Asociaciones piden política de distensión en víspera de la cumbre de la OTAN

Bruselas, 13 jun (EFE).- Unas doscientas personas se concentraron este domingo en el centro de Bruselas en defensa de una política de distensión y seguridad común global, en la víspera de la cumbre que reunirá a los líderes de la OTAN en la sede central de la Alianza, la primera con Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

Convocadas por una veintena de asociaciones lideradas por el «Movimiento belga por la paz y el clima», los manifestantes se dieron cita en la plaza Albertina, en pleno corazón del Monte de las Artes, donde se aglutinan la mayoría de los principales museos de la ciudad, con el lema «Sí a la paz, no a la OTAN».

En un ambiente festivo, con música, cometas y discursos, los convocantes defendieron que «solo la cooperación internacional puede garantizar la seguridad», como, aseguran, ha puesto en evidencia la pandemia.

«Proponemos que haya un discurso, un plan de paz, que los países se esfuercen en buscar otras formas de seguridad colectiva que no sea de conflicto, de confrontación, sino de diplomacia», dijo a Efe una de las coordinadoras de la protesta, Veronique Coteur, del movimiento de solidaridad internacional Intal.

El movimiento belga por la paz y el clima, en el que se integra Intal, así como Greenpeace, Attac y la asociación de apoyo al pueblo saharaui, entre otras, considera que la Alianza apunta a una nueva Guerra Fría al intensificar la confrontación con Rusia y China.

Y considera que el proceso de reflexión sobre el futuro de la Alianza, bautizado como OTAN 2030, y que constituye la base de la nueva estrategia de la organización para los próximos diez años, impulsa «el proceso de militarización aún más».

«La OTAN es una maquina de guerra, no es una maquina para la seguridad, y el hecho de que Biden llame a más tensiones con China solo muestra que nuestros gobiernos se dejan llevar a una aventura que no es la nuestra» y que solo persigue que «los Estados Unidos siga siendo la potencia mundial».

Según cálculos de la OTAN, 2021 será el séptimo año consecutivo de incremento de gasto de los aliados europeos y Canadá, con un 1,70 % del PIB de media (el fin es llegar al 2 % para 2024). Para fines de este año, los países de la Alianza habrán agregado 260.000 millones de dólares estadounidenses a sus presupuestos de defensa desde 2014.

Los organizadores de la concentración de hoy en Bruselas aseguran que «nunca antes» el gasto militar de los países de la OTAN había sido «tan elevado», constituyendo el «55 % del total mundial».

A Petición de la Alianza, Bélgica, por ejemplo, ha comprado 34 nuevos aviones de combate F-35 por 12.500 millones de euros «para servir en las misiones de la OTAN, en sus intervenciones en el mundo», dijo Coteur.

Según el movimiento belga por la paz y el clima, las emisiones de CO2 de una hora en el vuelo de un avión de combate F-35 son aproximadamente equivalentes a las de ocho automóviles durante todo un año.

Y es que, denuncian los convocantes de la protesta, estos mayores gastos militares, en particular por parte de los países de la OTAN, aumentan «enormemente» las emisiones de CO2 en un momento en el que se deben implementar todos los medios para luchar contra el cambio climático.

«El problema de la crisis climática no se soluciona con la militarización, se soluciona repensando el modelo económico que hace que las guerras por recursos continúen», subrayó Coteur, quien mostró, por ello, su desconfianza en la nueva estrategia de la OTAN para intentar reducir la huella de carbono en sus misiones.

Por ello, además de por una política de distensión, los convocantes abogaron por una reducción drástica del gasto militar y la transferencia del gasto en armamento a la seguridad social y ambiental, así como por la firma del Tratado de las Naciones Unidas sobre la Prohibición de las armas nucleares. EFE

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