Encuentran muertas dos crías de ballena jorobada en las costas del Pacífico en Panamá
Ciudad de Panamá, 28 jul (EFE).- Dos crías de ballena jorobada fueron encontradas muertas esta semana en las costas del Pacífico de Panamá, que forma parte de la ruta migratoria de estos cetáceos. La última de ellas la localizaron este viernes en la isla panameña de Taboguilla.
El Ministerio del Ambiente (Miambiente) indicó que el animal varado fue encontrado en zona privada de la isla, cuyos propietarios avisaron a las autoridades.
Los retos del ballenato fueron movilizados hacia mar adentro, dijo el Miambiente, que explicó que «la muerte de un animal forma parte de un proceso natural de transferencia de sustancias nutritivas para otras especies de la comunidad biológica».
Por ello, al trasladarlo a mar abierto, «este cetáceo servirá de consumo para otros animales de la fauna marina», añadió la información oficial, que no menciona posibles causas de la muerte del animal.
Otro ballenato de la especie jorobada fue hallado muerto el pasado miércoles en un estero de la provincia de Los Santos, en un «estado de descomposición avanzado» que incluía que «el contenido abdominal ya había perdido la estructura».
El Miambiente señaló que este animal, de 5,38 metros y de sexo por determinar, no mantenía artefactos de pesca ni alguna evidencia de accidente, por lo que se desconoce la causa de muerte.
Agregó que al estar en un área de difícil acceso y poco visitado por turistas, «se optó por que los animales carroñeros se encargaran de eliminar el material orgánico y que los restos dejados sean aprovechados por los descomponedores. Todo esto siguiendo con los lineamientos de protocolo de manejo en caso de varamientos».
El Ministerio de Ambiente indicó que durante el proceso migratorio de las ballenas y otras especies, como los delfines y los cachalotes, «es común que aquellos individuos que tienen condicionantes como enfermedad, o edad avanzada, no soporten el costo energético que representa este movimiento desde el Pacífico Sur, hasta las aguas panameñas, llegando a perder la vida en estas rutas».
Es por ello que «los varamientos pueden ocurrir en cualquier fecha del año donde haya presencia de delfines, ballenas, cualquier otro mamífero acuático», una situación que puede ser consecuencia de procesos naturales o por interacciones con actividades humanas como la pesca, enmallamiento en redes fantasma, colisión con embarcaciones, contaminación, pruebas militares y búsqueda de petróleo.
Entre julio y noviembre tiene lugar la migración desde el Polo Sur de las ballenas jorobadas, que recorren más de 8.000 kilómetros para amamantar a sus crías en aguas cálidas, mientras que entre diciembre y marzo ocurre el traslado de las ballenas jorobadas del Polo Norte. EFE
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