Cientos de marroquíes protestan de nuevo en Castillejos por cierre frontera
Fatima Zohra Bouaziz
Castillejos (Marruecos), 12 feb (EFE).- Cientos de manifestantes marroquíes salieron esta tarde a la calle en Castillejos, en el norte del país, por segunda vez en una semana para reclamar la apertura de la frontera con la vecina Ceuta y alternativas al contrabando de mercancía ante la grave crisis vivida desde hace más de un año.
«Qué vergüenza, Castillejos en peligro», «Abajo la aduana» fueron algunas de las consignas coreadas por los manifestantes, principalmente niños, adolescentes y mujeres que se congregaron cerca de la gran mezquita, en el corazón de la localidad.
Las fuerzas de seguridad no actuaron y se limitaron a tener una discreta presencia aunque con un fuerte despliegue, aunque a lo largo de la jornada más de una decena de furgones policiales se dirigieron a Castillejos desde otras ciudades para reforzar la seguridad.
Estas protestas se producen tras otras organizadas el pasado viernes por la noche en la misma localidad y que degeneraron entonces en disturbios que se saldaron con varios heridos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, y con cuatro detenidos actualmente perseguidos judicialmente.
LA CRISIS DE LA FRONTERA
Las protestas y el sentimiento de crisis dominan las tertulias y conversaciones de los habitantes estos días, tras los llamamientos a manifestarse surgidos desde cuentas anónimas en las redes sociales para denunciar la crítica situación en Castillejos (Fnideq en árabe) así como en las ciudades cercanas de la costa mediterránea como M’Diq y Martil.
Los llamamientos reiteraban la crisis económica que sufre la ciudad desde el fin del contrabando de mercancía en octubre de 2019, agravado por las consecuencias del cierre de la frontera terrestre con Ceuta desde el pasado marzo, así como la falta de alternativas económicas a una población que ha vivido siempre del tránsito fronterizo.
«Castillejos y las otras localidades están paralizadas, no hay movimiento comercial ni turismo. La gente está empezando a vender sus bienes para subvencionar sus necesidades», comentó a Efe Younes, un vecino de la zona.
Al menos 600 comercios se cerraron en esta ciudad que vive principalmente de esta actividad, subrayó Younes, muy implicado en la lucha vecinal.
Las principales calles de Castillejos y el mercado principal Al Masira aparecían hoy casi desérticos en un escenario poco habitual para una ciudad que tradicionalmente vivía del comercio casi a lo largo de todo el año.
También en la vecina Mdiq (Rincón, una ciudad volcada al turismo), los restaurantes están casi vacíos y se pelean por atraer a cualquier cliente que aparezca.
«Si seguimos así, vamos a cerrar antes del junio», deplora el gerente de un restaurante de mariscos que a causa de la crisis actual se obligó de reducir significativamente su personal y limitar la apertura a cuatro días por semana.
Varios observadores consultados por Efe coincidieron en el que el fin abrupto del contrabando combinado al inesperado impacto negativo de la crisis sanitaria del coronavirus agravó la situación en esta zona norteña ante la falta de alternativas.
Un reciente informe regional de la ONG feminista Assaida al Horra para la Ciudadanía e Igualdad de Oportunidades, con sede en Tetuán, indicó que como consecuencia del cierre del puesto fronterizo de Tarajal II (por el que transitaba el contrabando) una gran cantidad de personas se encontraron de golpe buscando trabajo en un mercado limitado.
Según estimaciones de la ONG, entre 8.000 y 10.000 personas se dedicaban al contrabando de productos cuyo valor se estimaba en 2016 en 5.600 millones de dirhams (500 millones de euros).
La expresidenta de la ONG, Zahra Dghoughi, explicó a Efe que varias mujeres que se dedicaban al porteo vieron degradarse sus condiciones de vida: algunas fueron expulsadas de sus casas y a otras les han cortado el agua y la electricidad.
ALTERNATIVAS A MEDIO PLAZO
La actual situación ha llevado al gobierno a acelerar varios proyectos económicos que puedan generar empleos y mitigar la crisis.
En los pasados días, se celebraron reuniones maratonianas encabezadas por la Wilaya (gobierno civil) de la región y otros actores económicos y de la sociedad civil para acelerar la puesta en marcha de un «plan integrado» destinado a estas zonas damnificadas con proyectos de un valor de 400 millones de dirhams (37 millones de euros).
El proyecto más significativo es el de la Zona de actividad económica de Castillejos, que prevé como primera fase construir 33 depósitos comerciales de 600 o 1.000 metros cuadrados sobre una superficie inicial de 10 hectáreas.
Fuentes cercanas al proyecto señalaron a Efe que el 10 % se ha realizado hasta ahora y se prevé que se complete en un plazo de ocho meses o un año.
Esta zona recibirá mercancía al por mayor del cercano megapuerto de Tanger Med para distribuirla más tarde al mercado nacional o internacional.
Las mismas fuentes añadieron que un número significativo de inversores, concretamente en el sector agrolimentario y textil, manifestaron su interés por los depósitos.
Subrayaron también que las autoridades han previsto medidas urgentes para la inserción laboral de una parte de la población vulnerable de la zona con sesiones de formación y acompañamiento de proyectos de autoempresarios.
A ellos se añaden los proyectos llamados «Tetouan Shore» y «Tetouan Park» en la localidad de Martil destinados al offshoring y que serán destinados a las actividades de industria agroalimentaria, transformación de los productos del mar y el textil. EFE
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