Hugo Torres, el audaz guerrillero que rescató de la cárcel a Daniel Ortega

Luis Felipe Palacios

Managua, 12 feb (EFE).- El combatiente histórico Hugo Torres, uno de los guerrilleros sandinistas más audaces en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, murió este sábado a los 73 años como un «preso político», según los organismos humanitarios, y como un «traidor a la patria» y «un hijo de perra de los imperialistas yanquis» para el presidente Daniel Ortega, a quien rescató de prisión en 1974.

Jorge Hugo Torres Jiménez, nacido un 25 de abril de 1948 y conocido como «Comandante Uno», se encontraba en prisión desde el 13 de junio pasado acusado por su antiguo compañero de lucha, el presidente Ortega, de ser, junto a una cuarentena de dirigentes opositores encarcelados, «traidores a la patria», «criminales» e «hijos de perra» de los estadounidenses.

Torres, un general de brigada en retiro y exjefe de inteligencia militar, es el mismo que en 1974 -un día antes de la fecha en que los católicos conmemoran a los Santos Inocentes- arriesgó su vida para liberar de la cárcel a Ortega, quien llevaba siete años encarcelado, y a otros sandinistas que guardaban prisión durante la dictadura de Somoza.

«Hace 46 años arriesgué la vida para sacar de la cárcel a Daniel Ortega y a otros compañeros presos políticos», recordó el militar retirado el 13 de junio de 2021, minutos antes de ser arrestado por la Policía Nacional, que dirige un consuegro del mandatario, a través de un video grabado.

PARTICIPÓ EN DOS ACCIONES SUICIDAS DEL FSLN

El 27 de diciembre de 1974 Torres participó en un comando sandinista que asaltó la residencia de José María Castillo Quant, uno de los ministros de Somoza Debayle, asesinado la noche del ataque, y que permitió la liberación de un grupo de reos políticos, entre ellos Ortega, que estaba preso desde 1967.

En 1978 volvió a arriesgar su vida en otro asalto junto con la exguerrillera y también arrestada y condenada hace dos días a ocho años de prisión, Dora María Téllez «y otros compañeros, para liberar a 60 presos políticos, entre ellos Tomás Borge, Doris Tijerino, René Núñez y otros» dirigentes sandinistas.

En la grabación de hace ocho meses, la última en libertad, Torres destacó que en su época de guerrillero «la dictadura de Somoza no logró encarcelarme», y ahora, que libra una lucha «de forma cívica y pacífica contra una nueva dictadura», la que dijo, encabeza Ortega, que se encuentra en el poder desde 2007, había sido detenido.

Al triunfo de la revolución el 19 de julio de 1979, y tras participar en las dos acciones armadas y suicidas más importantes de la entonces guerrilla Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Torres fue distinguido con el grado honorífico de «comandante guerrillero» y nombrado viceministro del Interior, donde estuvo a cargo de la Seguridad del Estado.

RECIBIÓ MÁXIMA DISTINCIÓN SANDINISTA

En 1982 le otorgaron la orden «Carlos Fonseca», máxima distinción del FSLN, entregada entonces a un reducido grupo de sandinistas, en reconocimiento por méritos excepcionales.

Tras ser parte del Consejo de Estado, que ejercía funciones de Legislativo, fue trasladado al Ejército Popular Sandinista (EPS), actualmente Ejército de Nicaragua, con el grado de coronel.

En las Fuerzas Armadas se desempeñó como jefe de inteligencia militar y también responsable de la formación política de los soldados y oficiales como jefe de la Dirección Política del EPS. Se retiró como general de brigada en 1998.

Torres también fue miembro de la Asamblea Sandinista hasta 1990, cuando Ortega fue derrotado en las urnas por Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997).

Se distanció de FSLN por la forma vertical y autoritaria con la que era conducido por Ortega.

Se unió al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), una escisión del FSLN, y que ahora se llama Unión Democrática Renovadora (Unamos), del cual era su vicepresidente.

¿CUÁL FUE SU ÚLTIMO MENSAJE?

En 2011 resultó elegido como diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen) por una alianza que encabezaba el Partido Liberal Independiente (PLI).

Es padre de tres hijos: Hugo Marcel, María Alejandra y Lucía Aracelly, y autor del libro testimonial «Rumbo Norte, Historia de un sobreviviente», prologado por el escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez Mercado, y del libro de poesía «Coplas y algunos poemas infiltrados.

«Tengo 73 años de edad. Nunca pensé que en esta etapa de mi vida iba a estar luchando de forma cívica y pacífica contra una nueva dictadura», señaló Torres, antes de su arresto, y matizó: «así son las vueltas de la vida».

Y cerró su mensaje de la siguiente forma: «Ánimo pueblo, ánimo, hay que mantener el ánimo en alto, que la historia está de nuestro lado. ¡De que se van, se van!. El fin de la dictadura está próximo». EFE

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