Pekín responde a Rubio que Taiwán «es un asunto interno chino que no admite injerencias»
Pekín, 16 ene (EFE).- China aseguró este jueves que «la cuestión de Taiwán es un asunto puramente interno de China que no admite injerencias externas», después de que el senador Marco Rubio, nominado a secretario de Estado de Estados Unidos en el próximo Gobierno de Donald Trump, abogase recientemente por mantener el apoyo a la isla.
El portavoz de la Cancillería china Guo Jiakun declaró hoy en una rueda de prensa que «el mayor desafío a la paz en el Estrecho de Taiwán en la actualidad son las actividades separatistas y la interferencia y destrucción de fuerzas externas».
Guo aseveró que «lo que Estados Unidos debería hacer es acatar el principio de ‘una sola China’ y cumplir su compromiso de no apoyar la independencia de Taiwán».
«China siempre ha considerado y manejado las relaciones entre Pekín y Washington de acuerdo con los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación», agregó el vocero.
Guo indicó que «el desarrollo de China tiene una clara lógica histórica y un fuerte impulso interno» y que el objetivo de las autoridades chinas es «dar al pueblo chino una vida mejor y hacer contribuciones al mundo entero», en respuesta a Rubio, que aseguró que el gigante asiático es «el rival más potente y peligroso» al que se ha enfrentado Estados Unidos.
Rubio abogó este miércoles por mantener el apoyo a Taiwán y demostrar a China que el costo de invadir la isla sería «demasiado alto».
Durante su audiencia de confirmación en el Senado estadounidense, Rubio se mostró partidario de la llamada «estrategia del puercoespín» que, dijo, consiste en que «el costo de invadir Taiwán sea mayor que el beneficio» de hacerlo.
El nominado a secretario de Estado en sustitución de Antony Blinken apuntó que no solo se debe disuadir a China de un ataque para «defender a Taiwán» sino también para «prevenir una intervención militar que provocaría un cataclismo en el Indopacífico».
Las autoridades taiwanesas observan con especial atención la política hacia China que adoptará la administración estadounidense a partir del 20 de enero, ya que Washington es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender a la isla en caso de conflicto con Pekín.
Si bien reforzó la asistencia militar a Taipéi en su primer mandato, Trump vertió múltiples críticas contra Taiwán durante su última campaña electoral, asegurando que la isla “robó” la industria de semiconductores de EE. UU. y debería pagar a Washington por su defensa.
Las tensiones entre China y Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por las autoridades de Pekín como una “provincia rebelde”, se han recrudecido tras la toma de posesión del presidente isleño, el soberanista William Lai, en mayo del año pasado. EFE
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