¿Puede Suiza competir con los salarios de dirección que paga Estados Unidos?

El director general de Novartis, Vas Narasimhan, casi duplicó su sueldo durante el último año. KEYSTONE/© KEYSTONE / GEORGIOS KEFALAS

El puesto en la dirección general de una empresa es uno de los mejor pagados en Europa, pero los salarios lucen modestos cuando se les compara con los ofrecidos en Estados Unidos. Protagonistas de la industria farmacéutica ven esto como un problema.

A principios de marzo, los accionistas de Novartis aprobaron un salario integrado de 16,2 millones de francos suizos (18,8 millones de dólares) para el director general de Novartis, Vas Narasimhan. El monto prácticamente duplica las percepciones que tuvo en 2022, convirtiéndole en uno de los consejeros delegados mejor pagados de Europa.

Aun así, este salario palidece cuando se le compara con los que pagan las principales empresas estadounidenses. Las 10 personas consejeras delegadas mejor pagadasEnlace externo de Estados Unidos, que incluyen a Sundar Pichai, de Alphabet, o Tim Cook, de Apple, cobraron al menos 90 millones de dólares en 2023.

«Observamos verdaderos excesos en Estados Unidos e intentamos generar equilibrio entre lo que puede considerarse aceptable y lo que se paga en el resto del mundo”, dijo recientemente a sus accionistas el presidente del Consejo de Administración de Novartis, Joerg Reinhardt. «Debemos ofrecer paquetes (salariales) competitivos a nivel internacional porque queremos tener a los mejores trabajando para nosotros”, añadió desde Basilea.

La búsqueda de un equilibrio ha sido tema de constante debate en las farmacéuticas suizas, especialmente en Novartis, que es uno de los pocos gigantes suizos que ha tenido personal directivo estadounidense a cargo. Narasimhan nació en Pittsburgh y pasó la mayor parte de su carrera en Estados Unidos antes de asumir el puesto de consejero delegado en Basilea en 2018.

El último paquete salarial de Narasimhan lo acerca más a los salarios estadounidenses de personas en puestos homólogos. Entre las 15 mayores empresas farmacéuticas, 10 de ellas con sede en Estados Unidos, la remuneración promedio para las personas a cargo de las direcciones generales ronda los 16 millones de francos suizos (18 millones de dólares).  Albert Bourla, director general de Pfizer, empesa con sede en Estados Unidos, percibió 33 millones de dólares el año pasado.

«Las expectativas en Europa son diferentes a las de Estados Unidos», dice a SWI swissinfo.ch Vincent Kaufmann, director de la empresa de inversión sostenible Ethos Foundation, que cuenta entre sus clientes a numerosos fondos de pensiones. «El círculo de accionistas estadounidenses no cuestionan los ingresos ejecutivos como sucede en Europa”.

¿Remuneraciones justificadas?

Kaufmann ha sido uno de los pocos expertos que se ha pronunciado en contra del paquete salarial ofrecido al director general de Novartis en la asamblea celebrada el 5 de marzo. La remuneración de Narasimhan comprende un salario base, que aumentó marginalmente con respecto al 2022 para sumar 1,82 millones de francos suizos, y también una compensación variable que depende fundamentalmente de los resultados financieros que obtenga el grupo y del cumplimiento de algunos criterios de sostenibilidad e innovación.

De acuerdo con el informe anual de Novartis, la compañía se ubicó «significativamente por arriba” de los objetivos que fijó el consejo en materia de ventas, ingresos operativos y flujo de efectivo para el 2023. Novartis registró un aumento del 10% en sus ventas, que sumaron 45.000 millones de dólares, y obtuvo un beneficio neto de 8.600 millones, que superó al de otros competidores de Estados Unidos. Adicionalmente, la empresa consiguió la aprobación de 22 medicamentos en Estados Unidos, Europa, China y Japón.

«Creemos que nuestro sistema de retribuciones es el adecuado para reflejar los niveles de rendimiento que se obtienen. A veces se gana más, otras menos”, expresó Reinhardt a sus accionistas. En 2022, los ingresos de Narasimhan se redujeron un drástico 61% tras dos años de resultados financieros turbulentos.

Pero incluso teniendo en cuenta los sólidos resultados financieros obtenidos en 2023 por la farmacéutica, Kaufmann consideró que «la remuneración variable está aumentando demasiado rápido y no es algo justificable». Es 7,7 veces el salario base y el consejo de Novartis propuso incluso que las bonificaciones pudieran alcanzar un nivel máximo de 11 veces el salario base en el año 2024.

Y Novartis no es la empresa farmacéutica con mejores resultados en Europa. La farmacéutica danesa Novo Nordisk vio crecer sus ventas 36% en 2023 gracias a la demanda de medicamentos contra la obesidad como el Wegovy y el Ozempic. Esto permitió que las acciones de la empresa alcanzaran un nivel histórico, impulsando también su valor de mercado por arriba de los 500.000 millones de dólares a principios del 2024, convirtiendo a esta firma en la más valiosa del Viejo Continente.

El jefe de Novo Nordisk, Lars Fruergaard Jørgensen, recibió un incremento de sueldo del 13%, hasta los 68,2 millones de coronas danesas (unos 9,9 millones de dólares), menos de la mitad de la retribución que hoy tiene Narasimhan.

Ampliando la brecha

Aunque Novartis intente mantenerse al nivel de sus homólogas estadounidenses, la empresa tampoco puede ignorar la percepción pública.

De acuerdo con estimaciones del grupo de accionistas Actares, Narasimhan gana 160 veces Enlace externomás que un empleado promedio de Novartis. Y un estudio realizado el año pasado por el sindicato suizo UNIA reveló que es la única compañía en donde sucede esto. La brecha salarial se ha incrementado en las 10 principales empresas suizas durante la última década.

El anuncio del incremento del sueldo de Narasimhan llegó además en el peor momento para algunos empleados de la empresa en Suiza. Novartis acaba de someterse a una intensa reestructuración, que incluyó la escisión de la división de genéricos Sandoz en octubre, lo que hizo de Novartis una empresa centrada totalmente en los nuevos tratamientos patentados.

Lo anterior provocó recortes laborales significativos. En 2022, la empresa anunció la supresión de 8.000 de sus 108.000 puestos de trabajo en los próximos tres años. Alrededor de 1.400 de estos empleados estaban en Suiza, lo que representa un 10% de la plantilla. Una pérdida de plazas que se sumó a los 2.000 puestos suizos eliminados por Novartis cuatro años antes.

Los salarios elevados son un tema especialmente sensible para la opinión pública suiza. En 2013, la ciudadanía suiza respaldó la iniciativa “Minder”, que otorgaba a las personas que invirtieron acciones en una empresa el derecho de veto sobre los salarios de aquellas que ocupan los puestos altos directivos y los miembros de los consejos de administración de las empresas que cotizan en bolsa. Prohibía además el otorgamiento de algunas primas, como los acuerdos de indemnización conocidos como «paracaídas dorados».

La votación se produjo poco después de que la opinión pública conociera que el entonces director general de Novartis, Daniel Vasella, estaba a punto de recibir una indemnización por despido de 72 millones de francos suizos (77 millones de dólares). Y un pago de 90 millones de francos suizos otorgado en 2010 al exdirector ejecutivo de Credit Suisse, Brady Dougan, de origen estadounidense, también contribuyó a que existiera una protesta pública contra los salarios recibidos por los “peces gordos” del sector empresarial.

Aunque los intentos de limitar la remuneraciones ejecutivas han sido rechazados hasta ahora por los votantes suizos, el tema sigue siendo candente.

Estrategia arriesgada

La industria farmacéutica es uno de los principales motores económicos de Suiza y tiene una fuerza laboral internacional importante.

Suiza ofrece algunos de los salarios más altos del mundo, lo que es un fuerte imán para atraer los talentos extranjeros. Sin embargo, los cazatalentos aseguran que cuando se trata de los altos cargos, especialmente en sectores como el farmacéutico y el financiero, que son jugadores globales, es difícil competir con las empresas estadounidenses.

«Estamos compitiendo por los mejores talentos del mundo», dice Stephan Suber, director de Page Executive Switzerland, una agencia especializada en la contratación de ejecutivos. «En Suiza, nunca se verá un sueldo como los de Goldman Sachs. Pero tenemos que recompensar el rendimiento para poder mantener a los mejores ejecutivos».

Tomar a Estados Unidos como referencia de modelo salarial es una apuesta arriesgada. La reacción pública contra los salarios excesivos es cada vez mayor en Estados Unidos. También hay cada vez más pruebas de que las diferencias salariales extremas entre los directores generales y los trabajadores pueden mermar la moral y la productividad de los trabajadores. Un estudio reciente revela que los directores generales de las 350 mayores empresas públicas de Estados Unidos cobraron 344 veces más que un trabajador medio en 2022, frente a una proporción salarial media de 21 a 1 en 1965.

«Sigo convencido de que se puede encontrar la persona idónea para el puesto en la dirección general de una empresa suiza sin deber ofrecerle una remuneración tan alta», dice Kaufmann. «La retribución no debe ser la razón para retener a alguien, de lo contrario atraes a personas centradas en la creación de valor a corto plazo, tomando el riesgo de que sólo miren por sus propios intereses».

Texto adaptado del inglés por Andrea Ornelas / Carla Wolff

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