Pekín portará la antorcha del Sur Global frente a Trump durante su presidencia en la ONU
Jesús Centeno
Pekín, 8 feb (EFE).- China asumió este febrero la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que el día 18 celebrará un debate abierto en el que Pekín se erguirá como portavoz del Sur Global para dar réplica a Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump.
«China lleva tiempo presentándose dentro de las agencias de la ONU como líder de los países en desarrollo, con lo que es de esperar que utilice esta presidencia para pedir más representación del Sur Global en sus organismos», señala a EFE el académico Liu Dongshu, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de la Ciudad de Hong Kong.
La presidencia del Consejo estará marcada por el retorno de Trump, que en apenas un mes en el cargo ha dejado titulares como que EE.UU. debe ocuparse de la reconstrucción de Gaza y desplazar a los palestinos a otro lugar o amenazado con «tomar» el canal de Panamá.
Desde que volvió a la Casa blanca, también ha retirado a su país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, prorrogado la suspensión de fondos para la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y abandonado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Acuerdo de París, «dejando espacio» a Pekín para promocionar su agenda, apunta Liu.
Está previsto que el canciller chino, Wang Yi, viaje a Nueva York para presidir esta sesión a la que China ha invitado también al jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio.
China cuenta en la ONU con un representante permanente, Fu Cong (ex embajador en la Unión Europea y que dejó ese cargo tras 15 meses marcados por un progresivo deterioro de las relaciones), que ya ha tenido que lidiar con la retirada de Panamá de la controvertida iniciativa china de las Nuevas Rutas de la Seda.
Fu rechazó que el proyecto esconda «agenda política», contrariamente a la «campaña de difamación lanzada por EE. UU. y otros países occidentales», y defendió que busca «construir una plataforma» para que los países, especialmente los del Sur Global, «fomenten la cooperación económica entre ellos».
Su misión incluirá dulcificar la imagen del régimen comunista frente a «las presiones y amenazas» estadounidenses, reafirmando el manido compromiso de Pekín con el «multilateralismo».
«El mundo está entrando en un periodo muy turbulento. El número de conflictos alcanza su nivel más alto desde la Guerra Fría. Y la comunidad internacional está pidiendo, sobre todo el Sur Global, reformar el sistema de gobernanza global», señaló Fu en una reciente rueda de prensa en Nueva York.
El experto Liu no cree que China vaya a pedir más representación para los países en desarrollo en el Consejo de Seguridad, del que es miembro exclusivo junto con EE. UU., Rusia, Francia y Reino Unido.
«La división y la confrontación en el Consejo están reemplazando a la solidaridad y la cooperación. Con frecuencia no puede hacer nada ante las crisis de seguridad. Esta situación no debe continuar», agregó Fu.
Según el diplomático, Oriente Medio y la cuestión palestina, para la cual China insiste en la solución de los dos Estados, centrarán las discusiones del día 18.
«El Consejo debe tomar medidas para garantizar un alto el fuego y acuerdo que se implemente en plenitud y que permita acceso humanitario abierto y sin restricciones», remató.
La guerra comercial, telón de fondo
Tras regresar, Trump también ha ordenado aranceles adicionales del 10 % a las importaciones de China a cuenta de la crisis del fentanilo y firmó una orden para aplicar tarifas del 25 % a los bienes de México y Canadá, aunque las últimas las paralizó a cambio de vigilancia migratoria.
Queda abierto el frente de Pekín que, según Liu, «busca crear oportunidades para la negociación».
«Las represalias de China -aranceles selectivos del 10 al 15 % a las importaciones estadounidenses, una investigación antimonopolio para Google y controles a la exportación de minerales clave- son prudentes. Es una respuesta firme pero menos agresiva de lo esperable», argumenta.
Cree que la prioridad de Pekín, tanto en esta presidencia del Consejo como en sus relaciones con Washington, será «plantar cara» a Trump para «obligarle a él a negociar».
«El hecho de que Trump suspendiese los aranceles a México y Canadá tras hablar con sus presidentes refuerza la convicción de los líderes chinos de que una negociación es posible y deseable», adelanta.
Liu anticipa que el estadounidense podría proponer una llamada al líder chino, Xi Jinping, «en las próximas dos semanas más o menos» para acercar posturas.
Pese a «la retórica de muchos políticos estadounidenses» contra China, el embajador Fu destacó que «las dos grandes potencias mundiales ganarían trabajando juntas» en ámbitos como el terrorismo, el narcotráfico, la no proliferación de armas y el cambio climático. EFE
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