La Conferencia sobre Ucrania pretende hallar el camino de la paz

Suiza hace de anfitrión, con la participación de Ucrania: la conferencia de paz tendrá lugar en Bürgenstock, Nidwalden, Suiza. KEYSTONE/© KEYSTONE / URS FLUEELER

En Bürgenstock, Nidwalden, Suiza se celebrará los días 15 y 16 de junio la ‘Conferencia de Alto Nivel sobre la Paz en Ucrania’. Un resumen de los puntos más importantes.

¿Cuáles son los objetivos oficiales?

El objetivo de la conferencia es «estimular un futuro proceso de paz, desarrollar elementos prácticos y dar pasos hacia dicho proceso», según señala en un comunicadoEnlace externo el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo. Los Estados participantes deberán aportar ideas y propuestas para una «paz justa y duradera en Ucrania».

Inicialmente, se suponía que el foco de atención iba a estar en el plan de paz de 10 puntosEnlace externo del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Sin embargo, dado que varios de los puntos son poco factibles en este momento, se hará hincapié en aquellos que puedan ser apoyados por la mayoría de los Estados participantes: la seguridad alimentaria (la exportación de productos agrícolas de Ucrania), la seguridad nuclear (especialmente las centrales nucleares) y el intercambio de prisioneros de guerra y deportados.

¿Cómo surgió esta conferencia?

El 15 de enero Volodímir Zelenski realizó un viaje a Berna en visita oficial. En la capital suiza se discutió cómo proceder tras las cuatro reuniones mantenidas por los consejeros de Seguridad Nacional sobre la fórmula de paz ucraniana. Finalmente, Suiza anunció que organizaría una cumbre de alto nivel.

El ministro de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis, y la presidenta de la Confederación, Viola Amherd, han sido los principales impulsores de la conferencia. Esto les ha valido duras críticas tanto dentro como fuera del país. Keystone / Anthony Anex

De este modo, se elevó a nivel político un proceso fundamentalmente técnico. En realidad, esto respondía a los intereses de Ucrania, que en aquel momento estaba sometida a una presión militar cada vez mayor, mientras que la atención internacional decaía a raíz de la guerra israelo-palestina.

En el pasado, Suiza se había ofrecido ya en repetidas ocasiones como sede para las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania y había ofrecido sus buenos oficios. La organización de la Conferencia para la Recuperación de Ucrania 2022 en Lugano se considera en Suiza un ejemplo positivo de cómo se debe actuar como mediador. El formato continuó después en otros lugares y ha aportado a Ucrania apoyo internacional para la reconstrucción del país.

¿Qué espera Ucrania?

El año pasado el presidente ucraniano Zelenski propuso una conferencia de este tipo, en la que participara el mayor número posible de países, con el fin de aumentar la presión diplomática sobre Rusia. La principal exigencia de Zelenski es la retirada de las tropas rusas de todo el territorio ucraniano (incluida Crimea), a la que no renuncia a pesar del estancamiento militar y la debilitada solidaridad de Occidente.

Han pasado casi dos años y medio desde la gran invasión rusa. La guerra se sigue librando intensamente, pero sin que ninguna de las partes consiga imponerse en un futuro previsible. Para Ucrania es importante que la guerra no desaparezca de la conciencia mundial, porque, para su defensa, sigue dependiendo de la ayuda militar y financiera occidental.

En el mejor de los casos, Ucrania podría reforzar el apoyo internacional para su plan de paz. Para que esto ocurra, sin embargo, debe viajar a Suiza un número crítico de Estados dispuestos a ello. Como señaló la experta en política exterior ucraniana Lisa Jasko en una entrevista concedida a SWI, espera que se forme una coalición de socios internacionales que implique a Rusia más adelante y, en última instancia, ponga fin a la guerra.

¿Qué se espera de Suiza?

Desde el comienzo de la invasión rusa, Suiza se ha visto repetidamente presionada para actuar: primero por su vacilante aceptación de las sanciones contra Rusia, después por su negativa a permitir la transferencia de armas de los arsenales occidentales a Ucrania alegando neutralidad.

A ello se sumó la congelación de los activos de los oligarcas rusos, que algunos gobiernos consideraron insuficiente. No obstante, Suiza proporciona ayuda humanitaria y da prioridad a la eliminación de minas (en octubre acogerá una conferencia sobre este temaEnlace externo). Sin embargo, ha sido criticada en varias ocasiones por contribuir relativamente poco.

El gobierno considera que Suiza puede actuar como mediador neutral y ser un lugar adecuado para el diálogo. Sin embargo, tras el ataque de Rusia en flagrante violación del derecho internacional, esa neutralidad ha sido discutida y calificada en varias ocasiones de oportunismo. Con este esfuerzo en pro de una posible solución pacífica, Suiza puede contrarrestar esas críticas. Además, Suiza es actualmente miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Por tanto, esa situación le da la oportunidad de presentarse como defensor del multilateralismo en diversos foros.

Como de costumbre, estas cumbres son también una oportunidad única para abordar expedientes bilaterales. Suiza está integrada económica y políticamente en Occidente, que es también donde radican sus intereses más importantes, y se espera que la mayoría de las delegaciones procedan de estos países.

Por último, pero no por ello menos importante, la organización de conferencias es también un modo de hacer resaltar el soft power: Suiza puede mostrar su cara de postal en el Bürgenstock y apuntalar su reputación de anfitrión fiable.

Un vistazo al lugar de celebración en el pintoresco corazón de Suiza:

¿Qué países acudirán?

Suiza ha invitado a 160 delegaciones, y el Ministerio suizo de Asuntos Exteriores habla de más de 80 inscripciones oficiales (Ucrania, por su parte, asegura tener más de 100 confirmaciones). La lista definitiva de participantes se publicará poco antes del comienzo de la conferencia, momento en el que también quedará claro qué país estará representado y a qué nivel diplomático.

Además de los Estados, también han sido invitados la UE, la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa, el Vaticano y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. La mitad de los compromisos proceden de Europa, la otra mitad de fuera de Europa.

Por tanto, el bando occidental está bien representado. El objetivo explícito era incluir el mayor número posible de países del Sur Global. India es un miembro importante de los BRICS. Sin embargo, faltan pesos pesados.

¿Qué países no vendrán?

China y Brasil han declinado la invitación a participar en la conferencia. Sin la participación de Rusia, una reunión de este tipo no tiene sentido, argumentan. Otros países -especialmente del Sur Global- no se han inscrito por las mismas razones o no estarán presentes al más alto nivel.

Pero también hay otra razón: varios países (como China, Brasil, Sudáfrica y Turquía) han lanzado u ofrecido sus propias iniciativas de paz. De hecho, varios países han facilitado las negociaciones entre Ucrania y Rusia en los últimos años, por ejemplo para el intercambio de prisioneros o para la exportación de grano a través del Mar Negro.

A un nivel más amplio, muchos países ven la guerra como un conflicto entre Estados Unidos y Rusia. En ese contexto, las maniobras diplomáticas cobran sentido para revalorizar el precio de los posicionamientos propios.

¿Por qué no acude Rusia?

Cuando se anunció la conferencia, Rusia no tardó en dejar claro públicamente que no asistiría. En el marco de un debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, llegó a decírselo en persona al ministro suizo de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis. En el Consejo Federal (Gobierno) se debatió si debía enviarse una invitación de todos modos, pero el gobierno se abstuvo finalmente de hacerlo para que no se percibiera como una provocación tras el claro anuncio de Moscú.

En las últimas semanas, Rusia ha criticado duramente la conferencia y ha presionado a los Estados para que no participen en ella. Hace tiempo que el Kremlin ha dejado de considerar neutral a Suiza y la ha calificado de “país abiertamente hostil”. Además, las exigencias de Rusia son diametralmente opuestas a las de Ucrania: Ucrania debe desmilitarizarse y obtener un estatus neutral, y Rusia ha declarado constitucionalmente territorios ya anexionados (y algunos más allá) como territorio ruso. Ucrania, por su parte, insiste en una evacuación completa de su territorio.

¿Cómo ve la política suiza la conferencia?

Es propio de las cumbres diplomáticas que el grado en que consiguen tener éxito o ser un fracaso sólo se ponga de manifiesto en retrospectiva. Tanto en el extranjero como en el Parlamento suizo se oyen voces críticas por la escasa participación de Estados de peso.

La propaganda rusa, que desde hace semanas apunta a Suiza, también provoca nerviosismo en el Parlamento helvético. Sin embargo, algunos parlamentarios subrayan que este tipo de iniciativas son necesarias en tiempos de guerra, aunque exista el riesgo de que fracasen.

Las delegaciones participantes han dejado entrever que al término de la conferencia podría firmarse un documento final que incorpore el mayor número posible de puntos de Ucrania. Sería un paso intermedio en la agenda diplomática antes de la próxima conferencia, a la que se invitaría a otros Estados e incluso a Rusia.

Texto adapado del alemán por J. Wolff / Carla Wolff