Malena Díaz y su tributo al maíz: Arte, raíces y vida

Alida Juliani

Madrid, 16 feb (EFE).- Amanece en la Hacienda Santa Bárbara en Tlexaca, México, llega el sol, atrapa con sus colores, y la fotógrafa y antes fotoperiodista Malena Díaz disfruta de esa bella estampa. Ese es uno de los momentos por los que ella – «no tengo ya mayor cuenta pendiente», dice – ha decidido entregar su arte y su profesión a su tierra y a lo que sus ancestros le legaron: el cultivo del maíz.

Hablar de Malena Díaz no es solo hablar de su última exposición en Madrid, ‘La Trenza’, es hablar de ancestros, de cultura, de raíces, de preservación, términos que le atraparon tanto que enfocó su vida y producción fotográfica en ellos, y que lleva a quienes la contemplan a lo mas profundo de la sangre mexicana.

En ‘La Trenza’, que acoge el Instituto Cultural de México en España, Díaz rinde homenaje a las historias de vida que se tejen alrededor del maíz: desde quienes lo siembran hasta quienes lo consumen. La muestra destaca la relación profunda entre la artista y los campos de cultivo y el maíz, elementos esenciales de la identidad mesoamericana.

«El maíz es una semilla viva que une a la gente, porque se intercambian semillas y alimentos que se cosechan en diferentes épocas del año, el maíz es una forma de vida, no una moda», asegura la mexicana en una entrevista con EFE en la que comparte imágenes de su hacienda, de los campos con las mazorcas en crecimiento bajo el volcán La Malinche.

Y por eso, las fotografías que hace «simplemente documentan la forma de vida que llevan los campesinos y mi interacción con ellos», remarca Díaz que afirma rotunda: «Me sorprende la naturaleza, me gusta contemplarla, es lo que me ha dado hacer fotos de maíz».

En la hacienda tiene reservado un rincón para su propia galería, un espacio en el que exhibe su obra, que ha recorrido más de 300 exposiciones en México y el extranjero.

«Hay momentos en que exploro puestas en escena más artísticas porque si fuera pintora plasmaría los sueños que tengo del campo, y tiene que ver con la conexión total de la milpa (un sistema agrícola tradicional que se caracteriza por el policultivo) y los seres que la habitan», explica.

Serpientes, conejos, camaleones en peligro de extinción, abejas, murciélagos, caras de niños, aves y más el cielo, la luna, los amaneceres «dando su energía para que crezca la planta es magia pura, alquimia, como hacía (la pintora española) Remedios Varo, yo con maíz. Pero solo hago fotos y mis puestas en escena son más sencillas», matiza.

Sorprendida por la naturaleza: «me gusta contemplarla»

«Me sorprende la naturaleza, me gusta contemplarla, es lo que me ha dado hacer fotos de maíz,», señala Díaz, quien vive rodeada de campos de cultivo «y lo disfruto mucho».

«En la hacienda Santa Bárbara donde está la galería hay una capilla del siglo XXVII y de la azotea puedes mirar árboles y cultivos de maíz, no sé cuánto va a durar porque el progreso para la mente humana es construir más edificios y negocios. Muy pocos empresarios o millonarios hacen desarrollos de bosques o espacios naturales», se lamenta.

Pero cree que la inversión a la naturaleza y la recuperación de suelos será el negocio «más rentable. Ahora mismo lo estamos viendo con los bonos de carbono».

«La naturaleza es nuestro único camino como seres humanos», asevera Díaz que ha convertido también su galería en un taller donde aprender a desgranar, hacer oloteras (con las que separar los granos en la mazorca de maíz seco) y nixtamalizar, es decir, cocer el maíz con agua y cal, paso previo a la masa que dará lugar a las conocidas tortillas.

Luego «mueles en metate (el mortero en piedra tallada empleado por las culturas mesoamericanas), haces tus tortillas y comes lo que te preparaste», añade.

La Ruta del Maíz

‘La Trenza’ es uno de los ejemplos del trabajo de esta artista que está incluido en la ‘Ruta del Maíz’, que comenzó en 2022 y sigue su camino en los Hoteles Misión, en los que se llevarán a cabo una serie de degustaciones y exposiciones para acercar a la gente al maíz y a los productores de su región.

«Y en el Museo de la Isla en Cozumel habrá una sala permanente de mi obra, que se llama ‘Los hijos del maíz’ a partir de mayo «, aclara Díaz.

Antes, desde marzo la fotógrafa expondrá también en el Hotel Camino Real de Puebla una selección de su diversa obra sobre el maíz. EFE

ajs

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