Los logros de Suiza en el Consejo de Seguridad de la ONU
Suiza ha sido miembro electo del Consejo de Seguridad de la ONU por primera vez en la historia durante los años 2023 y 2024. El pasado mes de octubre estuvo a cargo de la presidencia del Consejo por segunda ocasión. ¿Qué puede conseguir un país como Suiza en el Consejo de Seguridad de la ONU en el actual contexto internacional tan polarizado? A continuación, un análisis.
Suiza entró a formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU en tiempos extremadamente complejos, en un periodo marcado por una intensa competencia geopolítica que ha impedido al Consejo atender eficazmente el enorme sufrimiento humano provocado por los conflictos de Gaza, Ucrania, Sudán y Myanmar. Los cinco Estados miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido) utilizan cada vez más su derecho deEnlace externo vetoEnlace externo: solamente en el caso de Gaza se vetaron cinco resoluciones antes de que el Consejo lograra pedir un alto el fuegoEnlace externo vía la resolución 2728 alcanzada de marzo de 2024.
Sara Hellmüller y Lucile Maertens
Sara Hellmüller (investigadora principal de la Universidad ETH de Zúrich) y Lucile Maertens (profesora asociada del Instituto Universitario de Ginebra) son coinvestigadoras de un proyectoEnlace externo que documenta
académicamente la primera pertenencia de Suiza en el Consejo de Seguridad de la ONU. Este proyecto es el resultado de una cooperación entre el Instituto de Altos Estudios Superiores de GinebraEnlace externo, la ETHZEnlace externo y la Universidad de LausanaEnlace externo. La Fundación para la Universidad de LausanaEnlace externo ofreció el financiamiento necesario para este proyecto.
Las acciones de carácter unilateral de Estados que son miembros de la ONU pero eluden sus compromisos con esta organización, como la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, y la demora en el pago de contribuciones, han provocado una crisis de liquidez crítica que está erosionando el multilateralismo. El mes de octubre del 2024, en el que Suiza estuvo a cargo de la presidencia del Consejo, fue especialmente complejo. La ONU sufrió fuertes ataques, de carácter retórico, por ejemplo, cuando el gobierno israelí declaró al secretario general de la ONU como “persona non grata” , pero también físicos, como el ataque del ejército israelí a las fuerzas de paz de la FINUL al sur del Líbano o como la decisión del parlamento israelí de declarar ilegales las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Un contexto así de polarizado impide que los miembros electos aprovechen plenamente el potencial que les ofrece ser parte de la organización, pues se topan con límites impuestos por la política del poder, que pone en entredicho su influencia. Concretamente, en el caso de Suiza su mandato se debatió a nivel interno y su candidatura debió ser avalada por los legisladores. Pero el mandato suizo demostró que los miembros electos pueden desempeñar papeles relevantes: Suiza contribuyó a apoyar los avances de expedientes temáticos y geográficos, e introdujo métodos de trabajo innovadores para resolver los bloqueos.
Impulsando los expedientes temáticos y geográficos
A nivel temático, Suiza se erigió como una feroz promotora del derecho internacional. Puso sobre la mesa el derecho internacional (humanitario) en cada una de sus intervenciones sobre temas que han sido bloqueados políticamente y también promovió aspectos concretos, como la protección de los civiles. La adopción de una resolución suiza para la protección del personal humanitario y de la ONU en las zonas de conflictoEnlace externo fue uno de los principales éxitos diplomáticos que tuvo Suiza. También reforzó junto con Japón los instrumentos jurídicos que actúan como “punto focal” en asuntos relacionados con la Corte Penal Internacional (CPI)Enlace externo y recordó la importancia de los Convenios de Ginebra durante una visita informal del Consejo a GinebraEnlace externo en agosto de 2024.
Suiza también contribuyó a mantener en la agenda el tema de la seguridad climática pese a la inconformidad de algunos Estados miembrosEnlace externo. El lenguaje sobre seguridad climáticaEnlace externo se incorporó a la renovación de los mandatos de las misiones de paz, como sucedió en el caso de la Oficina Integrada de la ONU en HaitíEnlace externo (BINUH). Suiza también fue copartícipe con Sierra Leona de la redacción de una declaración presidencialEnlace externo, adoptada el 24 de mayo de 2024, sobre el Sahel y África Occidental que reconocía el efecto exacerbado del cambio climático sobre la seguridad en la región. Y está copresidiendo junto con Mozambique el grupo informal de expertos sobre seguridad climáticaEnlace externo.
Por último, la presidencia de Suiza puso especial énfasis en promover la agenda conocida como Mujer, Paz y Seguridad (WPS), con la presidenta suiza Viola Amherd presidiendo un debate abierto anualEnlace externo externo sobre el tema y recordando el importante papel de la creciente participación de las mujeres en los procesos de paz. Suiza también invitó a un elevado número de mujeres ponentes al Consejo, para situarlas a un nivel equivalente al de los hombres ponentes (28 en cada caso)Enlace externo , y organizó una rueda de prensa sobre el papel fundamental que juegan las mujeresEnlace externo en la consolidación de la paz antes de una sesión informativa del Consejo sobre Colombia.
En términos geográficos, Suiza contribuyó a la renovación de los mandatos de las misiones de paz de la ONUEnlace externo. Pese a los retrocesos observados, ya que operaciones emblemáticas de mantenimiento de la paz como la de MalíEnlace externo o la de la República Democrática del CongoEnlace externo han sido retiradas o están en proceso de perderse, hubo otras misiones que sí vieron renovado su mandato, como la de ColombiaEnlace externo o la de Sudán del SurEnlace externo. Y Suiza dirigió de forma particularmente exitosa las negociaciones de la renovación del mandato de EUFOR ALTHEA en BosniaEnlace externo en noviembre de 2023.
El mes que Suiza tuvo a cargo la presidencia quedó especialmente marcado por el reto que impuso la escalada de tensiones en Oriente Próximo. Suiza echó mano de diferentes herramientas que tiene la presidencia para responder a este desafío. Por ejemplo, organizó un encuentro con los medios de comunicaciónEnlace externo para apoyar al secretario general António Guterres. Asimismo, publicó declaraciones de prensa en nombre de todos los miembros del Consejo denunciando los ataquesEnlace externo contra las fuerzas de mantenimiento de la paz como la FINUL, y destacó la labor indispensable que realizaEnlace externo la UNRWA. También organizó reuniones de emergencia, por ejemplo, en respuesta a la escalada de violencia entre Irán e IsraelEnlace externo.
Mostrar más
Innovando en los métodos de trabajo
Suiza también utilizó enfoques innovadores en los métodos de trabajo del Consejo. En primer lugar, se apoyó en su saber en materia de coaliciones, habilidades diplomáticas y en su reconocida experiencia para proponer resoluciones y conseguir que sean adoptadas. Un ejemplo es la resolución 2728 que solicitaba un alto el fuego en GazaEnlace externo, que fue la primera presentada por los 10 miembros elegidos.
En segundo lugar, Suiza intentó renovar el enfoque del Consejo sobre los hechos abogando por lo que denomina como diplomacia científicaEnlace externo. Al tiempo que organizó una reunión informal sobre este tema durante su primera presidencia en mayo de 2023, reforzó este tema en la agenda de su segunda presidencia, que tuvo lugar en octubre de 2024, a través de una sesión informativa de alto nivel presidida por el ministro de Asuntos Exteriores Ignazio Cassis. Este encuentro produjo una declaración presidencial consensuadaEnlace externo en la que se reconocía el papel del desarrollo científico en la paz y la seguridad. De hecho, Suiza aprovechó el rol altamente político que tiene la presidencia del Consejo para abogar por la existencia de debates menos polarizados y basados en evidencias, así como por la toma de decisiones.
En tercer lugar, Suiza relanzó las visitas de los miembros del Consejo en distintas regiones. Organizó inicialmente una visita a Sudán delEnlace externo SurEnlace externo para el grupo informal de expertos del Consejo sobre Mujeres, Paz y Seguridad, y codirigió después una misión en ColombiaEnlace externo en febrero de 2024. Descentralizar al Consejo de Nueva York permitió también a Suiza ayudar a contrarrestar las críticas dirigidas actualmente a este Consejo, cuyos manejos y bloqueos políticos estarían evidenciando una desconexión de la realidad de los diferentes contextos sobre los cuales se toman decisiones todos los días.
Y por último, Suiza reforzó las asociaciones existentes entre el Consejo y las organizaciones regionales, especialmente con la Unión Africana. Durante la primera presidencia de Suiza, Viola Amherd intervinoEnlace externo para apoyar la financiación de las operaciones de paz dirigidas por la Unión Africana, estrategia que fue refrendada a través de una resolución adoptada en diciembre de 2023Enlace externo. Suiza también facilitó la celebración de actos conjuntosEnlace externo entre la ONU y la Unión Africana, fortaleciendo así su imagen como promotora del multilateralismo.
Sin embargo, pese a las relevantes contribuciones realizadas por Suiza, se mantienen enormes tensiones entre las grandes potencias, las resoluciones no siempre se aplican y aún está pendiente evaluar el efecto de largo plazo que tendrán la innovación helvética en los métodos de trabajo.
Mostrar más
Nuestro boletín sobre política exterior
¿Y qué sigue ahora?
El legado del primer mandato de Suiza en el Consejo de Seguridad ofrece múltiples aristas. A corto plazo, tendrá que verse si Suiza logra capitalizar su elevado perfil internacional para preservar su rol como defensora del multilateralismo, incluso a través de sus compromisos con el Consejo de EuropaEnlace externo y el Consejo de los Derechos Humanos de la ONUEnlace externo, y las estrechas relaciones que estableció especialmente con los cinco miembros permanentes.
A plazo medio, el mandato suizo en el Consejo de Seguridad también puede repercutir en la Ginebra internacional: Suiza promovió a los actores y expertos ginebrinos y destacó la relevancia de mantener un estrecho diálogo entre Ginebra y Nueva York. Pero solo el futuro permitirá confirmar si los esfuerzos de Suiza facilitan de forma permanente una colaboración más estrecha entre los dos centros neurálgicos de la ONU.
A largo plazo, la interpretación de los éxitos (y fracasos) de este primer mandato afectará de forma inevitable la decisión de posicionar a Suiza para mandatos futuros.
Globalmente, la experiencia suiza en el Consejo ha demostrado cuan exigente es el papel que desempeñan los miembros electos, tanto a nivel de la experiencia que requieren, como en lo relativo a los riesgos políticos que asumen al ser objeto de escrutinio. Pero ha permitido mostrar simultáneamente el rol crucial que juegan dichos miembros electos, especialmente en un Consejo altamente polarizado, en donde hacen falta más valentía política, y voluntad para innovar o potencialmente reformar el sistema actual.
Editado por Benjamin von Wyl. Adaptado del inglés por Andrea Ornelas / Carla Wolff
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.