Merz, ganador de las elecciones alemanas, matiza su política para restringir la migración

Berlín, 28 feb (EFE).- El candidato a la cancillería del bloque conservador que ganó los comicios generales del pasado domingo en Alemania, Friedrich Merz, matizó este viernes en una entrevista algunos de los puntos más polémicos de su controvertido plan presentado durante la campaña para restringir la migración.

«En las negociaciones de coalición hablaremos sobre lo que es posible (consensuar) con los socialdemócratas», afirmó Merz en una entrevista con el diario ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, aunque durante la campaña había asegurado que su programa era innegociable y que quien quisiera coaligarse con su bloque debería aceptarlo.

Uno de los puntos más controvertidos de su plan pasaba por cerrar las fronteras de facto a los solicitantes de asilo, lo que implica no permitirles franquear el límite terrestre, aunque el derecho europeo prevé que se debe verificar si otro país comunitario es responsable de ellos y de lo contrario tramitar su petición.

«Nadie ha hablado de cerrar las fronteras. Se trata de controles fronterizos y de negar el ingreso a las personas que quieren entrar a Alemania de forma ilegal, es decir, sin los documentos correspondientes», reiteró el líder democristiano, como ya había apuntado esta semana en una rueda de prensa.

«Esto ya ocurre ahora mismo, con la excepción de que quienes gritan ‘asilo’ generalmente pueden entrar», reconoció Merz, que abogó sin embargo por incrementar el número de personas que son rechazadas en las fronteras, incluidos potenciales refugiados.

«Por una parte vemos un riesgo extraordinario para la seguridad y el orden públicos debido a los numerosos actos graves de violencia y atentados de los últimos meses. Pero también debido a la masiva sobrecarga de los ayuntamientos hay una necesidad urgente de actuar», justificó.

Según Merz, el derecho migratorio comunitario no está siendo respetado por buena parte de los países miembros, por lo que no puede tener primacía sobre el derecho alemán, que en su interpretación permite rechazar a los solicitantes de asilo en la frontera.

Otro aspecto esencial de su plan pasaba por mantener detenidos a todos aquellos extranjeros con la obligación de abandonar Alemania, hasta que pudiese efectuarse la expulsión, aunque más tarde matizó que al menos habría que aplicarlo a los criminales o individuos peligrosos para la seguridad.

«No veo ninguna relativización. Se trata de que aquellos que deben marcharse lo hagan. Todo lo demás lo hablaremos en las negociaciones de coalición», afirmó , al ser preguntado en la entrevista.

El aspirante a la cancillería también admitió que su Gobierno podría tolerar en ocasiones recibir los apoyos de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), segunda fuerza en las elecciones, para sacar adelante votaciones en el Bundestag o Cámara Baja, como ya hizo su bloque conservador desde la oposición el pasado mes de enero.

Reiteró que esto no constituye «cooperación» con AfD, la cual él rechaza tajantemente, y que «hay que lidiar con las nueva proporción de mayorías en el Bundestag», donde un hipotético gobierno de conservadores y socialdemócratas carecería de la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar ciertas iniciativas.

El bloque de Merz y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz emprendieron este viernes las primeras conversaciones preliminares para explorar la negociación de un Gobierno de coalición. EFE

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