Después de Francia, Xi Jinping continúa su gira europea en Serbia
Después de conversar con Emmanuel Macron entre las molduras doradas del Palacio del Elíseo y los paisajes nevados de los Pirineos franceses, el presidente chino, Xi Jinping, llegó el martes por la noche a Serbia para continuar su primera gira europea después del covid.
El mandatario chino «llegó a Belgrado en un avión especial la noche del 7 de mayo para realizar una visita de Estado» en el país balcánico, informó la televisión estatal china CCTV.
En la segunda jornada de su visita, el presidente Macron se llevó a su par chino a los Pirineos, en el sudoeste de Francia, para entablar un diálogo más directo sobre Ucrania y los diferendos comerciales.
Ambos dirigentes, acompañados de sus esposas, llegaron a principios de la tarde al Col du Tourmalet, mítica ascensión del Tour de Francia, donde, a 2.115 metros de altitud, el tiempo era todavía invernal.
Las parejas presidenciales, cobijadas de la nieve bajo grandes paraguas negros, fueron acogidas por mujeres ataviadas con trajes tradicionales que bailaban, brazos en alto, al ritmo marcado por una flauta y un acordeón.
Peng Liyuan, la esposa de Xi, siguió el ritmo con las manos.
Macron pidió una foto de recuerdo antes de entrar en el restaurante de su amigo ganadero Éric Abadie y de ofrecer a su invitado varios regalos: mantas de lana de los Pirineos, una botella de brandy armagnac, boinas, una remera amarilla del Tour…
«Sé que te gusta el deporte (…) Estaríamos encantados de tener corredores chinos en el Tour», dijo Macron a Xi.
El mandatario chino prometió promocionar el jamón local y confesó que le gustaban «mucho los quesos».
– «Competencia leal» –
Con esta etapa pirenaica, el dirigente liberal buscó corresponder a Xi, quien le organizó una ceremonia del té en 2023 en Cantón en la residencia oficial donde su padre vivió cuando era gobernador provincial.
«La secuencia de hoy encarna esta intimidad que buscábamos entre ambos dirigentes para mantener un diálogo amistoso, pero también muy franco», se felicitó la presidencia francesa, sin dar más detalles.
Esto contrasta con la bienvenida con gran pompa la víspera en París, donde no escondieron sus diferencias sobre el comercio.
El francés pidió el lunes «un marco de competencia leal» entre China y la Unión Europea, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presente en una de las conversaciones, advirtió que tomarían «decisiones firmes» para «proteger» la economía europea.
Von der Leyen denunció por ejemplo la llegada a la UE de autos eléctricos chinos masivamente subvencionados.
«El denominado ‘problema de sobrecapacidad de China’ no existe ni desde la perspectiva de la ventaja comparativa ni a la luz de la demanda mundial», respondió el dirigente comunista.
En cuanto a Ucrania, Xi se mostró más conciliador, al reafirmar su voluntad de trabajar por una solución política. Además, apoyó una «tregua olímpica» de todos los conflictos durante los Juegos previstos en julio y agosto en París.
Según una fuente diplomática francesa, esta tregua podría servir para lanzar un proceso político tras más de dos años de conflicto en Ucrania.
París quiere que Pekín, principal aliado de Rusia, presione a Moscú para poner fin a la guerra, pero se dice consciente de las pocas posibilidades de un rápido resultado. Xi debe recibir próximamente a su par ruso, Vladimir Putin.
– «Seducción» –
El presidente francés también abordó el lunes con su par chino la delicada cuestión de los derechos humanos, en especial «algunos casos individuales», indicó su oficina.
El Col du Tourmalet está «vinculado directamente a la historia muy personal» de Macron, que pasó muchas vacaciones en casa de sus abuelos en la zona, explica su entorno.
«La diplomacia de Emmanuel Macron siempre ha apostado, quizás de manera excesiva, por el poder de seducción», analiza Bertrand Badie, especialista en Relaciones Internacionales en la universidad Sciences Po.
«Pero esto significa no conocer bien a Xi Jinping, que no es un gran sentimental», advierte.
El mandatario chino abandonó Francia por la tarde en dirección a Serbia, la segunda etapa de su gira europea que terminará en Hungría.
El viaje a Belgrado coincide con el 25º aniversario del bombardeo mortal de la OTAN contra la embajada de China en Yugoslavia en 1999, que fue atribuido a un error de cartografía de la CIA.
«Nunca debemos olvidar esto. El pueblo chino ama la paz, pero no permitiremos nunca que una historia tan trágica se repita», dijo Xi en el diario serbio Politika.
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