Poder Judicial iraquí suspende su trabajo por «amenazas» de los sadristas
Bagdad, 23 ago (EFE).- El Consejo Supremo de Justicia (CSJ) y el Tribunal Federal de Irak suspendieron este martes su trabajo en protesta por las continúas «presiones», «amenazas» y protestas de los seguidores del líder religioso chií Muqtada al Sadr, lo que deja al país sin poder judicial, con un Parlamento paralizado y un Gobierno en funciones.
La decisión fue tomada después de que seguidores del movimiento sadrista se congregaran hoy frente a la sede del CSJ, donde instalaron tiendas de campaña, en el marco de sus «presiones» para que el poder judicial decida la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones anticipadas, según un comunicado oficial, según un comunicado del Consejo Supremo.
La nota denuncia que algunos miembros del Tribunal Federal «recibieron mensajes con amenazas en sus móviles para presionarles».
«El CSJ y el Tribunal se reunieron presencial y telemáticamente la mañana de hoy martes y decidieron suspender el trabajo del Consejo Superior, los tribunales afiliados a él y del Tribunal Federal en protesta por estos actos inconstitucionales», dijo la nota.
Ante esta situación, el primer ministro iraquí en funciones, Mustafa al Kazemi, decidió cortar una visita que realizaba a Egipto y regresar a Irak para «seguir la situación» y «vigilar de forma directa el desempeño de las fuerzas de seguridad en la protección de las instituciones del Poder Judicial y del estado».
Al Kazemi llamó a que «todas las fuerzas políticas a la calma», y a que «aprovechen la oportunidad para del diálogo nacional para sacar al país de su crisis actual».
Por otro lado, el Marco de Coordinación, la alianza de partidos chiíes iraquíes liderada por formaciones proiraníes y rival del movimiento de Al Sadr, expresó hoy en un comunicado su «rechazo de las amenazas de asesinato» contra los miembros del Poder Judicial.
La agrupación también «anuncia su negativa a recibir cualquier mensaje del movimiento sadrista o llamada al diálogo directo, salvo después de poner fin a la ocupación de las instituciones constitucionales del Estado y su regreso a las filas de las fuerzas que creen en las soluciones pacíficas y democráticas».
El clérigo populista Al Sadr, cuya formación ganó las pasadas elecciones legislativas, había boicoteado las reuniones de las distintas fuerzas políticas celebradas la semana pasada en el marco de un diálogo nacional convocado por Al Kazemi para resolver la crisis institucional del país.
Sus seguidores están acampados desde hace varias semanas frente al Parlamento para pedir elecciones anticipadas, algo que varios expertos en la Constitución iraquí afirman que puede decidir sólo el propio parlamento y no el Poder Judicial.
Irak vive una parálisis política desde que los comicios parlamentarios del pasado octubre dieran la victoria al Bloque Sadrista, pero con apenas 73 escaños en una Cámara de 329.
El movimiento de Al Sadr forjó una alianza con otras fuerzas parlamentarias para elegir a un presidente y a un primer ministro que se encargara de formar Gobierno, pero no pudieron llegar a votar por ellos ante el bloqueo de otras fuerzas encabezadas por fuerzas chiíes (rama del islam mayoritaria en Irak) proiraníes.
Los legisladores sadristas dimitieron en bloque en junio, pero ante la inminencia de elección de un presidente y un primer ministro propuestos por los chiíes, los seguidores del clérigo ocuparon el Parlamento el pasado 30 de julio, si bien una semana después se retiraron de su interior y acamparon en el exterior para exigir la disolución de la Cámara y nuevas elecciones. EFE
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