Maratón de síes en Tailandia para marcar la puesta en marcha del matrimonio igualitario

Héctor Pereira

Bangkok, 23 ene (EFE).- Tailandia ha marcado este jueves la entrada en vigencia del matrimonio igualitario con un maratón de registros de parejas LGTBI que desde ahora son iguales que las heterosexuales ante la ley, un hito que el país del Sudeste Asiático ha celebrado con pompa y orgullo, luego de años de luchas del colectivo.

Como estaba previsto, las primeras uniones fueron oficializadas a partir de las ocho de la mañana (1.00 GMT) en todos los distritos del país, con especial concentración en un centro comercial de Bangkok, donde el Gobierno activó a una veintena de registradores para despachar con rapidez las solicitudes de matrimonio.

En un amplio salón, cada una de las parejas fue tomando su turno ante los notarios, un paso que se concretó respetando la privacidad de sus identidades, para luego posar como recién casados ante las cámaras de decenas de medios de comunicación que documentaron el día en que Tailandia se convirtió en el primer país del Sudeste Asiático con matrimonios igualitarios legalizados.

Es el tercer territorio de Asia en el que se ha cristalizado este avance, con el que el Ejecutivo prevé impulsar aún más el turismo internacional en un año en el que esperan la visita de 40 millones de extranjeros.

Solo en el primer día en que es posible oficializar estas uniones en Tailandia, algunas parejas de India y Vietnam -donde el matrimonio igualitario no está permitido- contrajeron nupcias en el centro comercial, en el que tuvieron que presentar documentos de identidad y certificados de soltería de sus respectivos países.

Para los tailandeses, que se mostraron orgullosos durante toda la celebración, el trámite fue más sencillo, pues solo debieron mostrar sus documentos de identidad y expresar sus síes, para luego compartir con familiares y amigos, que abarrotaron un área del establecimiento comercial.

Una de esas parejas, con diez años de noviazgo, dijo a EFE que hoy es un día muy importante para ellas, pues habían conseguido algo que era impensable en toda Asia cuando empezaron su relación.

«Me alegro mucho que la ley del matrimonio igualitario haya sido aprobada en Tailandia, y también me siento feliz por todas las parejas que ahora tienen el derecho de vivir juntas y bajo la ley», expresó Nueng, tomada de la mano con su ahora esposa y acompañada por su madre.

Orgullo

Vistiendo los tradicionales trajes blancos de novia o diseños con colores típicos de la cultura tailandesa, las parejas que se reunieron en el acto masivo de Bangkok vivieron su día especial, en algunos casos en solitario, pero muchas de ellas acompañadas por sus padres, amigos o hijos.

La celebración, a juzgar por la cantidad de banderas LGTBI y de consignas a favor del movimiento, se asemejaba a uno de los desfiles del Orgullo que se celebran en junio, y así lo asumieron algunos de los recién casados, que protagonizaron una suerte de pasarela frente a periodistas y curiosos al ritmo de la música y los aplausos.

Jóvenes que acaban de alcanzar la mayoría de edad y adultos mayores se apuntaron por igual a este maratón de bodas, cuya programación incluyó discursos del exprimer ministro de Tailandia, Srettha Thavisin, y del gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, entre otras autoridades y personalidades.

Artistas locales regalaron una serenata y presentaron una coreografía ante quienes contrajeron nupcias, que luego subieron a la tarima para exhibir sus certificados de matrimonio y posaron junto a un puñado de embajadores y aliados del colectivo.

El acto central terminó con el mismo ímpetu festivo con que había comenzado, bajo miles de confetis y entre gritos de celebración de quienes desearon durante años poder casarse y tuvieron que esperar desde junio, cuando fue aprobada la ley en el Parlamento, para que la burocracia pusiera a andar toda su arquitectura a favor de la igualdad.

Una vez cierren los registros este jueves, se abrirá el telón de un recital de celebración, el que se de a conocer el balance del número de matrimonios computados hoy, un total que podría dar a Tailandia un récord Guinness para uniones entre personas del mismo sexo. EFE

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