Periodistas sirios lanzan el primer medio creado por refugiados en España
Muhammed, Ayham, Moussa y Okba forjaron su vocación periodística en la guerra de Siria, antes de emigrar a Madrid. Ahora presentan orgullosos el primer medio dirigido por refugiados en España: Baynana, una novedosa revista digital en árabe y español.
Los cuatro tienen entre 22 y 32 años y son originarios de Deraa, la ciudad del sur de Siria donde, en marzo de 2011, prendió la mecha de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, rápidamente reprimida.
A inicios de 2019 huyeron a Turquía, y en mayo de ese mismo año volaron a Madrid gracias al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), una organización independiente defensora de la libertad de prensa con sede en Nueva York.
«Al empezar la guerra tenía 12 años, pero sabía muy bien lo que pasaba, porque mucha gente salía a manifestarse, cerca de mi casa, en la mezquita…», cuenta a AFP Okba Mohamed, el benjamín del grupo, fogueado desde 2015 en medios locales. «Grababa manifestaciones, bombas…»
«España era mi país favorito, porque me interesa mucho el fútbol. No me imaginaba venir aquí como refugiado o migrante, me imaginaba venir como viajero o estudiante, pero así es la vida», explica Muhammed Subat, de 31 años de edad, que cuenta haber trabajado como periodista para Syria TV, un canal opositor con sede en Estambul, primero en su país y luego en Turquía.
El objetivo de la flamante revista digital, lanzada el 7 de abril y cuyo nombre en árabe significa «Entre nosotros», es mostrar «la cara buena de los migrantes aquí en España», apunta Ayham al Ghareeb, 32 años, quien vino a Madrid con su esposa y sus dos hijas pequeñas.
De ahí que los cuatro hayan apostado de inicio por contar historias de éxito, como la de Ashraf Kachach, youtuber de raíces marroquíes que combate la islamofobia, o la de la libanesa Malak Zungi, fundadora de un proyecto que ayuda a refugiados a desarrollarse como chefs en España.
Sin olvidar al futbolista marroquí Youssef En-Nesyri, delantero del Sevilla FC y encarnación máxima del éxito en la Liga española, con la que sueñan tantos jóvenes de Oriente Medio y el norte de África.
Volviendo al duro cotidiano de los migrantes, el otro objetivo, añade Al Ghareeb, es proporcionar «información útil» a la comunidad arabófona, partiendo de la constatación de que en España «no hay mucha información en árabe para sacar papeles» de residencia, por ejemplo.
Un problema al que ellos mismos se enfrentan a la espera de que se resuelva su solicitud de asilo, gestión ésta que desde 2011 hicieron más de 20.000 sirios en España, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
«Va a hacer dos años que estoy en España y todavía no puedo viajar ni puedo ver a mi familia», lamenta Okba Mohamed, que desde 2014 no ve a sus parientes, refugiados en Jordania, donde él mismo estuvo un tiempo trabajando como mozo de tienda.
«La vida en España es muy segura», pero «también hay racismo contra los migrantes y refugiados», por ejemplo a la hora de buscar un apartamento, añade Al Ghareeb.
– Una audiencia potencialmente grande –
Baynana se presenta como el primer medio dirigido por refugiados en España, una iniciativa que también se ha visto en Alemania con la revista digital Amal Berlin (Esperanza Berlín, en árabe), donde escriben diez periodistas de Siria, Egipto, Afganistán e Irán.
Su audiencia potencial, en una España que cuenta alrededor de un millón de araboparlantes, «es muy amplia», explica la periodista madrileña Andrea Olea, coordinadora de Baynana y encargada también de traducir y adaptar al castellano los artículos de sus cuatro compañeros sirios.
Y es que dicha audiencia va desde «marroquíes que vienen a trabajar en el campo hasta refugiados que pueden tener un nivel sociocultural más alto» por contar con estudios universitarios, añade.
La redacción de baynana.es/es consiste en una modesta sala en la sede de la fundación española Por Causa, promotora del periodismo de investigación y de trabajos en torno a las migraciones, que ha apadrinado el proyecto a nivel logístico.
Sin embargo, las finanzas son precarias por el momento para esta incipiente revista digital, que ha lanzado por ello en redes sociales una campaña de microfinanciación.