La red de maestros, la clave oculta del éxito de Pedro Castillo en Perú
David Blanco Bonilla
Lima, 4 jun (EFE).- Convertidas en promotoras ignoradas, o muy poco conocidas, de las propuestas de Pedro Castillo, las redes de maestros han sido claves en la difusión de la candidatura de este profesor de escuela rural, que llega a las elecciones del domingo como favorito para ser el «presidente del bicentenario» de Perú.
Cuando el candidato izquierdista sorprendió al ganar las elecciones generales de este 11 de abril, por delante de la derechista Keiko Fujimori y un puñado de conocidos políticos, su triunfo fue relacionado rápidamente con el descontento de las provincias ante el centralismo de Lima, el fracaso del modelo económico y el duro impacto de la pandemia en el país.
Sin embargo, fueron pocos los que destacaron el apoyo que recibió de los maestros, que reúnen a unos 450.000 miembros en su principal sindicato y gozan de gran autoridad y respeto en el interior del país, donde Castillo cuenta con su gran caudal electoral.
«Definitivamente, los sindicatos de los maestros han tenido un peso decisivo en la victoria de Castillo en la primera vuelta, porque simple y llanamente están esparcidos por todo el país, tienen una organización formada desde hace décadas», remarcó a Efe el escritor y periodista Hugo Coya.
Similar fue la opinión de la politóloga Gelin Espinoza, quien desde la región sureña de Ayacucho confirmó que el respeto que se tiene por los maestros en las zonas más remotas del país «juega un papel fundamental, porque es un referente en esos lugares».
UN INSTRUMENTO CONTRA LA DESIGUALDAD
En un país con grandes brechas económicas y sociales como Perú, la educación es un instrumento para mejorar las condiciones de vida y ascender socialmente, por lo que un maestro puede tener más respeto «que cualquier autoridad, que cualquier alcalde o cualquier funcionario», acotó Coya.
Una muestra de esta consideración la dan diariamente los seguidores de Castillo, quienes en todos sus actos lo presentan como «el profesor», un detalle al que se le ha dado poca importancia en las grandes ciudades.
Tampoco se ha hecho demasiado énfasis en que aproximadamente la mitad de los 37 miembros de la bancada que tendrá en el Congreso el partido de Castillo, Perú Libre, serán maestros.
En ese sentido, Espinoza sostuvo que en zonas donde solo hay uno o dos colegios los maestros mantienen una red de comunicación «bastante fuerte y cercana» con la población, que muestra su gran descontento ante las notorias carencias y deficiencias para acceder a la educación virtual en medio de la pandemia.
POLÍTICO, RONDERO Y SINDICALISTA
Aunque antes de estas elecciones Castillo solo era conocido como representante sindical de los maestros, también ha sido militante de Perú Posible, el partido del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), e integró las rondas campesinas, las organizaciones civiles que dan seguridad en los pueblos de los Andes.
«Todo esto ha contribuido a cincelar esta figura, alejada además de los centro urbanos y de los medios de comunicación», sostuvo Coya antes de remarcar que para analizar su ascenso político también se debe considerar la crisis económica causada en Perú por la pandemia.
Espinoza indicó que, en las actuales condiciones, el «sacrificio que implica ser docente y trabajar además en escuelas muy precarias» ha generado un mayor reconocimiento, y que su red de contactos contribuya a transmitir la «esperanza de que con Castillo las cosas van a ir mejor».
En todo esto, añadió, han cumplido un rol muy importante las radios locales, que han ocupado el espacio informativo ante el rechazo de muchos pobladores al apoyo abierto de los grandes medios a la candidatura de Keiko Fujimori, la rival de Castillo en la segunda vuelta electoral del próximo 6 de junio.
LOS RETOS Y EXIGENCIAS
Más allá de estos aspectos, Coya también remarcó que en el gremio de los maestros «hay una serie de luchas internas, intestinas», a pesar de lo cual mantiene su buena organización, mientras que Castillo también afronta problemas y exigencias notorias.
Entre estas figuran los pedidos para que aclare los presuntos vínculos de algunos miembros de su partido con agrupaciones simpatizantes o cercanas al grupo terrorista Sendero Luminoso, así como la necesidad de «demostrar que tiene condiciones como partido político de garantizar la gobernabilidad» del país.
«Castillo, a mi modo de ver, es un populista de extrema izquierda… y eso le va a costar muchísimo formar un equipo de ancha base», alertó el analista.
Por ese motivo, anticipó que de ganar las elecciones la «columna vertebral» de su gobierno serán las organizaciones de maestros y los sindicatos.
«Una organización sindical tiene otros fines, no conoce el Estado, tiene pocos cuadros técnicos, y además ha comenzado a prometer una serie de cosas que no se condicen con la realidad», anotó Coya antes de recordar que Castillo tampoco tendría mayoría en un Congreso principalmente controlado por grupos conservadores. EFE
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