Grupo Wagner: «Rusia pretende aumentar su influencia en África para desbancar a los europeos»
¿Qué ha ocurrido realmente con el Grupo Wagner? No ha desaparecido del todo: según Dimitri Zufferey, del colectivo de investigación All Eyes on Wagner, los mercenarios siguen trabajando directamente para los intereses de Rusia.
El colectivo All Eyes on Wagner realiza investigaciones de todo género para mantener bajo observación a los mercenarios del Grupo Wagner. Junto a otros centros de investigación, ha podido demostrar que el Grupo Wagner vendía diamantes y madera de la República Centroafricana de forma dudosa – las empresas DiamvilleEnlace externo y Bois RougeEnlace externo fueron posteriormente sancionadas en Europa y Estados Unidos. Hemos hablado con un miembro de este colectivo de investigación sobre su trabajo y la presencia rusa en África.
SWI swissinfo.ch: Tras la muerte de su líder, Yevgeny Prigozhin, Rusia integró al grupo Wagner en las fuerzas armadas regulares el pasado verano. ¿Qué ha sido de esas tropas?
Depende de qué tropas Wagner estemos hablando. La mayoría de los que estaban destinados en Ucrania o Bielorrusia han vuelto a Rusia. O bien han abandonado el servicio o se han integrado en la Rosgvardia de la Guardia Nacional rusa.
También se han retirado las tropas establecidas en Siria. Otra fuerza mercenaria se ha hecho cargo de esa cuestión, por así decirlo. Se ocupa principalmente de controlar los yacimientos petrolíferos del este del país. En general, es difícil hacerse una idea concreta porque el Grupo Wagner está formado por una red de empresas que utilizan hombres y mujeres de paja.
En algunos lugares sólo están parcialmente activos o han sido sustituidos. En Libia, por ejemplo, el servicio de inteligencia militar GRU ha tomado el relevo casi por completo. En el sur del país sigue habiendo un aeropuerto bajo el control de las tropas de Wagner. Se trata de un importante nudo de comunicaciones dirigido a África central.
¿Hasta qué punto siguen operando bajo el nombre de Wagner?
Algunos de ellos todavía llevan la insignia del grupo, como se puede ver en las pocas fotos que están disponibles en Internet desde el verano pasado. En general, lo que ha sido de esas tropas varía de un país a otro.
El colectivo de investigación suizo-francés All Eyes on WagnerEnlace externo lleva varios años observando al Grupo Wagner. Lo hace principalmente a través de investigación clásica y cooperación con los medios de comunicación de varios países africanos. También utiliza metodología Osint -Osint son las siglas de Open Source Intelligence-, que consiste principalmente en recopilar información de fuentes de acceso público en Internet.
Dimitri Zufferey es autor del libro «Wagner – Enquête au coeur du système prigojineEnlace externo» junto con Lou Osborn. Originalmente en francés, se han publicado o están previstas numerosas traducciones a distintos idiomas.
¿A qué se deben esas diferencias?
Por un lado, a Rusia le interesa desplegar grupos paramilitares que actúen en la nebulosa de la guerra, por así decirlo, y que no puedan vincularse directamente a Moscú. Sin embargo, Wagner se hizo demasiado grande y peligroso, como demostró el levantamiento de junio de 2023, razón por la que Rusia desmanteló el grupo. Desde entonces, ha habido más grupos mercenarios y más pequeños que están más estrechamente controlados por el Estado.
Por otra parte, la situación es diferente en cada país. Con el tiempo, Wagner se ha convertido en sinónimo de paramilitares al servicio de Rusia. Sin embargo, nunca existió una empresa con el nombre de Wagner, eso no hay que olvidarlo. Prigozhin dirigía una red de 600 empresas, y la forma nebulosa de trabajar siempre formó parte de su modelo empresarial.
¿Hasta qué punto este modelo era el deseado por el Estado ruso?
Sin duda era útil para Rusia, ya que le permitía ampliar su influencia en el continente. En muchos países africanos había resentimiento hacia los europeos, y los rusos se ofrecieron como alternativa. Esto es especialmente evidente en la retirada -o más bien, la expulsión- de la antigua potencia colonial Francia de varios países africanos.
En cada país se cultiva un modelo de negocio diferente. Prigozhin tenía intereses económicos tangibles en la República Centroafricana; se trataba de la extracción de oro y madera. En algunos momentos, el país podría describirse como una colonia rusa, ya que alrededor de una décima parte del producto nacional bruto iba directamente a las arcas de Wagner.
En otros lugares, los mercenarios proporcionan apoyo militar o entrenamiento a las fuerzas armadas regulares, normalmente con el objetivo de mantener al régimen en el poder. Una cosa está clara: Rusia intenta ejercer una influencia selectiva en África para desbancar a los europeos. Y eso conviene a los gobiernos de allí, para que puedan seguir haciendo su propio juego.
¿Así que se trata tanto de influencia política como económica?
Sí, Rusia ha invertido mucho en África en los últimos 15 años. Por un lado, le interesan las materias primas y, por otro, busca clientes adicionales para sus exportaciones, sobre todo debido a las sanciones en relación con la guerra de Ucrania.
¿Qué retos afrontan los agentes rusos en África?
Existen informes creíbles procedentes de Sudán según los cuales comandos ucranianos están dando caza a mercenarios rusos. Además, es probable que los rusos se vean pronto implicados en importantes batallas contra los yihadistas en toda la región del Sahel. En Mali, por ejemplo, donde los yihadistas están uniendo fuerzas con las milicias tuareg, es probable que se encuentren con verdaderos problemas en los próximos meses. Esto se debe también a que las misiones rusas aún no pueden compararse en número con las misiones europeas en el Sahel.
Puedo imaginarme perfectamente que la situación en Malí, por ejemplo, se agravará y que habrá otra intervención europea. Pero en general, la situación es fluida: hay alianzas cambiantes, todo es bastante confuso y, en mi opinión, no hay nada cerrado. Por el momento, los rusos cuentan con el favor de muchos Estados, especialmente de los nuevos gobiernos militares. Pero no tiene por qué seguir siendo así.
¿Cómo se trabaja en All Eyes on Wagner?
Utilizamos la metodología Osint para buscar pruebas e indicios. Es decir, investigamos en los canales de Telegram y en los registros comerciales. A menudo comparamos imágenes de satélite para registrar movimientos de tropas o actividades económicas en minas, por ejemplo. Las imágenes de las redes sociales también pueden contener mucha información; por ejemplo, podemos determinar el origen de los soldados a partir de los patrones de los trajes de camuflaje o del equipo militar.
Las filtraciones son muy importantes para nosotros. En Rusia, grandes conjuntos de datos de las autoridades acaban constantemente en Internet. Además, ahora estamos bien interconectados y recibimos información de personas sobre el terreno o de periodistas con los que trabajamos.
Es un reto en diferentes sentidos. La investigación es posible en los países africanos, pero en Dubái -donde se exporta mucho oro de África- es increíblemente difícil encontrar fuentes. Es importante buscar allí, porque Dubái no tiene sanciones contra Rusia y, por cierto, comercia mucho oro con Suiza.
Texto adaptado del alemán por José M. Wolff / Carla Wolff
>> Suscríbase a nuestro boletín semanal y manténgase al día sobre las últimas noticias de España y Latinoamérica en la prensa suiza
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.