Oleg Sentsov, cineasta y símbolo de la oposición ucraniana a Rusia
El cineasta ucraniano Oleg Sentsov, liberado el sábado como parte de un canje de prisioneros entre Moscú y Kiev, pasó cinco años en las cárceles rusas y protagonizó una huelga de hambre de 145 días, lo que lo convirtió en el símbolo de la resistencia ucraniana a Rusia.
Sentsov era un prometedor director ucraniano hasta que su activismo político en la revuelta proeuropea de 2014 en Kiev, el llamado Maidan, y luego la anexión de Crimea por parte de Rusia, ese mismo año, cambiaron su destino.
En 2015, en su Crimea natal, Sentsov fue declarado culpable de «terrorismo» y «tráfico de armas» por la justicia rusa, tras un juicio calificado de «estalinista» por la oenegé Amnesty International.
El 14 de mayo de 2018 empezó en su cárcel del norte de Rusia una huelga de hambre para exigir la liberación de todos los «prisioneros políticos» ucranianos detenidos.
Sin embargo, el Kremlin no cambió de posición a pesar del apoyo internacional y de las discusiones sobre un posible intercambio de prisioneros.
El 5 de octubre de 2018, tras 145 días de ayuno, el cineasta anunció el fin de la huelga de hambre por temor a que le obligaran a alimentarse. Según su prima, Natalia Kaplan, su salud se vio «gravemente afectada» por este largo periodo en que dependía de los complementes alimenticios y las vitaminas de la administración penitenciaria.
Pocos días después el Consejo de Europa le otorgaba el premio Sájarov a los derechos humanos.
Sentsov siempre rechazó la posibilidad de pedir un indulto.
– Oposición a Moscú –
Como cineasta, Sentsov es conocido sobre todo por «Gamer», una película filmada con un presupuesto de sólo 20.000 dólares que cuenta la historia de un adolescente que participa en competiciones de videojuegos y tiene una vida complicada en un pueblo de Ucrania.
La película es autobiográfica porque Sentsov, que pasó ocho años compitiendo en torneos de videojuegos, financió su película gestionando una sala de juegos en Simféropol, la capital de Crimea.
La película, premiada en Róterdam en 2012, pasó por muchos festivales y le permitió lanzar «Rhino».
Pero su segundo proyecto quedó interrumpido cuando el cineasta, que tiene dos hijos, decidió unirse a las protestas proeuropeas en Ucrania que llevaron a la destitución del presidente ucraniano prorruso Víktor Yanukóvich en febrero de 2014 tras meses de manifestaciones.
«Oleg y sus camaradas organizaban ralis de autos en Crimea, con símbolos y banderas ucranianas. También las colgaban en las paredes (…) y siguieron haciéndolo durante la anexión, cuando todo el mundo se había ido», explicaba en 2015 a la AFP Kostiantyn Reoutski, un activista ucraniano que le conoció en esa época.
«Es una persona reflexiva, responsable y llena de iniciativa (…) Su objetivo era demostrar que Crimea no era prorrusa al 100%», explicó.
Dos meses después de la anexión rusa de Crimea, la madrugada del 11 de mayo de 2014, Sentsov fue detenido. Luego fue encarcelado en Moscú, en el centro de alta seguridad Lefortovo, hasta que empezó su juicio en Rostov del Don, en el suroeste de Rusia.
Durante el juicio el cineasta se mantuvo desafiante, a pesar de que la acusaban de haber provocado incendios criminales contra sedes del partido ucraniano pro-Kremlin y de haber planificado ataques, uno de ellos contra una estatua de Lenin en Simferópol.
«No es un suicida, quiere y espera vivir. Me hace pensar en un enfermo de cáncer convencido de que vencerá el tumor y vivirá», dijo a la AFP la periodista y activista de derechos humanos Zoya Svétova tras haberle visitado en prisión en agosto de 2018.