“En el fondo de mi corazón creo que ganará el SÍ”
El 2 de octubre los colombianos acudirán a las urnas para expresar si apoyan o no el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Juan José Lozano, cineasta suizo-colombiano, comparte con swissinfo.ch su lectura del plebiscito y del momento actual de su país natal.
“Me parece muy bien que hubieran hecho todo este proceso de negociación en La Habana, lejos de los micrófonos de Colombia porque eso permitió que la gente pudiera concentrarse mejor”, comenta.
Sin embargo, estima que esa distancia “desconectó el proceso del país y faltó estrategia de comunicación para conectar al país con lo que allá se estaba decidiendo”. De ahí que tanto los promotores del SÍ, como sus opositores desplegaran una intensa campaña de información y/o proselitismo.
“En el fondo de mi corazón creo que va a ganar el SÍ. Me parece imposible que gane el NO”, señala sin tapujos. “Me parecería una locura”.
swissinfo.ch: ¿Y qué cree que mueve a votar NO cuando el acuerdo de negociación ha sido reconocido como paradigmático?
Juan José Lozano: Lo que yo veo es que en Colombia, algunos de los que le apuestan al NO lo hacen porque tienen intereses en que la guerra continúe, porque tienen intereses con las tierras, porque la guerra es un buen negocio. Otros, que yo diría que son la gran mayoría, es porque realmente tienen miedo al cambio, porque imaginarse, concebir un país en el que ya no existen las FARC como grupo armado es algo raro. Toda la vida hemos estado ahí con ese sonsonete, con ese ruido de que están las FARC, y de pronto te dicen ya no va a haber eso, resulta raro.
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‘Visiones de lo Real’: un mensaje colombiano
swissinfo.ch: El presidente Santos pidió perdón a la Comunidad de Paz de Apartadó, atacada por el ejército, sobre la que usted realizó un documental…
J.J.L.: Sí, en 2005-2006 realicé el documental ‘Hasta la última Piedra’ a raíz de la noticia sobre la masacre. Esa historia me conectó de nuevo con el país, en ese momento estaba trabajando en otras cosas y sí, leo la noticia de esa comunidad de campesinos que no conocía y ahí nos fuimos a hacer ese documental con las uñas porque no había dinero.
swissinfo.ch: La película revela la dramática situación de las zonas rurales de Colombia. ¿Se ha percibido alguna mejoría?
J.J.L.: Mira, muchos de mis compatriotas dicen que llevamos viviendo 50 años en guerra, eso es cierto y no es cierto. Nosotros no hemos vivido lo que han vivido los campesinos. Sí, ha habido secuestros, bombas, atentados terroristas en las ciudades, pero esa es una guerra que han sufrido principalmente los campesinos colombianos. Y la situación, sobre todo en las regiones donde hubo desplazamientos, sigue siendo terrible. Hay amenazas y asesinatos de líderes que reclaman tierras. Siguen matando a la gente.
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Sabogal
swissinfo.ch: ¿Y la situación actual en las ciudades? Hay muchas denuncias sobre ataques contra los defensores de derechos humanos, por ejemplo.
J.J.L.: Sí, los hay, pero la situación es muy diferente a la de los años [del presidente Álvaro] Uribe. Los años Uribe fueron nefastos. Un ejemplo: Sabogal empezó como una serie de TV producida con dinero público. Denunciamos crímenes de Estado cometidos por la policía secreta del país y se difundió en horario triple AAA y parte de la institucionalidad acompañó el proceso. Eso refleja un cambio significativo en el país. Hace seis años nos estaban sacando corriendo por un documental como ‘Impunity’ y hoy con dineros públicos se financia Sabogal.
Ahora hay un discurso desde la Presidencia y desde las instituciones del Estado de decir la vida es sagrada. La confrontación y el disenso son fundamentales para la Presidencia: ‘Vamos a rodear a los contradictores para que puedan hacer su trabajo de contradicción’ y eso es algo que cambia completamente los paradigmas. Eso no existía en el Gobierno de Uribe. Todo aquel opositor o que fuera en contravía o que dijera algo mínimamente crítico era señalado de cómplice del terrorismo y auxiliador de terroristas, y esas acusaciones y señalamientos generaban amenazas y asesinatos. Ese clima ya cambió.
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‘Impunity’ o el naufragio de Justicia y Paz en Colombia
swissinfo.ch: ‘Impunity’ da cuenta del proceso de desmovilización paramilitar bajo el Gobierno de Álvaro Uribe quien pretende que el acuerdo de La Habana fomenta la impunidad. ¿Qué opinión le merece la postura del expresidente?
J.J.L.: “¡Es una aberración! Uribe no puede hablar de justicia y no hay paralelos entre el proceso actual con las FARC y el proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC/paramilitares). Lo que hubo con el proceso de Justicia y Paz fue realmente un engaño. Fue un proceso para desmontar una máquina de guerra que sirvió en su momento, que cumplió con los propósitos para los cuales fue montada pero que después ya no servía y que había que desmontarla de la manera más aparentemente legal y transparente que pudiera ser porque se acababa de votar el Tratado de Roma.
La Corte Internacional acababa de crearse y había que dar ese tránsito de un ejército grande a una cosa más chiquita y la manera que se encontró fue el proceso de Justicia y Paz, pero ahí no hubo verdad, no hubo reparación. No hubo justicia tampoco. No se pueden comparar esos dos procesos y esa es la trampa en la que no hay que caer. Hicimos el seguimiento desde que se votó la ley y durante cinco años hubo solamente una sentencia parcial.
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Otro galardón para ‘Testigo indeseable (Sin tregua)’
swissinfo.ch: Las FARC acordaron disolverse como grupo militar y seguir su lucha por la vía política. ¿Cómo cree usted que se llevará a cabo ese proceso?
J.J.L.: Pienso que en las regiones en las que las FARC tienen influencia este proceso se va a dar de manera más o menos natural. En esas zonas que tradicionalmente acogieron a lo que fue primeramente la guerrilla campesina de desplazados y luego se convirtió en las FARC. La integración va a ser complicada sobre todo en los casos de combatientes que van a ir a las ciudades a hacer política. También en zonas como el norte, el occidente, el Urabá, en las zonas de influencia paramilitar. Ahí va a ser complicada, pero como en todos los procesos de paz y de reintegración en el mundo: en un barrio donde hay víctimas y van a llegar los que fueron victimarios, va a haber problemas cotidianos y hasta más graves, como amenazas y asesinatos, para impedirles que hagan el trabajo político que tienen que hacer.
Juan José Lozano
Afincado en Suiza desde hace casi 20 años, nació en Ibagué, departamento de Tolima, esa región montañosa del centro occidental colombiano, pródiga en movimientos sociales. Ahí se ubica el pueblo de Marquetalia, en donde nacieron las FARC en 1964 y a la que le tiene echado su ojo cinematográfico, avezado en el conflicto colombiano.
También entre sus proyectos está la película ‘Raúl’ sobre los últimos años de Raúl Reyes (dirigente de las FARC). “No a la gloria de él ni nada de eso. No es el Che Guevara, no es un tipo carismático, pero era el que mejor representaba el ideal de las FARC”.
En los años 90, con el periodista Holman Morris, hizo el programa ‘Bitácora, la conquista de la paz’, para la televisión, en el que se explicaba de qué se trataban los acuerdos de paz con las guerrillas de entonces. También produjo unas series sobre pedagogía constitucional con comunidades campesinas y sobre comunidades artesanales.
Ha documentado momentos esenciales de Colombia: el ataque a la primera comunidad de paz en San José de Apartadó (‘Hasta la última piedra’); la represión contra periodistas y defensores de derechos humanos (‘Testigo indeseable’ y ‘Sabogal’) y el proceso de ‘Justicia y Paz’ tras la desmovilización paramilitar (‘Impunity’).
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