Pierre Centlivres: “Pakistán tiene las llaves de Afganistán”
El anuncio del fin de la intervención estadounidense en Afganistán termina en estampida, con los talibanes recuperando Kabul y el presidente Ashraf Ghani huyendo al extranjero. El etnólogo Pierre Centlivres, que conoce bien el país, nos ofrece su diagnóstico.
Masacrado por los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos lanzó una “guerra contra el terrorismo” con una primera operación militar a gran escala dirigida al santuario del grupo Al Qaeda, comandado por Osama Bin Laden, y al Gobierno talibán al frente de Afganistán desde 1996. La ofensiva llevada a cabo con los afganos de la Alianza del Norte y con el apoyo de la OTAN permitió expulsar a los talibanes del poder.
La Cadena de la Solidaridad, la plataforma suiza de solidaridad humanitaria, está recogiendo donativos destinados a paliar las consecuencias de la crisis en Afganistán.
Las donaciones con la mención “Afganistán” pueden hacerse en línea en bonheur.ch Enlace externoo a través de la banca electrónica al número de cuenta IBAN CH82 0900 0000 1001 5000 6.
La Cadena de la Solidaridad cuenta con el apoyo de la Sociedad Suiza de Radiodifusión SRG SSR, a la que pertenece swissinfo.ch. También trabaja con medios y empresas privadas.
Tras las operaciones militares que oficialmente acabaron en 2003, Estados Unidos y sus aliados se embarcaron en una operación para sentar las bases de un Estado democrático; operación denominada de “construcción nacional”. El probable regreso de la ley islámica talibán amenaza de nuevo los escasos avances logrados, incluida la emancipación de la mujer.
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Personal de la cooperación suiza sale de Kabul
Pierre CentlivresEnlace externo, figura destacada del Instituto de Etnología de Neuchâtel, ha dedicado la mayor parte de sus investigaciones a Afganistán. Él y la también etnóloga Micheline Centlivres (su esposa) han publicado varias obras que permiten conocer el país y a sus habitantes. Un conocimiento que a Washington y a sus aliados se les ha escapado en gran medida.
swissinfo.ch: ¿Este fracaso de Estados Unidos y la OTAN era inevitable?
Pierre Centlivres: Los objetivos de Estados Unidos y de la OTAN no han sido claros. ¿Se trataba de luchar contra el terrorismo y capturar a Bin Laden o de establecer una Constitución y construir un Estado democrático? La operación aunó estas cuestiones diferentes. Tras los atentados del 11 de septiembre, Washington pidió a los talibanes que entregaran a Bin Laden. A lo que ellos se negaron. Esta negativa fue el origen de la intervención estadounidense.
swissinfo.ch: Estos 20 años de intervención parecen haber terminado en un rotundo fracaso tanto a nivel militar como civil. ¿Cuáles son los motivos?
P. C.: En mi opinión, hay varias razones que explican este fracaso. En primer lugar, la operación militar estadounidense se basó en premisas erróneas y en un deficiente análisis de la situación, como demuestran los objetivos que se fijó Washington. También está el fracaso de la lucha contra los talibanes, que se han ido reconstruyendo pacientemente desde 2003. Pero estos fracasos se han visto exacerbados por las graves deficiencias de los distintos Gobiernos afganos, incluidos los gobernadores provinciales.
En el último Gobierno, hubo una gran desunión entre los ministros, y también entre el presidente Ashraf Gani y su oponente en las elecciones presidenciales, Abdullah Abdullah. Divisiones que se han consolidado en un contexto de corrupción generalizada. Los funcionarios nombrados por la presidencia, especialmente los designados en las distintas provincias como gobernadores o comandantes de policía, esperaban que su cargo fuera una fuente de beneficios, aprovechando su posición.
swissinfo.ch: El ejército afgano prácticamente no ha opuesto ninguna resistencia a la última ofensiva talibán. ¿Cómo se explica esto?
P. C.: La corrupción también debilita profundamente al ejército. Muchos soldados no cobran, ya que, en ocasiones, los sueldos se los embolsan los funcionarios. La fuerza de las unidades de combate se ha inflado para –una vez más– embolsarse el dinero de Estados Unidos destinado a equipar estas unidades fantasmas. Además, muchos soldados se sienten incómodos respecto a quienes deben combatir. Son compatriotas con los que comparten sus creencias y su fe musulmana, y que solo tienen el defecto de oponerse al Gobierno. Así que un soldado afgano se pregunta: por qué debo luchar contra mis hermanos que son musulmanes como yo.
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swissinfo.ch: En este fracaso, ¿qué parte de responsabilidad tienen las organizaciones no gubernamentales?
P. C.: Un gran número de ONG de países occidentales, pero también de países árabes, han intervenido en Afganistán. Muchas de estas ONG han hecho un buen trabajo, construyendo carreteras, hospitales, escuelas, centros de formación, etc. Pero muchas no han coordinado sus programas. También han aportado mucho dinero al país y muchos beneficios para los actores locales. Sin saberlo, las ONG también han sido una de las fuentes de corrupción.
Dicho esto, su aportación no ha sido solo negativa. El Afganistán de hoy no se parece al Afganistán de los años 90. Ha habido toda una serie de logros.
>>Las medidasEnlace externo que ha adoptado Berna (Ministerio de Exteriores)
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swissinfo.ch: Ahora que los talibanes dicen haber recuperado el poder, ¿podemos esperar el fin de los combates o la vuelta de una guerra civil como tras la marcha de los soviéticos?
P. C.: Los talibanes tratan de ganar una respetabilidad internacional y no quieren molestar a sus vecinos. Pero no creo que podamos esperar que la paz y la concordia reinen de repente en el país. Se puede pensar que habrá algunas zonas que no serán sometidas inmediatamente a los talibanes, como el centro de Afganistán, Hazarajat o Panchir.
Asimismo, no debemos olvidar que los talibanes no son los únicos que reivindican el poder. En los extremos islamistas, hay otros grupos que se han posicionado en Afganistán y que también podrían actuar contra un Gobierno talibán. Hay disidentes, igualmente, dentro del movimiento talibán. Y posiblemente rebeldes, señores de la guerra, que no van a agachar la cabeza enseguida.
swissinfo.ch: Algunas figuras de la sociedad civil que se ha desarrollado durante los últimos 20 años han sido asesinadas en los últimos meses. ¿También aquí debemos temer lo peor?
P. C.: Si recordamos las medidas tomadas por los talibanes en 1996, fueron dramáticas: prohibieron la música, las imágenes, se restringió internet, prohibieron a las mujeres salir solas y debían hacerlo totalmente cubiertas, se cerraron las escuelas para niñas, etc. Corremos el riesgo de reencontrarnos con este tipo de medidas. Los talibanes llegaron a imponer una marca amarilla a los hindúes, un decreto que se suprimió tras la indignación internacional.
swissinfo.ch: Desde la década de 1970, AfganistánEnlace externo no ha podido dotarse de un Estado moderno y permanente. ¿Esto también es un factor que explica la inestabilidad, la violencia y las guerras que ha sufrido este país durante más de 40 años?
P. C.: Esta es una pregunta difícil. Existen importantes factores de división en Afganistán que hacen difícil que se establezca un Estado moderno. Las últimas constituciones, por ejemplo, eran bastante centralistas, mientras que las regiones afganas aspiran a mayor autonomía. También creo que hay empujes contradictorios entre los partidarios del estilo de vida islámico, no solo entre los talibanes, y los partidarios de un fortalecimiento del Estado y de una justicia independiente de la sharía [ley islámica]. Así que hay ciertas líneas de fractura entre las regiones y las tribus, por un lado, y una lógica estatal, por otro.
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Piden dar refugio en Suiza a 10 000 afganos
swissinfo.ch: ¿Los países vecinos de Afganistán pueden ser elementos de pacificación o, por el contrario, alimentar las rivalidades y los antagonismos ya existentes en Afganistán?
P. C.: Pakistán, de manera encubierta, ha prestado gran apoyo a los talibanes y ha fomentado su avance. Para no ser sorprendido, Islamabad quiere distanciar a Afganistán de la India, que ha abierto varios consulados allí y ha puesto en marcha una serie de programas.
Los antiguos Estados soviéticos, como Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán, temen la influencia de los grupos islamistas que, desde Afganistán, podrían provocar disturbios en sus países. Irán ha ayudado a los talibanes a nivel local, pero para perjudicar a los estadounidenses. Básicamente, Irán no va a apoyar a los talibanes, que son sunitas acérrimos. Teherán podría impedir que haya una fuerte emigración afgana a su territorio.
Los chinos tienen intereses en los recursos mineros afganos: el cobre, entre otros. Así que creo que van a intentar tener buenas relaciones con los talibanes sin hacer moral ni política ideológica.
Pero es Pakistán quien tiene la llave de la situación. Pakistán es quien controla las rutas entre Kabul y puertos como el de Karachi. La mayor parte de las relaciones comerciales pasan por Pakistán e Irán.
Traducción del francés: Lupe Calvo
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