Niño palestino de 10 años, asesinado por un soldado israelí, es enterrado en Tulkarem

Jerusalén, 8 feb (EFE).- El niño palestino de tan solo diez años, Sadam Husein Iyad Mohamad Rajab, fue enterrado este sábado en la aldea de Kafr al Labad, en Tulkarem, norte de Cisjordania ocupada, tras haber sido disparado en el abdomen por un soldado israelí hace once días, en unas imágenes grabadas por una cámara de seguridad que dieron la vuelta al mundo.

Esta mañana, una procesión fúnebre se dirigió desde el Hospital Gubernamental Mártir Thabet Thabet en Tulkarem, según detalló la agencia palestina Wafa, hasta la ciudad aledaña de Kafr al Labad; arropando el cuerpo del pequeño entre cánticos y reclamos contra la ocupación israelí y sus ataques mortales.

En las imágenes grabadas el 28 de enero por una cámara de seguridad, se ve a Sadam desplomarse en la acera en el instante en que es herido y lanzar su primer grito. Después, se cubre el pecho con las manos y se levanta la camisa para ver la herida mientras sigue gritando. El niño permanece en el suelo durante más de dos minutos, primero retorciéndose de dolor y luego estático boca abajo, perdiendo sangre, hasta que el padre le arrastra.

Según la ONG Defensa de Niños y Niñas Internacional, Sadam falleció ayer alrededor de las 20:00 horas en un hospital en Ramala, diez días después de haber sido atacado de forma indiscriminada durante la actual incursión israelí que continúa en Tulkarem y que ya se ha cobrado la vida de al menos cinco personas.

Según esta organización, las fuerzas israelíes atacaron al padre de Sadam cuando intentó llevárselo a recibir asistencia médica – mientras el niño ya se desangraba-, y una vez fue metido en una ambulancia, los soldados arrestaron al progenitor durante cerca de una hora.

Sadam fue operado durante tres horas en el Hospital Gubernamental Thabet Thabet y transferido a otro centro médico en Nablus, durante cuyo traslado -según esta ONG y medios palestinos- la ambulancia fue detenida por soldados israelíes, y fue entonces cuando uno de ellos le dijo al padre: «Yo soy el que disparó a tu hijo. Si Dios quiere, morirá».

Anoche, tras permanecer durante días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Rafidia de Ramala, el niño no pudo resistir más; convirtiéndose en el duodécimo niño palestino asesinado por las fuerzas israelíes en Cisjordania ocupada solo en 2025, según el recuento de esta oenegé.

El pasado 25 de enero, fuerzas israelíes mataron de un tiro en la cabeza a la niña palestina de dos años Laila Mohamad Ayman Jatib, mientras estaba en casa con su familia al sur de Yenín, cuyo campamento también sufre una incursión militar desde hace 19 días que se estima ha causado cerca de una treintena de muertos. EFE

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