Perelló, experto en turismo: el sector en Cuba está en plena “década perdida”
Juan Carlos Espinosa
La Habana, 9 mar (EFE).- José Luis Perelló, una de las voces más respetadas en el estudio del turismo en Cuba, estima que la isla no recuperará el nivel de visitantes internacionales que tuvo antes de la pandemia hasta 2030. La locomotora económica del país, asegura en una entrevista con EFE, está en plena “década perdida”.
El experto no hace ese pronóstico a la ligera. Se basa en un análisis de la evolución en el nivel de llegadas durante décadas. Así lo plasma en el libro ‘The Cuban Tourism: Industry Evolution, Challenges, and Prospects’ (El turismo cubano: evolución de la industria, retos y perspectivas), que se publica este año y que escribió junto con Paolo Spadoni, profesor asociado del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Augusta (EE. UU.).
“Las series históricas del comportamiento turístico de Cuba durante 40-50 años indican que (…) el crecimiento interanual más alto fue del 10,65 %, durante el deshielo, en la apertura con (el presidente estadounidense, Barack) Obama. Partiendo de las últimas cifras (y a ese ritmo), se llegaría al orden de los 4,5 millones en el año 2030”, estima.
Perelló sostiene, por otro lado, que el actual “declive” del turismo sólo se «acentuó» con la pandemia, pero ya esta industria daba signos de desgaste desde 2018-2019. Justo antes se habían logrado los máximos históricos, con 4,7 millones de turistas, frente a los 2,2 de 2024, la peor cifra en 17 años (sin contar 2020 y 2021, por la covid-19).
Desde la apertura del sector en los años noventa, en medio de la crisis económica tras la caída del bloque soviético en Europa, el Gobierno insular ha apostado sus fichas en el turismo como motor de la economía y fuente para acceder a divisas a pesar de que no ha logrado los números que se ha trazado. Esta tendencia se ha agudizado en los últimos años.
La isla registró sus mejores ingresos durante el acercamiento con Estados Unidos, con Obama (2008-2016), y el año inicial de la primera administración de Donald Trump (2017-2021).
Después, vinieron las sanciones. Para Perelló, el Gobierno de la isla erró en confiar en demasía en el turismo norteamericano y se dejó llevar por el contexto que vivió en esos años: “Ese fue un gran problema, un gran error. Aunque nadie puede predecir el futuro”.
Construcción de hoteles
Justamente en aquellos años, el Ejecutivo comprometió un número no menor de inversiones para construir grandes hoteles de lujo. Su propiedad siempre es del conglomerado empresarial controlado por el ejército, Gaesa, pero los gestionan multinacionales como las españolas Meliá e Iberostar o la canadiense Blue Diamond.
Se trata de una apuesta fuertemente criticada por algunos economistas por considerarla un despilfarro durante un contexto de crisis económica y carestía, cuando, además, la tasa de ocupación se suele ubicar en el entorno del 30 %.
Pero Perelló va más allá. En Cuba “no hay un plan de desarrollo turístico”, sino un “plan de inversión hotelera” enfocado en lo “inmobiliario”, sostiene.
“Habría que pensar un poco por qué se da eso: que las cadenas extranjeras siguen asumiendo hoteles en Cuba cuando la ocupación es mínima. Habría que enfocarlo en que eso pertenece al sector inmobiliario. No son inversiones de interés turístico sino en activos inmobiliarios. Para ya cotizar en bolsa y que las acciones suban. Es una apuesta inmobiliaria especulativa”, concluye.
También cree que hay otro asunto que no se consideró cuando se comprometieron las construcciones de hoteles durante el acercamiento con Estados Unidos: el tiempo en el que se demora en hacerse toda esa planta hotelera nueva.
“El problema es que si hay una apertura [con EE. UU.], y en ese momento es que te acuerdas que hay que construir los hoteles, la apertura viene de ahora para ahorita pero los hoteles se demoran. Eso fue lo que pasó. La apertura llegó en el año 2016… A Cuba llegaron 4,7 millones de turistas y no tenían hoteles. ‘¡Hay que hacer hoteles!’”, remacha.
«Espíritu multidestino»
El académico considera que si Cuba quiere volver a los registros que alcanzó en el deshielo tiene que apostar por el “espíritu multidestino” en vez de buscar a los vacacionistas desde el mercado emisor, especialmente en un momento en el que no hay suficientes conexiones aéreas con La Habana.
En ese sentido, Perelló lamenta que la estrategia gubernamental no esté yendo en esa dirección: “No creo que esté apuntando en ese multidestino, está apuntando al viejo esquema de atraer al turista desde el mercado emisor y eso es difícil”. EFE
jce/jpm/ah
(foto) (video)