Monjas españolas excomulgadas abrirán un restaurante para afrontar sus apuros económicos
Oviedo (España), 18 feb (EFE).- Las monjas del Monasterio de Santa Clara de Belorado (España) que fueron excomulgadas por enfrentarse a la estructura de la Iglesia católica están preparando la apertura de un restaurante con el que esperan poder afrontar sus problemas económicos mientras se resuelve la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado.
Las dieciséis religiosas de la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara rompieron con el Vaticano después de que la Iglesia les impidiera vender el monasterio en el que viven para comprar otro.
Este desencuentro hizo que decidieran situarse bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un católico excomulgado en julio de 2019 y fundador de la secta Pía Unión de San Pablo Apóstol.
La decisión originó el cisma y el enfrentamiento subió de tono cuando recibieron la notificación de deshaucio del monasterio que habitan.
«Se nos están cerrando unas puertas y tenemos que abrir otras. Tenemos que facturar para generar recursos y poder vivir. En tiempo de guerra, uno tiene que salir adelante con lo que tiene», dijo la exmonja Sor Berit, en el perfil en redes sociales de su jefe de prensa, Francisco Canals.
Las exclarisas alquilaron recientemente el hotel ‘Ribera del Chicu’ en Asturias (norte de España) por 1.600 euros mensuales y están inmersas en intensas jornadas de trabajo para abrir un establecimiento hostelero que ya ha recibido licencia de apertura y numerosas solicitudes de reserva.
Las exmonjas dedicarán una parte del hotel a su residencia y otra será para ubicar el restaurante, en cuya cocina estarán las hermanas y el comedor será atendido por seglares, explicó Sor Berit, una de las religiosas que participan en el proyecto que nace como una solución temporal a sus problemas económicos
Mientras tres hermanas se encargarán del local para poder hacer frente a sus gastos económicos, el resto se quedará en el convento y realizará tareas de apoyo en el establecimiento cuando sea necesario.
Tras agradecer el apoyo recibido por parte de los vecinos de la zona, sor Berit subrayó que están inmersas «con muchísima ilusión» en este proyecto gastronómico que combinará platos tradicionales y recetas propias.
Las monjas, que son famosas por la calidad del chocolate que elaboran, también pondrán en marcha un obrador de dulces.
Además han comprado de un terreno de 7.000 metros cuadrados, próximo al local, que se destinará a la cría y el entrenamiento de perros, para desarrollar proyectos, por ejemplo, de atención a mujeres maltratadas o formación de perros guía. EFE
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