Miles de personas reciben al nuevo líder sirio en Latakia, la ciudad natal de Al Asad
Damasco, 16 feb (EFE).- Con gritos de «Alahu Akbar» (Dios es el más grande) miles de personas recibieron este domingo al presidente sirio, Ahmed al Sharaa, en su primera visita a Latakia, ciudad natal de la ya depuesta familia Al Asad que gobernó Siria durante más de cinco décadas.
Al Sharaa, líder de la coalición que el pasado 8 de diciembre acabó con el gobierno de Al Asad, llegó a la ciudad mediterránea en un convoy de vehículos que se trasladaba lentamente en una de las principales avenidas de Latakia, rodeado por miles de personas a pie que se congregaron para recibirle.
Canales de televisión sirios y árabes difundieron imágenes de la comitiva y del coche negro todo terreno en el que viajaba el nuevo presidente, al que rodeaba una multitud de sirios, mientras otras decenas de personas subieron a coches en marcha o aparcados, así como edificios e incluso postes de luz para poder observarlo y sacar imágenes y selfies con sus móviles.
La visita a Latakia, la capital de la estratégica gobernación homónima, es la segunda de una serie de viajes a ciudades sirias del presidente sirio, quien hace poco menos de un mes asumió el cargo formal mientras se desarrolla el proceso de transición del país.
El primer viaje de este tipo fue este mismo sábado en Idlib (norte) donde su grupo, el islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS, en árabe) – cuya milicia armada ha sido integrada en el nuevo Ejército sirio-, había establecido un Gobierno estable a partir de 2017.
Desde Idlib el HTS lideró la alianza de facciones islamistas y nacionalistas que el 27 de noviembre pasado lanzó una ofensiva relámpago que consiguió entrar en Damasco el 8 de diciembre, acabando con el régimen de Bachar al Asad (2000-2024) tras cerca de catorce años de guerra civil.
La Familia Al Asad, cuyo gobierno comenzó en 1971, cuando el padre de Bachar -Hafez al Asad- asumió el poder en el país, es oriunda de la localidad de Al Kardaha, en el oeste de Latakia, donde son mayoritarios los alauíes, la rama del islam chií a la que pertenece el depuesto dictador.
Se cree que Bachar al Asad huyó de Siria, tras la caída de Damasco, utilizando la base militar que Rusia tiene en Latakia, donde se concedió asilo político en Moscú.
Tras tomar el control de Damasco, la coalición de Al Shaara tardó algunas semanas antes de iniciar una operación militar «contra remanentes del antiguo régimen» en varias aldeas de Latakia para imponer su control total en esa zona, y también en la vecina Tartus, donde abrió varios centros de reconciliación con miembros de órganos de seguridad de Al Asad. EFE
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