¿Ir a la guerra o quedarse? Los hombres ucranianos en Suiza en una encrucijada
Hace seis meses, la nueva ley de movilización aprobada en Kiev ha cambiado profundamente la vida de los hombres ucranianos en Suiza. Sus testimonios revelan el conflicto entre el deber patriótico y la seguridad personal.
Considerados por el gobierno como evasores del servicio militar, muchos hombres ucranianos radicados en el extranjero se debaten entre el deber hacia su patria y el derecho a una vida segura. ¿Deberían volver para luchar en el frente? Para Maksym*, de 36 años, y Dmytro*, de 50, así como para otros miles de conciudadanos, el dilema se ha vuelto inevitable desde mayo de 2024, cuando las autoridades de su país de origen intensificaron la presión sobre los emigrados.
Con la escasez de soldados y el aumento de los casos de deserción, Kiev debe reponer continuamente las filas de su ejército. Esto incluye ahora llamar a los ucranianos que habían abandonado el país, instándoles a que regresen y se unan a las fuerzas armadas.
La nueva ley de movilización se aplica no solo a quienes obtuvieron protección y el estatus especial ‘S’ de las autoridades suizas tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, sino también a todos aquellos que dejaron el país incluso antes de la anexión de Crimea en 2014.
Todos son iguales ante la ley
Independientemente del tiempo que hayan vivido en la Confederación o de si han obtenido la ciudadanía suiza, la ley de movilización (promulgada por el presidente Volodímir Zelenski el 18 abril de 2024) obliga a todos los hombres ucranianos de entre 18 y 60 años a inscribirse en el servicio militar, someterse a un examen médico y actualizar su estatus de residencia.
La creciente tensión, los debates exaltados entre compatriotas y una sensación de inseguridad crónica, son algunos de los sentimientos que predominan entre los hombres ucranianos con los que SWI swissinfo.ch conversó. Maksym y Dmytro saben que cumplir con la nueva ley de movilización implicaría aceptar que todos podrían ser reclutados para ir a la guerra.
«No crearon ningún valor real, pero sí corrupción, pobreza y un sistema dominado por oligarcas»
La flamante ley de movilización también modifica los criterios de aptitud médica. Maksym explica que antes un reconocimiento médico te clasificaba como apto, no apto o parcialmente apto para el servicio. “Ahora han eliminado la categoría de ‘parcialmente apto’, y quienes estaban en ese rango están siendo reevaluados». Relata que, previo al conflicto, tenía un trabajo en una oficina de Kiev que le exigía frecuentes viajes de negocios por Europa, una realidad muy diferente a la que ahora enfrenta.
Recuerda que dos semanas antes de la invasión a gran escala, se encontraba en Ginebra por motivos de trabajo y, debido al cierre del espacio aéreo, no pudo regresar a casa. Más tarde, cuando se hizo evidente que «Kiev no caería en tres días y que se trataba de una guerra real y a largo plazo», organizó lo necesario para que su esposa e hija se reunieran con él en la ciudad suiza. «Tenía un mal presentimiento antes de salir de Kiev», comenta Maksym y describe que le dejó a su esposa dinero en efectivo, llenó el tanque de combustible del auto y colocó todos los documentos de la familia en una maleta. “Cuando nuestro vuelo despegaba de Boryspil, vi un enorme avión militar estadounidense en la pista y pensé que algo definitivamente estaba mal».
¿Desertores o exiliados?
Según la nueva ley, los hombres sujetos a la normativa deben actualizar su información de contacto en un plazo de 60 días, y aquellos que se encuentren en el extranjero, pueden hacerlo mediante la aplicación Reserve+Enlace externo.
«Si no cumples, la primera sanción será una multa de 17.000 grivnas (unos 350 francos suizos)», explica Maksym. «Luego, las autoridades buscarán tus datos personales y podrán enviarte una citación a tu última dirección registrada, la cual se considera notificada independientemente de si estás al tanto, ya sea que residas en el extranjero o que aún estés en Ucrania».
Quienes no respondan a la citación recibirán una nueva multa, esta vez de 25.000 grivnas (aproximadamente, 520 francos suizos), y las sanciones seguirán aumentando hasta incurrir en responsabilidad penal. El otrora empleado de negocios, detalla que los servicios de seguridad buscarán bienes para embargar, lo cual impedirá a los afectados realizar transacciones como vender, transferir, heredar o efectuar cualquier tipo de operación sobre sus propiedades.
“Creo que la gente no teme tanto a las multas como a los cargos penales que surgen una vez que se considera que la citación ha sido entregada. Cuando estás en el extranjero, tienes dos opciones: no hacer nada y ver qué pasa, o cumplir si crees que podrías regresar algún día», esboza.
Según Maksym, a tres de sus conocidos ya se les han denegado los servicios consulares en Suiza debido a la falta de actualización de su registro militar. Renovar un pasaporte ucraniano es imposible si no cumples con este requisito. El Ministerio de Asuntos Exteriores de UcraniaEnlace externo ha dejado claro que los ucranianos en el extranjero de entre 18 y 60 años deben presentar un documento de registro militar, en papel o en formato digital, al solicitar cualquier tipo de servicio consular.
«Nuestro gobierno está haciendo todo lo posible para que la vida en el extranjero sea lo más difícil posible para los hombres ucranianos que no se han registrado para el servicio militar», sostiene, y explica que una vez que caduque su pasaporte, no podrá viajar fuera de Suiza. Muchos ucranianos que él conoce están considerando obtener un pasaporte rumano. Por una suma de 3.000 euros y una espera de entre tres a seis meses, es posible convertirse en ciudadano de este país de la Unión Europea.
Aun así, en Ucrania los puestos de control todavía revisan los nombres en la base de datos y entregan citaciones de reclutamiento, y el país tampoco reconoce otras ciudadanías adquiridas mediante naturalización. En abril de 2024, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, afirmó en una entrevista con The GuardianEnlace externo que no se espera el regreso masivo de ucranianos que viven en el extranjero, sino más bien de unos pocos. Sin embargo, subrayó el peso simbólico de este acto: «los chicos en las trincheras están muy cansados», mientras que sus compañeros en toda Europa están «sentados en restaurantes».
Comprar chalecos antibalas con su propio dinero
Después de tres años de guerra, la ola inicial de patriotismo en Ucrania se ha desvanecido.
“La gente está empezando a despertar”, dice Makdym, apesadumbrado por la situación en el frente. “He estado recaudando dinero para comprar productos básicos como cargadores de fusil y chalecos antibalas para mis amigos a través de tiendas de suministros militares. Los voluntarios se lo entregan porque ni siquiera tienen lo esencial”, dice Maksym con frustración.
Cuenta que, a uno de sus amigos, un soldado de las Fuerzas Aerotransportadas, lo transfirieron a otra brigada donde lo convirtieron en francotirador: «Siempre está en primera línea, y no le dieron un rifle de francotirador».
Relata que junto con otros compañeros planeaban reunir dinero para comprar un rifle para su amigo, pero este se las arregló para montarse uno él mismo con diferentes piezas de rifles. Mientras que un auténtico rifle de francotirador tiene un alcance de 800 a 900 metros, el que su amigo ensambló apenas puede alcanzar un objetivo a 100 metros de distancia.
“¡Eso no es un rifle de francotirador! ¿Entiendes?”, dice Maksym con desesperación. Intuye que no todas las unidades militares reciben el mismo nivel de equipamiento. Es difícil para él criticar al Ministerio de Defensa y al gobierno de Ucrania en tiempos de guerra, pero es aún más difícil contener su desolación.
«Creo que [las Fuerzas Armadas ucranianas] tienen dinero, pero la gran pregunta es cuánto de ese dinero realmente llega a los soldados”, se pregunta. “Ya nadie espera equipos de primera categoría ni armas ultramodernas. Pero la gente, al menos, debería tener lo básico, ¿verdad?».Enlace externo Afirma que los soldados están recaudando fondos para drones, sistemas de guerra electrónica y vehículos, lo que le provoca preguntarse dónde están los fondos para la Defensa. «Pienso que todo el sistema es corrupto, de arriba a abajoEnlace externo. Es por eso que la gente está desertando y perdiendo la motivación para ir al frente. Mi amigo que está allí me dice una y otra vez: ¡Ni se te ocurra venir aquí!»
Un dilema moral
Ya sea permanecer a la sombra de la guerra con su familia o dar un paso adelante para defender a su país, es una decisión difícil.
«Nos fuimos de Ucrania en 2009», cuenta Dmytro, de 50 años, quien trabaja y paga impuestos en Suiza. Su hijo está a punto de obtener el pasaporte helvético, y él y su esposa están cerca de solicitar la ciudadanía. «Mentalmente, ya nos hemos desprendido de nuestra ciudadanía, aunque aún la tenemos. Nuestra vida está aquí y ya no nos sentimos ucranianos». Dmytro opina que Kiev debería agotar primero sus propias reservas antes de «perseguir a quienes se fueron, especialmente a los que lo hicieron antes de 2014».
«Claro que me siento ansioso, incómodo. Todavía tengo pasaporte de mi país de origen, así que no estoy totalmente libre de todo esto. Y hay un sentimiento de impotencia muy grande, porque no puedes hablar de ello con nadie», dice Dmytro.
«Lo peor de la guerra son los soldados desmotivados. Ucrania se aferra porque está siendo defendida por personas que están profundamente motivadas. Por eso han conseguido resistir hasta ahora. ¿Pero obligar a la gente desalentada a entrar en una guerra? Eso es una bomba de tiempo porque no puedes convertirlos en buenos soldados, y la situación solo va a empeorar».
Los israelíes regresan, los ucranianos se alejan
Las quejas de Dmytro contra el Gobierno son similares a las de Maksym. Recuerda el reciente aniversario de los atentados terroristas del 7 de octubre contra israelíes perpetrados por militantes de Hamás:
«Recuerdo cómo, al día siguiente, jóvenes israelíes de todo el mundo se apresuraron a tomar vuelos, durmiendo en el suelo del aeropuerto para regresar a Israel. Dejaron sin dudarlo sus universidades, sus vidas cómodas en Occidente y sus buenos trabajos para ofrecerse como voluntarios. En Ucrania, es todo lo contrario».
Para él, esta diferencia muestra el desarraigo y la falta de motivación que tienen muchos ucranianos que viven en el extranjero para regresar y unirse a la guerra para proteger a su país.
“Ellos no crearon ningún valorEnlace externo real, pero sí crearon corrupciónEnlace externo, pobreza y un sistema dominado por oligarcas”, lamenta.
*Los nombres de las personas han sido cambiados y son conocidos por el equipo editorial. Las opiniones expresadas por las personas son las suyas propias y no reflejan necesariamente los puntos de vista del equipo editorial.
Editado por Veronica De Vore. Texto adaptado del inglés por Norma Domínguez / Carla Wolff
Mostrar más
Nuestro boletín sobre política exterior
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.