Paramilitares de las FAR y aliados acuerdan bases para formar gobierno paralelo en Sudán
Nairobi/El Cairo, 23 feb (EFE).- Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) sudanesas y otros 23 grupos políticos y militares afines firmaron en Nariobi un acuerdo de bases para formar un gobierno paralelo en Sudán en las zonas que están bajo su control en el marco de la guerra civil en el país africano, según el escrito al que hoy ha tenido acceso EFE.
En la carta política de lo que se ha denominado la Alianza Fundacional de Sudán, los grupos paramilitares y políticos acuerdan principios y fundamentos para construir un «nuevo Sudán», que sea «un Estado secular», «democrático», basado en un «principio de unidad voluntaria» y «descentralizado», abriendo el camino a la «autodeterminación» de estas zonas.
La firma de este acuerdo se llevó a cabo durante la noche del sábado en la capital keniana, tras meses de conversaciones entre las partes implicadas, sin que de momento se hayan dado declaraciones por los paramilitares y sus socios de qué supondrá este documento en un corto plazo.
En la carta, estos grupos indican que quieren que el nuevo gobierno de las zonas controladas por paramilitares -como es la región occidental de Darfur y partes de Kordofán-, se base en «la libertad, la igualdad y la justicia» y el «respeto a la diversidad».
Todo esto, recogen, será bajo un «gobierno de unidad, paz y estabilidad duradera», pero con la posibilidad de que se otorgue al pueblo sudanés ejercer su derecho a la «autodeterminación» en caso de que la secularización o la separación de la religión del Estado no se garantice en la Constitución.
Además, pactaron la creación de un «solo Ejército nacional», acabando con los «múltiples» existentes, que sea «profesional» y bajo una «doctrina militar» que refleje la «diversidad y pluralidad», así como que esté sujeto desde el primer día de su creación a «la supervisión y control civil».
Los firmantes indicaron que adoptaron estos principios por la necesidad de «recoger los sueños y aspiraciones legítimas» de su pueblo, que ha sido sometido durante «59 años» a la «tiranía de los régimenes militares».
«El régimen islámico, que gobernó Sudán durante más de 30 años, es un sistema de opresión, represión, y derramamiento de sangre», argumentaron, a lo que se agregó lo ocurrido tras el «golpe de Estado» en 2021 y los acontecimientos que llevaron a Sudán a «una crisis humanitaria sin precedentes».
Los firmantes resumieron que el documento tiene como objetivo llegar a una paz «justa e integral» y poder acabar con la crisis humanitaria en el país africano.
Entre los firmantes, además de las FAR lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo (alias Hemedti), se destaca el Partido Nacional de Umma, el Movimiento de Liberación de Sudán Norte, el Movimiento de Justicia e Igualdad Sudanés y la Alianza del Frente Revolucionario, entre otros.
Críticas del Gobierno sudanés
El Gobierno sudanés, por su parte, acusó a las autoridades kenianas de apoyar a las FAR, por haber permitido que las reuniones y la firma del documento, que se esperaba desde hace días, se produzcan en Nairobi, algo que también ha despertado las críticas de la sociedad civil keniana.
En un comunicado difundido esta semana, la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC) denunció que, al acoger a las FAR, Nairobi se convierte en «cómplice de atrocidades masivas contra el pueblo sudanés».
«Las acciones del Gobierno keniano socavan los esfuerzos internacionales (incluidos los de organizaciones de la sociedad civil) para promover la paz, la rendición de cuentas y la justicia», añadió la ONG.
También Naciones Unidas (ONU) denunció esta semana que «están preocupados por cualquier nueva escalada en el conflicto sudanés», incidiendo que una medida así «aumentaría la fragmentación del país y amenazaría con empeorar aún más la crisis».
Este acuerdo se produce mientras las FAR encadenan una perdida acelerada de territorio a favor del Ejército sudanés, especialmente en los dos estados de Jartum y Al Yazira; el Nilo Blanco, en el sur; y Kordofán Norte, en el oeste, adyacente a la región de Darfur donde los paramilitares mantienen la mayor parte de la zona.
La guerra en Sudán ha causado de momento decenas de miles de muertos y ha obligado a unos 12 millones de personas a abandonar sus hogares, más de 3 millones de ellas a otras naciones, lo que ha convertido al país en el escenario de la peor crisis de desplazados del planeta, según la ONU. EFE
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