Movilización masiva en Alemania contra la extrema derecha
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«Somos el cortafuegos», afirmaron este domingo decenas de miles de manifestantes en el centro de Berlín en una protesta para expresar rechazo al acercamiento iniciado esta semana entre la derecha y la extrema derecha alemanas, a tres semanas de las elecciones parlamentarias.
La protesta convocada contra este «pacto con el diablo», como la llamaron los manifestantes, participaron 160.000 personas según la policía y 250.000, de acuerdo a los organizadores.
Los manifestantes se concentraron frente al parlamento alemán, el Bundestag, y luego hicieron una marcha que llevó a la multitud hasta la sede del partido conservador (CDU).
Esta movilización se produce a tres semanas de las elecciones legislativas en Alemania y el objetivo es «hacer el mayor ruido posible para pedir a los partidos que se ‘dicen democráticos’ que protejan esta democracia», dijo a la AFP Anna Schwarz, manifestante de 34 años.
La mujer -que relató es la primera vez que participa en un acto político — aseguró que «no es posible mirar hacia el lado, es muy grave».
Los manifestantes rechazaron la decisión tomada esta semana por los demócratas cristianos conservadores del partido CDU de Friedrich Merz de contar con los votos del movimiento de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), en un intento fallido por aprobar conjuntamente un proyecto de ley para limitar la inmigración.
Esta alianza de facto rompió un tabú político en el país, donde desde la Segunda Guerra Mundial los partidos tradicionales se han negado a cualquier cooperación a nivel nacional con la extrema derecha, una estrategia que llaman «cordón sanitario».
Muchos manifestantes acusaron a Merz, favorito de cara a los comicios del 23 de febrero, de buscar un «pacto con el diablo».
– «Un error» –
«Nosotros somos el cortafuegos», «Qué vergüenza CDU» o «Merz sin corazón» se leía en algunas de las pancartas que sostenían los participantes.
Merz «quiere romper el cordón sanitario contra los extremistas de derecha con un gran golpe», denunció la ONG de izquierda Campact, que lanzó la convocatoria para protestar en Berlín.
El jefe del gobierno alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, que había advertido contra el riesgo de ver pronto a AfD y CDU aliarse para gobernar, celebró en su cuenta en X la multitudinaria concentración del domingo: «Cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos de todo el país: Nunca con la extrema derecha», escribió.
Michel Friedman, uno de los pocos miembros de la CDU que se ha rebelado contra el intento de acercamiento a la AfD, hasta el punto de abandonar el partido, se dirigió a la multitud el domingo en Berlín para recordar «la promesa» consagrada en la Ley Fundamental alemana: «La dignidad del ser humano es inviolable».
«El partido del odio (AfD) es un problema fundamental en este país», dijo el ensayista, una figura de la comunidad judía alemana.
La excanciller Angela Merkel, del mismo partido que Friedrich Merz, rompió el jueves su silencio para calificar su estrategia como un «error».
Aunque Merz rechaza la idea de coalición a nivel nacional con la AfD, «ya traicionó su palabra la semana pasada, ¿cómo tenerle confianza?», dijo a la AFP Matina Beibel, manifestante en Berlin.
Unos 500 policías fueron movilizados para garantizar la seguridad en la manifestación.
Ya el sábado, más de 220.000 personas se manifestaron en las principales ciudades del país, como Hamburgo, Leipzig, Colonia y Stuttgart, según cifras divulgadas por la cadena de televisión pública ARD.
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