Parlamento israelí debate ley sobre «el Estado-nación del pueblo judío»
El parlamento israelí convocó para el 8 de agosto una sesión extraordinaria sobre la controvertida ley que define a Israel como «el Estado-nación del pueblo judío», a la que sus detractores acusan de atentar contra los derechos de las minorías.
Esta convocatoria se decidió por petición de 52 diputados de la oposición (de un total de 120), después de que la Kneset terminase su sesión de verano el pasado jueves, anunció este martes la cámara.
La ley sobre el Estado-nación, adoptada el 19 de julio con el apoyo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirma que el establecimiento de «localidades judías responde al interés nacional».
Además, confiere a los judíos el derecho «único» a la autodeterminación en Israel y proclama que el hebreo es el único idioma oficial del país mientras el árabe solo tendría un estatuto «especial» sin definir.
Este texto forma parte de las leyes fundamentales que hacen las veces de Constitución de Israel.
El debate durante esta sesión extraordinaria se centrará en «la ley de la nacionalidad y sus ataques a los valores de igualdad y democracia», afirmaron los diputados de la oposición.
El parlamento israelí puede ser convocado fuera de las sesiones habituales a petición de al menos 25 diputados. Pero no puede organizarse ninguna votación durante una sesión extraordinaria.
Avi Dichter, ponente de la ley y diputado del Likud -el partido conservador de Netanyahu-, excluyó este martes en declaraciones a la radio militar todo cambio de este texto que los diputados opositores árabes denunciaron como «racista».
El texto también fue criticado por los dirigentes drusos. Los miembros de esta comunidad están obligados a realizar el servicio militar, al igual que los otros ciudadanos israelíes, a excepción de los áraboisraelíes, que representan un 17,5% de la población.
Según los medios, el presidente israelí, Reuven Rivlin, cuyos poderes son simbólicos, afirmó el lunes durante un encuentro con diputados árabes israelíes que tenía intención de firmar la ley en árabe para expresar su oposición.
Contactada por la AFP, una portavoz de la presidencia se negó a confirmarlo.