Pérdidas humanas y destrozos regresan al sur del Líbano, dónde Israel «simplemente ataca»
Tiro (Líbano), 23 mar (EFE).- Los residentes de Tiro, ciudad costera el sur de Líbano, han visto el regreso de los ataques aéreos israelíes contra edificios civiles que ayer acabaron con la vida de dos personas e hirió a otras diez en un edificio residencial a cinco minutos del centro de la ciudad, un lugar donde Israel «simplemente ataca» sin que se sepa «por qué».
Desde un segundo piso, ahora sin paredes, Mohamed Beshkar, de 33 años, observa con enfado los restos del que era su gimnasio, arrasado por el ataque del sábado, que tuvo lugar “justo después del iftar (rotura del ayuno en el mes de ramadán)”.
Se muestra aliviado ya que, en el momento del bombardeo, el establecimiento se encontraba vacío, pero lamenta la pérdida del que era su modo de vida. “Nos ha costado más de 90.000 dólares entre equipos, decoración… ¿Quién nos va a compensar todas estas pérdidas?”, explica, y acusa a Israel de “aterrorizar a la gente” como “único fin”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el lanzamiento de una gran ofensiva aérea sobre objetivos de Hizbulá en todo Líbano, una serie de ataques que dejaron un total de siete muertos y más de 40 heridos en el sur y el este del país.
La acción militar se produjo en respuesta al lanzamiento de seis proyectiles desde el lado libanés hacia el norte de Israel, un ataque del que la milicia chií se ha desvinculado.
Este lanzamiento fue el primer incidente de este tipo desde la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y Hizbulá el pasado 27 de noviembre, y supone la mayor prueba a la frágil tregua, que ha sido violada en reiteradas ocasiones por el Ejército israelí con bombardeos y la ocupación de territorio libanés, pero nunca con la intensidad de este fin de semana.
En total, el sábado murieron siete personas, mientras que hoy mismo otros ataques israelíes causaron la muerte de otra persona más.
«No se sabe por qué»
“Safí y otra vecina murieron (en el bombardeo). Que en paz descansen los dos”, explica Ali, de 52 años, y propietario de uno de los pisos superiores del edificio, aunque evita responder si las víctimas tenían alguna vinculación con Hizbulá: “Cuando ellos (los israelíes) sospechan de alguien, simplemente atacan, y uno nunca sabe por qué”.
Por las escaleras dañadas, arrastra una maleta rota y un bate de béisbol, con el que bromea sobre “derrotar a Israel”, aunque la mayoría del vecindario no es tan optimista. Es la tercera vez que atacan la misma calle, aunque los otros dos impactos tuvieron lugar durante la invasión israelí del pasado otoño, cuando Tiro era objetivo todos los días de las bombas y prácticamente toda su población se encontraba refugiada en otras partes más seguras del país.
El presidente del Líbano, Joseph Aoun, condenó los lanzamientos de proyectiles hacia Israel, al considerar que «arrastrarían al país árabe a un nuevo ciclo de violencia», y pidió al Ejército libanés investigar «lo sucedido”.
Según un comunicado de su oficina de prensa, el mandatario libanés consideró que «lo que ocurrió en el sur (…) constituye un ataque persistente contra el Líbano y un golpe a su proyecto de rescate, sobre el cual los libaneses han acordado por unanimidad».
El gran miedo de muchos residente es que los días de conflicto regresen, aunque, como asegura Ali con un cigarrillo en la boca, todos dan por seguro que la guerra “siempre va y viene” en el sur de Líbano. EFE
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