien Ntaryamira (ambos hutus), cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre Kigali.

Los magnicidios (de los que el Gobierno ruandés acusó a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés, de Kagame) desató la matanza de unos 800.000 tutsis y hutus moderados en poco más de tres meses, uno de los peores genocidios de la historia reciente. EFE

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