Papúa Nueva Guinea declara emergencia nacional en zona minera por violencia entre clanes
Sídney (Australia), 22 sep (EFE).- Papúa Nueva Guinea declaró como emergencia nacional la situación en una zona del norte del país que alberga una de las mayores minas de oro en el mundo, después de que al menos una treintena de personas murieran por los enfrentamientos entre clanes.
«La situación ha empeorado de nuevo y se debe imponer la mano dura para prevenir un nuevo baño de sangre», indicó el portavoz de la Policía, Peter Tsiamalili, en un comunicado divulgado este domingo por las fuerzas de seguridad, sin aportar más datos sobre la violencia.
El estado de emergencia afecta entre otras a la provincia de Enga, donde se encuentra la mina de oro Porgera, la segunda más grande del país y entre las mayores del mundo.
El estado de emergencia permite a la Policía imponer más controles de seguridad, prohibir la venta de alcohol y «mejorar la capacidad de las instalaciones» de los centros de detención, así como conceder a las fuerzas de seguridad las «herramientas y derechos necesarios para aplacar la violencia».
Los enfrentamientos entre mineros ilegales y colonos contra los dueños tradicionales de las tierras de Porgera, que han dejado decenas de casas quemadas, se recrudecieron entre el 11 y el 15 de septiembre, según la policía papuana.
El conflicto comenzó en agosto, cuando un grupo de mineros ilegales del clan Sakar atacó a un terrateniente de los Piande, que quedó gravemente herido, dando inicio así a una espiral de violencia en Porgera que ha obligado al desplazamiento de centenares de mujeres y niños.
A raíz de los enfrentamientos, el director de la Policía, David Manning, ordenó desde el pasado sábado el uso de la «fuerza letal» para restablecer la ley y el orden, el despliegue de unos 120 agentes de seguridad y la imposición de un toque de queda nocturno, entre otras medidas.
El área es de difícil acceso y a menudo escenario de enfrentamientos tribales, según declaró a EFE la semana pasada Mate Bagossy, consejero humanitario de la ONU en Papúa Nueva Guinea.
Bagossy estimó que el número de muertos pudiera ser mayor que la treintena calculada por las autoridades, indicando que podría «haber hasta cincuenta fallecidos y un número indeterminado de heridos», cifras no confirmadas.
El acceso a Porgera además es complicado porque se encuentra a unos 40 kilómetros de la localidad de Yambali, donde se produjo un corrimiento de tierra en mayo que enterró vivas a centenares de personas.
El alud todavía ocupa parte de la carretera de acceso a la mina, lo que dificulta el paso de los vehículos.
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