EAU vs. Suiza: ¿rivalidad o sinergia en el comercio de materias primas?

Dubái se ha posicionado como un centro clave de materias primas, pero no necesariamente a expensas de Suiza.
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La Swiss Tower, inspirada en el monte Cervino, se erige entre los numerosos e imponentes rascacielos que perfilan el amplio distrito financiero de Dubái. Se trata de una de las teselas que conforman el mosaico de relaciones comerciales que se van gestando entre Suiza y Oriente Medio.
Inaugurado en 2013, este edificio de 40 plantas fue uno de los primeros en llegar al Dubai Multi Commodities Centre (DMCC), centro libre de impuestos que enseguida se convirtió en una jungla de relucientes rascacielos. La Swiss Tower alberga varias empresas que se benefician del carácter integral del distrito para el comercio de materias primas y otros servicios relacionados.
Bajo las cámaras de vigilancia, el directorio electrónico del vestíbulo del edificio revela una mezcla de comerciantes de energía, empresas de perforación y transporte, personal de consultoría y salones de belleza. El Swiss Group Advisory DMCC, proveedor de servicios empresariales, cuenta con oficinas en la planta 15. Su director general, Roberto Delorenz, es el responsable de los servicios de consultoría. Su director gerente, Roberto Delorenzi, afirma en un intercambio de correos electrónicos que Emiratos Árabes Unidos (EAU) es «el lugar donde hay que estar».
Delorenzi explica que el país del Golfo se convirtió en la década pasada en un importante centro de comercio de materias primas al aprovechar su potencial como enlace de tránsito entre Oriente y Occidente, al proporcionar un fácil acceso a Extremo Oriente, Europa y África. «Dos mil millones de personas viven a unas cuatro o cinco horas de avión; esta cifra por sí sola pone de relieve el potencial de este mercado», señala.
«Las personas inversoras de EAU o de la región, o incluso de India, constituyen asimismo una importante fuente de financiación para las empresas comerciales», señala Giacomo Luciani, catedrático de la Universidad de Ginebra.
El auge de EAU como centro mundial de materias primas lo convierte en un rival potencial de Suiza, que alberga a los pesos pesados del comercio energético mundial Glencore, Gunvor, Trafigura, Vitol y Mercuria, que han registrado en los dos últimos años unos beneficios netos combinados que superan los 50.000 millones de dólares (44.000 millones de francos suizos), según Bloomberg.
Pero hasta la fecha, la dinámica comercial parece favorecer a ambas partes. El comercio bilateral superó los 22.300 millones de dólares en 2023, lo que supone un aumento del 41,2% respecto a 2022. El Ministerio de Asuntos Exteriores suizo apunta a este crecimiento como prueba de la «sinergia entre nuestras economías». En la región de Oriente Medio, Arabia Saudí ocupa el segundo lugar, con 6.800 millones de dólares de comercio bilateral en 2023.
Según el director ejecutivo del DMCC, Ahmed Bin Sulayem, entre 2021 y 2023 se produjo un aumento del 30% en el número de empresas suizas instaladas en Dubái, lo que elevó el total a más de 400. No está claro si esta tendencia se mantuvo o se estabilizó en 2024, ya que la DMCC no facilitó cifras actualizadas al respecto.
Esto responde al auge del comercio de materias primas, que ha visto aumentar la regionalización del comercio y la reestructuración de la cadena de suministro en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas. Algunas personas de Rusia compradoras de petróleo se dirigieron a los EAU después de que los países occidentales impusieran sanciones al petróleo ruso.
Un comienzo anticipado
Desde la introducción de un Convenio de Doble Imposición en 2012, actualizado en 2022, Suiza ha pasado a ser uno de los principales inversores en Dubái, al contribuir con el equivalente al 4% de la inversión extranjera directa en el país, señala Delorenzi. El Acuerdo de Libre Comercio de 2014 entre la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y el Consejo de Cooperación del Golfo consolidó aún más estas conexiones económicas entre Suiza y los Emiratos Árabes Unidos.
De los siete emiratos que conforman los EAU, Dubái es el que atrae más negocios extranjeros, según Delorenzi. Ofrece tres grandes zonas francas: DIFC, Jafza y DMCC. Esta última es la más grande, con 25.000 empresas registradas, y es testimonio del esfuerzo del gobierno por situar a Dubái, con sus puertos y almacenes de última generación, como un importante centro de comercio de materias primas.

Las tres zonas permiten la plena propiedad extranjera con un 0% de impuestos. Dubái cuenta también con dos grandes bolsas de materias primas: la Bolsa de Oro y Materias Primas de Dubái y la Bolsa Mercantil de Dubái. El emirato de Abu Dabi, a poco más de una hora en coche del centro financiero de Dubái, atrae a empresas del sector a nivel mundial, incluidas las suizas. Sarja, al este, tiene fama entre las empresas emergentes o start-ups.
Las grandes multinacionales han abierto una sucursal o filial en los EAU, afirma Delorenzi, mientras que las personas emprendedoras que buscan ampliar y hacer crecer sus negocios han trasladado el total de sus operaciones empresariales, y también a sus familias, propiciando un cambio total de vida. El propio Delorenzi, de nacionalidad suiza, se trasladó a Dubái en 2009.
«La facilidad para hacer negocios, unido al abanico de oportunidades que ofrece, hacen que poner un pie en el país no sólo esté al alcance de las multinacionales más poderosas, sino también de empresas familiares y personas emprendedoras», afirma.
También se encuentra en la Swiss Tower el Swiss Business Council (SBC), que promueve los intereses y actividades de empresas y particulares con conexiones entre los EAU y Suiza y organiza con frecuencia actos sociales y de networking para sus 405 miembros. «Vienen bastantes suizos por aquí», explica a SWI swissinfo.ch un empleado del SBC. «A algunos les interesaría montar un negocio aquí, pero no saben por dónde empezar y están tanteando el terreno en aras de conseguir más contactos».
Otro atractivo para particulares y empresas tiene que ver con el competitivo marco fiscal de los EAU. No existe el IRPF, y la Ley del Impuesto de Sociedades que entró en vigor en junio de 2023 grava con un tipo único del 9% los ingresos superiores a 375.000 AED (90.000 francos suizos). En comparación, el tipo medio del impuesto de sociedades en Suiza ronda el 14,6%, y los cantones de Zug y Ginebra, centros de comercio de materias primas, ofrecen tipos más bajos, del 11,6% y el 14%, respectivamente.
Fabio Belloni, director ejecutivo de International Business Advisors, reconoce que los bajos impuestos hacen que los EAU se sitúe en el mapa como un lugar atractivo para los negocios. Pero ese no es el único motivo. Los trámites burocráticos son más sencillos que en Suiza, afirma, y muchos servicios están totalmente digitalizados, incluido el proceso de solicitud para abrir un negocio.
«Es un país seguro para las familias. Cuenta con buenas infraestructuras y la calidad de vida es muy alta», dice Belloni a propósito del alto nivel de vigilancia y segregación en el Estado policial junto al mar. Organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentra Human Rights WatchEnlace externo, han denunciado abusos laborales a personas trabajadoras migrantes, que representan casi el 90% de la población.
El pivote petrolero ruso
Dubái recibió un impulso adicional como centro de comercio cuando los países occidentales impusieron sanciones a Rusia -uno de los principales productores de materias primas- después de que Moscú iniciase una guerra a gran escala contra Ucrania en 2022. Muchas personas rusas se trasladaron a los EAU para hacer negocios en un momento en que se sentían menos bienvenidas en muchas partes del mundo.
Hasta 2022, Ginebra era el centro neurálgico del comercio de crudo de Rusia, tercer productor mundial. Tras la invasión rusa de Ucrania, Europa impuso un embargo al crudo transportado por mar y se fijó un tope de precios de 60 dólares por barril. El objetivo era reducir los ingresos petroleros rusos sin perturbar por completo el mercado mundial.
Con las nuevas restricciones en vigor, muchas personas de Suiza involucradas en el sector del comercio vieron en Dubái una alternativa. En 2020, Litasco, la empresa de comercio internacional de la rusa Lukoil, había inaugurado en Ginebra una sede que contaba con 300 despachos, antes de trasladar, supuestamente, parte de sus operaciones comerciales a Dubái para evitar las sanciones. Lo mismo hicieron las empresas rusas de comercio de petróleo Gazprom y Rosneft.
Public Eye, una ONG suiza, informó de que Dubái sustituyó a Ginebra como principal centro de comercio de crudo ruso a partir de febrero de 2022 y señaló que entre los nuevos actores del opaco mercado figuraban filiales de empresas suizas. «Dubái decidió no imponer sanciones ni alinearse con los precios máximos, lo cual lo ha convertido en un centro crítico para el comercio de crudo ruso», afirmó.
El traslado de la actividad comercial rusa a Dubái desató la polémica. En la DMCC se crearon unas 20.000 empresas durante los dos primeros años tras la guerra de Rusia contra Ucrania, señala Florence Schurch, secretaria general de Suissenégoce, la asociación suiza de comerciantes de materias primas. Por su parte, el sector del comercio de materias primas en Suiza, que contribuye en torno al 3,8% del PIB suizo, cuenta con 900 empresas comerciales.
Riesgos innecesarios
Schurch afirma que, aunque ciertamente ese auge no fue impulsado por la ciudadanía o por empresas suizas, «plantea importantes riesgos éticos y de reputación, no sólo para Dubái, sino también para Suiza».
Algunas personas del sector del comercio crearon entidades jurídicas separadas para distanciarse de sus operaciones en Suiza. «Son ágiles», comenta alguien que solía operar en Ginebra. «Crean una empresa, realizan algunas operaciones y luego la disuelven. Es un cálculo de riesgo-recompensa. Si puedes ganar 20 millones de dólares con tan solo unas pocas operaciones, gastar un millón en montar una estructura temporal no es nada».
Suiza se vio presionada por la Unión Europea cuando decidió no sancionar a Paramount Energy and Commodities, con sede en Ginebra, por trasladar sus operaciones con petróleo ruso -a precios superiores a los máximos- a Dubái. En cambio, a finales de 2024, Suiza rechazó una ronda de sanciones de la UE que habría exigido a las personas comerciantes con sede en Suiza que hicieran sus «mejores esfuerzos» para garantizar que las filiales en terceros países no eludieran las sanciones.
Las grandes petroleras suizas afirman que hacen todo según las normas y que están comprometidas con Suiza. El comercio con sede en Ginebra llevado a cabo en Dubái por Gunvor, cuyo cofundador Gennady Timchenko fue uno de los afectados por las sanciones estadounidenses en 2014 después de que Rusia atacara por primera a vez Ucrania, incluye principalmente petróleo y gas no rusos, según su portavoz. Timchenko vendió su participación mayoritaria en la empresa un día antes de que entraran en vigor las medidas sancionadoras.
‘De manual’
La persona que actúa como portavoz de Trafigura afirma que la empresa rescindió sus contratos de suministro a largo plazo de crudo y productos petrolíferos con productores rusos de propiedad estatal antes de que las sanciones europeas entraran en vigor en mayo de 2022.
Litasco no respondió a la solicitud de observaciones, pero sus comunicaciones empresariales sugieren que se ha reorganizado y cambiado de marca para centrarse más en Europa desde que las sanciones entraron en vigor.
En febrero de 2024, los EAU fueron retirados de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), en la que aterrizaron en 2022 debido a «deficiencias estratégicas» en su supervisión del blanqueo de capitales. «No es que cualquiera pueda trasladar una empresa a Dubái para hacer negocios con Rusia, esquivando las sanciones», dice Belloni, rechazando la idea de que los requisitos legales en el Estado del Golfo fueran menos que sólidos.
Arma de doble filo
Ginebra sigue siendo un centro clave para el comercio de petróleo y la financiación del comercio. Los expertos atribuyen este hecho a la larga neutralidad política de Suiza y a su experiencia en la gestión de complejas transacciones internacionales. Estas ventajas parecen ser reconocidas por las empresas emiratíes, que cada vez miran más al mundo y abren sucursales en Suiza, Estados Unidos y Reino Unido.
Desde 2022, algunas empresas de EAU se han establecido en el centro suizo de comercio de materias primas de Ginebra, según el registro cantonal. Oilmar DMCC, una empresa de fletamento y comercio de petróleo, se registró poco después de que Rusia invadiera Ucrania. Otras nuevas incorporaciones llegadas en 2023 son Tamal Trading and Logistics y Mahsul Trading & Services.
«A Ginebra siempre se la ha visto como una ciudad internacional y abierta que ofrece servicios financieros y de comunicación al sector del comercio», afirma Luciani, de la Universidad de Ginebra. «Existen alternativas como Londres, por ejemplo, pero Ginebra sigue siendo un centro neurálgico de materias primas en Europa. Las empresas comerciales han registrado beneficios récord».
Trafigura y Gunvor, que cuentan con oficinas en Dubái, afirman que su presencia en los EAU refleja una economía mundial en la que Oriente Medio desempeña un papel destacado. Trafigura, que cuenta con más de 12.000 empleados en todo el mundo, señala que únicamente tiene 35 empleados en Dubái, sin especificar sus funciones. Los 15 empleados de Gunvor en Dubái son pocos en comparación con los más de 280 que tiene Suiza.
«La razón inicial por la que Gunvor vino a Ginebra, allá por 2003, fue el talento y el acceso a la financiación», afirma Seth Pietras, portavoz del Grupo Gunvor, para justificar su actual sede en un rascacielos junto al lago. «La gente quiere vivir aquí. Quiere aprender aquí». Aunque la financiación del comercio se haya globalizado, su herencia sigue presente aquí».
Virginie Mangin ha contribuido
con información.
Editado por Virginie Mangin. Adaptado del inglés por Cristina Esteban / CW.
Selección de imágenes por Helen James. Gráficos por Pauline Turuban.

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