La policía dispersa las protestas del aniversario de «End SARS» en Nigeria
Lagos, 20 oct (EFE).- La policía nigeriana dispersó hoy las manifestaciones contra la brutalidad policial convocadas por el primer aniversario del movimiento «End SARS», que nació para exigir la disolución de un escuadrón especial acusado de torturas, arrestos arbitrarios y asesinatos extrajudiciales.
El gran núcleo de las protestas se había fijado en la estación de peaje de Lekki, en el estado nigeriano de Lagos, donde hace un año murió alrededor de una docena de personas a causa de la represión para sofocar las manifestaciones de «End SARS», de acuerdo a los datos de organizaciones como Human Rights Watch (HRW).
Ese movimiento, cuya lucha cosechó apoyos por todo el mundo, surgió en Nigeria el año pasado para exigir la disolución -que, finalmente, se produjo- de la unidad policial conocida con esas siglas (el Escuadrón Especial Antirrobo de la Policía nigeriana, acusado de actuar de manera brutal impunemente).
Posteriormente, «End SARS» se expandió para abarcar la exigencia de reformas policiales en general.
En esta jornada de aniversario de los sucesos de Lekki, a pesar de las advertencias de la policía, numerosos manifestantes se concentraron en la estación de peaje con pancartas y carteles que pedían justicia y reformas.
«¿Qué ha cambiado? Absolutamente nada. Gente inocente sigue siendo asesinada por la Policía. Se prometieron reformas y, un año después, seguimos estando donde estamos», explicó a Efe el estudiante Moshood Adekunle, que fue uno de los manifestantes que hoy salieron a las calles en el estado de Lagos.
«Solo pueden dispersarnos, no pueden pararnos. Lo que hacemos es legítimo y (está) dentro de los confines de nuestros derechos. Todo lo que queremos es una reforma amplia de la Policía y un país mejor», añadió Adekunle.
Un centenar de efectivos de la Policía, sin embargo, intervino en la zona del peaje lanzando gases lacrimógenos y obligó a cientos de manifestantes a correr en distintas direcciones.
En declaraciones posteriores a la prensa, Hakeem Odumosu, el comisario estatal de Policía, afirmó que los agentes solo intervinieron para dispersar a criminales que se habían quedado atrás cuando los manifestantes reales ya se habían ido.
«Nos dispersan y nos llaman criminales. ¿Se ve de lo que estamos hablando? Todavía no tenemos una fuerza policial responsable», indicó a Efe Magnus Effiong, otro manifestante y miembro del grupo #Revolutionnow (Revolución Ya), que lucha por la buena gobernanza.
«End SARS no va solo de reforma policial. Es un movimiento por un gobierno que se preocupe (…) Mientras tengamos un problema de mala gobernanza seguiremos protestando», recalcó Effiong.
Con motivo del aniversario de los sucesos del peaje de Lekki, organizaciones como HRW denunciaron esta semana que las víctimas de la brutalidad policial siguen aún sin justicia en Nigeria.
De hecho, la brutalidad policial está considerada como un problema sistémico en Nigeria, el país más populoso de África, a pesar de las reiteradas promesas de cambio por parte del Gobierno nigeriano.
Aunque los de Lekki fueron los hechos más graves, durante las movilizaciones de End SARS de aquellos días -que se repitieron en varias urbes del país- al menos 56 personas murieron en total, incluyendo manifestantes, miembros de las fuerzas armadas y matones supuestamente contratados por las autoridades, según denunciaron posteriormente organizaciones como Amnistía Internacional. EFE
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