Lucia Syokau Muli descubrió que tenía cáncer de mama a los 27 años. Nos reunimos con ella en Makueni, al sur de Nairobi, para saber cómo está afrontando su diagnóstico y las dificultades que tiene para acceder al tratamiento.
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Céline se unió a swissinfo.ch en 2018 como videoperiodista para el proyecto 'Nouvo in English', justo después de graduarse en la Academia de Periodismo y Medios de la Universidad de Neuchâtel. Originaria de Tesino, ha estado filmando, escribiendo y entrevistando a personas de toda Suiza desde que obtuvo su primera acreditación como reportera, a los 11 años durante un campamento escolar.
Jessica cubre lo bueno, lo malo y lo feo cuando se trata de grandes compañías mundiales y su impacto en Suiza y en el extranjero. Siempre está buscando una conexión suiza con su San Francisco natal y discutirá alegremente por qué su ciudad de origen ha sido capaz de producir algunas de las mayores innovaciones, pero parece que no puede resolver su crisis de vivienda.
«El coste es una de mis mayores preocupaciones» comentaba Lucia a SWI cuando nos reunimos con ella fuera de la clínica de cáncer Empower en el hospital del condado. La mayor presión financiera es el coste recurrente del trastuzumab, que la farmacéutica suiza Roche vende como Herceptin y al que se atribuye una mejora extraordinaria en la supervivencia.
Aunque existe desde hace más de dos décadas, sigue siendo inasequible para muchas personas en Kenia, donde alrededor del 45% de la población vive por debajo del umbral de pobreza del Banco Mundial, con una media de 2,15 dólares al día. Uno de los 18 ciclos recomendados cuesta más del doble de los ingresos mensuales de Lucia.
No eso no es todo. El coste del tratamiento es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los médicos, que tienen que tomar decisiones difíciles sobre si recetar un tratamiento que salvará la vida de un paciente pero lo sumirá en la pobreza.
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