Obiang abre congreso sin señales de apertura democrática en Guinea Ecuatorial

Lucía Blanco Gracia

Nairobi, 22 nov (EFE).- El presidente Teodoro Obiang inauguró hoy el VII Congreso Nacional Ordinario del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) sin dar señales de una apertura democrática de cara a las elecciones legislativas de 2022 y presidenciales de 2023.

«Rechazamos todas las injerencias externas de aquellos que predican que en Guinea Ecuatorial no existe la democracia y buscan un nuevo proceso», afirmó Obiang, de 79 años de edad, el presidente que más tiempo lleva en el poder en el mundo (42 años).

Obiang dio así por abierto el encuentro, que empezó este lunes en el Palacio de Congresos y Conferencias Internacionales de Ngoló en Bata, capital de la región continental del país, y acabará el próximo día 24.

«La razón política fundamental de este congreso es reconocer que estamos en un periodo electoralista al que estamos abocados a la vista del agotamiento de las diferentes legislaturas de los órganos electos del Estado», admitió el mandatario.

En el auditorio se hallaban líderes de la llamada «oposición democrática», un grupo de partidos en teoría opositores pero que suelen presentarse en coalición con la formación de Obiang.

Sin embargo, dos de los partidos principales de la verdadera oposición en este pequeño país de África central, que se independizó de España en 1968, criticaron al gobernante.

SIN SEÑALES DE APERTURA

«El PDGE y su presidente fundador siguen aferrados en el inmovilismo (…), no ha anunciado ninguna reforma política y jurídica para que el cambio democrático que exige la oposición tenga lugar en este congreso», aseguró a Efe por teléfono desde Malabo Gabriel Nsé Obiang, líder de Ciudadanos por la Innovación (CI).

En las elecciones legislativas de 2017, CI fue el único partido opositor que logró un diputado en el Parlamento, donde el PDGE controla 99 de los 100 escaños que lo componen.

Nsé Obiang exigió al Gobierno, de cara a las próximas elecciones, un «pluralismo político real» y la presencia de observadores internacionales.

Por su parte, el secretario general de Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS), Andrés Esono, consideró que, «si (el PDGE) tuviera voluntad de implantar el pluralismo político después de cuatro décadas de poder absoluto, debería decidir una amnistía y un gran diálogo nacional inclusivo».

«No esperamos nada interesante ni novedoso de este congreso», apostilló Esono por teléfono a Efe desde la capital ecuatoguineana.

Obiang no dio pistas sobre la elección del candidato para las elecciones presidenciales que, por primera vez, podría no ser él mismo, sino uno de sus dos hijos -ambos con carteras en el Gobierno- que se postulan como sucesores, según analistas.

Tanto el vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue -conocido como «Teodorín»- como Gabriel Mbega Obiang Lima, ministro de Minas e Hidrocarburos, cuentan con sus propios apoyos en la élite económica y política ecuatoguineana.

DIVERSIFICAR LA ECONOMÍA

Aunque no hizo autocrítica de su Gobierno desde la celebración del último congreso ordinario en 2017, Obiang reconoció la necesidad de diversificar la economía del país más allá del petróleo.

«Todavía existe una necesidad de poner en práctica las disposiciones del plan de desarrollo económico nacional, así como de hacer rentables las importantes infraestructuras logradas», admitió.

Con el hallazgo de crudo en los años noventa, Guinea Ecuatorial se convirtió en uno de los mayores productores petroleros de África y, aunque esta sigue siendo su principal fuente de ingresos, la caída de los precios ha golpeado a la economía nacional.

Según dijo a Efe la antropóloga especializada en el país Alba Valenciano, una prioridad del Gobierno es «buscar fuentes de financiación alternativas al petróleo», como el sector forestal o el turismo, y «socios internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, que recientemente le ha vuelto a ofrecer crédito».

GESTIÓN DE LA MIGRACIÓN

Obiang también se defendió este lunes de las críticas recibidas por las detenciones de migrantes de otros países africanos que se acentuaron durante el último mes, según denuncian organizaciones de derechos humanos.

Fuentes sobre el terreno aseguraron a Amnistía Internacional que, a principios de noviembre, se produjo una redada masiva contra ciudadanos extranjeros arrestados en malas condiciones en un polideportivo de Malabo, según explicó a Efe la investigadora para África Central de la organización, Marta Colomer.

«La política del Gobierno del PDGE ha consistido siempre en nuestro espíritu panafricanista en acoger a nuestros hermanos de otras naciones africanas», recalcó hoy Obiang, y añadió que las autoridades solo rechazan a migrantes que «no justifiquen su identidad».

Pero según declaró a Efe la politóloga y activista ecuatoguineana Trifonia Melibea Obono, «es normal en Guinea Ecuatorial que, en cualquier momento y a cualquier hora del día, las fuerzas del orden público detengan a inmigrantes alegando que no tienen documentación».

Obiang gobierna el país con mano de hierro desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías mediante un golpe de Estado. EFE

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