“Un referéndum también puede servir para liquidar la democracia”

Democracia directa versus democracia representativa: Ambos sistemas tienen ventajas e inconvenientes, según Daniel Cohn-Bendit. El famoso líder de la revuelta estudiantil de Mayo de 68, hoy teniente de alcalde de Fráncfort y diputado ecologista en el Parlamento Europeo, se posiciona a favor de Europa. Un referéndum puede significar también la muerte de la democracia, como puede ocurrir próximamente en Turquía, advierte.

Dos conferencias en Berna y Zúrich frente a auditorios repletos: el político y escritor francés Daniel Cohn-BenditEnlace externo estuvo la semana pasada en Suiza, un país que conoce como la palma de su mano.

Durante casi diez años presentó un programa de literatura en la televisión pública suiza en lengua alemana. A sus 72 años, el tribuno ecologista, ferviente defensor de una Unión Europea que necesita reformarse para convertirse en los “Estados Unidos de Europa”, concedió una a swissinfo.ch.

He aquí una selección de los pasajes más significativos:

Sobre democracia directa: “Si hablamos de democracia directa a través de un referéndum, a mi juicio se necesita un cuórum de participación y una definición constitucional sobre qué se puede votar o no. No quiero decir que una democracia refrendaria sea más o menos democrática. La democracia parlamentaria tiene sus defectos y muchos ciudadanos tienen la sensación de que no pintan nada. Pero una democracia refrendaria apela mucho a las emociones. No olvidemos el histórico referéndum de Hitler en Alemania ni el que próximamente celebrará Erdogan en Turquía. El referéndum puede ser también una vía para matar la democracia”.

Sobre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan (con el que Cohn-Bendit se ha entrevistado en varias ocasiones): “Lo que no habíamos entendido, yo el primero, es que en realidad tenía una agenda oculta. Necesitaba a Europa para emancipar a Turquía del control de un ejército muy autoritario. Y nosotros creímos que el AKP era un partido religioso, pero democrático. Ahora bien, una vez que se deshizo del ejército mostró su verdadera cara. Al final ocurre siempre lo mismo: Hay que desconfiar de los partidos con connotaciones religiosas. En el momento en el que un partido pone la religión por encima de la democracia, es el comienzo del fin”.

Sobre Europa: “Todas las críticas que formulamos contra la UE están, en parte, justificadas. Europa es el reflejo de nuestra sociedad. El problema es saber cómo afrontar los desafíos como el cambio climático, la globalización o las injusticias sociales. Y no lo lograremos desde un espacio nacional. Dentro de 20 o 30 años, el peso de Francia en un mundo globalizado corresponderá al que tiene hoy Andorra en Europa. Por tanto, nuestros proyectos de civilización, nuestras esperanzas de progresos sociales, de un mundo más humano, solo se podrán realizar a través de Europa. Europa tiene sus defectos, por eso tenemos que reformarla. Pero todo pasa por Europa”.

Traducción del alemán: Belén Couceiro