MSF cesa sus operaciones en el principal campo de desplazados de Sudán por ataques de FAR
El Cairo, 24 feb (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció este lunes la suspensión provisional de sus actividades en el campamento de desplazados de Zamzam, en el estado de Darfur del Norte y uno de los más grandes de todo Sudán, por «la reciente escalada de ataques y combates» entre el Ejército y los paramilitares.
«Suspender nuestro proyecto (…) es una decisión desgarradora. Durante más de dos años nuestros equipos hicieron todo lo posible por brindar atención médica a pesar del asedio, la escasez de suministros y múltiples desafíos, mientras pedíamos una respuesta humanitaria a gran escala que nunca llegó», dijo la organización en un comunicado.
El campo de Zamzam se encuentra en Al Fasher, el último bastión del Ejército sudanés en la vasta región occidental de Darfur, una ciudad que está asediada por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) desde mayo del año pasado y que es escenario de violentos ataques contra la población civil desde entonces.
Según la organización, en Zamzam hay «una hambruna generalizada» y existen «enormes necesidades humanitarias», pero MSF «no ha tenido otra opción que interrumpir todas sus actividades en el campamento, incluido la del hospital de campaña».
La ONG recordó que la batalla por Al Fasher ha alcanzado directamente el campamento, donde «las condiciones mínimas de seguridad ya no están garantizadas».
«La cercanía de la violencia, las grandes dificultades para enviar suministros, la imposibilidad de desplegar personal experimentado y la incertidumbre sobre las rutas de salida para nuestros colegas y civiles nos dejan sin otra alternativa», añadió en la nota.
Asimismo, denunció que en diciembre y enero pasados dos de sus ambulancias que transportaban a pacientes desde Zamzam hasta la ciudad de Al Fasher «fueron atacadas a tiros», unos incidentes recurrentes que también han sido denunciados por Naciones Unidas.
Ante esta situación, MSF expresó su «profunda preocupación por la seguridad de su personal y de los cientos de miles de personas en Zamzam», e instó a las FAR, al Ejército regular sudanés y a todos los actores armados en la región a «proteger a la población civil y permitir que quienes deseen huir puedan hacerlo sin sufrir daños».
La zona ha sido escenario de intensos combates entre las FAR y el Ejército y, durante los últimos diez meses, las FAR han sitiado y bombardeado Al Fasher, intensificando su ofensiva en las últimas semanas y atacando el campamento de Zamzam, especialmente los días 11 y 12 de febrero, por lo que el acceso a alimentos y agua se ha visto severamente afectado tras el saqueo e incendio del mercado central.
En Zamzam la organización estima que hay 500.000 personas que buscan refugio en escuelas, edificios comunitarios o a «la intemperie bajo los árboles», una situación que forma parte de una gran crisis de desplazados que azota a Sudán desde el estallido de la guerra en abril de 2023.
El conflicto ha provocado la muerte de decenas de miles de personas y ha obligado a unas 12 millones más a abandonar sus hogares, mientras que más de 3 millones han buscado refugio en otros países. EFE
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